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El antiguo cine de San Roque albergará la sede administrativa de la ULPGC

El edificio, una de las pocas salas históricas de la ciudad que siguen en pie, formará un mismo conjunto con el inmueble administrativo actual con carácter polivalente

El antiguo cine de San Roque albergará la sede administrativa de la ULPGC

El antiguo cine de San Roque vivirá una segunda vida como parte de la sede administrativa de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). La institución ha sacado a concurso público la redacción de un proyecto que permita recuperar del abandono el inmueble, uno de los pocos cines históricos de la capital que todavía quedan en pie. El edificio, el cual está situado en la calle Real de San Roque, data de 1949 y está protegido dentro del catálogo municipal de Patrimonio por el valor arquitectónico de su fachada.

El edificio, según detallan las bases del proyecto, estará conectado con la actual sede administrativa de la universidad. La idea es que ambos inmuebles, las cuales son colindantes en la misma calle, formen un mismo conjunto. El antiguo cine albergará así una serie de servicios de la ULPGC ante la necesidad de aumentar la superficie administrativa como infraestructura polivalente, con un triple uso: administrativo, formativo y cultural; tal y como señalan desde el Servicio de Obras de la entidad educativa.

Según el proyecto básico, el antiguo cine albergará la Subdirección de personal docente, la Subdirección de tercer ciclo y postgrado, el Área de recursos humanos y para la formación del personal investigador, el Área de proyectos, infraestructuras y servicios generales de investigación, la Subdirección de becas y ayudas, la Subdirección de alumnos: acceso, la Subdirección de alumnos: títulos y la Subdirección de extensión universitaria/promoción.

“Estos objetivos de recuperar un edificio histórico protegido y de mejorar la sede administrativa de la ULPGC, demandan la necesidad de contar con un proyecto constructivo que determine las soluciones arquitectónicas y técnicas para albergar estos usos”, señalan desde el servicio de Obras. Y es que la sede con la que cuentan actualmente cuenta con una superficie “insuficiente para un funcionamiento adecuado”, según han podido constatar.

El servicio de Obras indica que se han presentado un total de cinco propuestas para restaurar el edificio. El proyecto ha entrado esta semana en la mesa de contratación, por lo que los trabajos serán adjudicados en las próximas semanas. Estos contarán con una inversión de hasta 950.000 euros a cargo del Fondo Europeo de Recuperación. Del edificio original, deberá respetarse, al menos, la fachada y la primera crujía -el atrio o hall de entrada- pues son las partes que el Ayuntamiento considera que tienen interés arquitectónico e histórico.

El edificio -que consta de dos plantas- destaca por conservar en su fachada los huecos correspondientes a la taquilla y la cartelera del antiguo cine. La planta baja es de cantería y cuenta con distintos elementos decorativos en la cornisa, según destaca la ficha de Patrimonio. Además, el inmueble tiene en uno de sus lados un torreón con escaleras que sobresale por encima de la estructura. El resto de la construcción no tiene interés arquitectónico; tras el atrio o recepción está la sala donde se proyectaban las películas, un gran espacio cubierto por un tejado a dos aguas de placas de zinc.

Según el libro La Sofía Loren de Arenales, el cual recopila la memoria de los cines históricos de Gran Canaria, la primera película que proyectaron fue El burlador de Castilla, de Vincent Shermann, en 1951. La sala tenía entonces un total de 774 localidades. El edificio es obra del arquitecto Antonio Cardona y Aragón, artífice de otros cinematógrafos de la Isla.

Situado en la acera contraria a la histórica ermita de San Roque, en 1970 cerró sus puertas. En 1997 el inmueble fue expropiado por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria con el objetivo de cederlo, posteriormente a la universidad, actual propietario del mismo. Durante décadas ha permanecido abandonado y en el mismo han pernoctado en numerosas ocasiones personas sin hogar.

El de San Roque es uno de los pocos cines históricos que quedan en pie en la capital; el Ayuntamiento protege actualmente la fachada de cuatro. El Capitol, en Tomás Morales, hoy día son viviendas; el Cine Wood, en Tafira, está abandonado y en mal estado; por último, el Cine Guanarteme será transformado en centro sociocultural por parte del Ayuntamiento. Otros sin valor arquitectónico, según los expertos, como el cine Colón -en Arenales-, el Apolo o el Sol Cinema -ambos en Schamann- son ahora salas de bingo.

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