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“Escogí un número de Navidad sin darme cuenta y salió premiado”

Un bazar de San José del Álamo, entre los seis agraciados con dos quintos premios en la capital

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Las administraciones de Las Palmas de Gran Canaria reparten euros Andrés Cruz

“Escogí un décimo de la Lotería de Navidad sin darme cuenta y al final salió premiado”. Quien habla es Nita Haxhijaj, dependienta del bazar y administración de loterías del barrio capitalino de San José del Álamo. Hace un par de días escogió varios números para la Lotería Nacional de los jueves para jugar con su peña -formada por medio centenar de personas- y al final resultó que entre los décimos que tenía entre sus manos había uno del 86896, el cual resultó premiado este martes con uno de los quintos premios del sorteo de Navidad -60.000 euros a la serie y 6.000 el boleto-. Tocan a 120 euros por cabeza, pero aún así un pellizco de dinero siempre es bien recibido. En esta ocasión la suerte ha esquivado en buena medida Las Palmas de Gran Canaria, pero aún así los niños de San Ildefonso han dejado en la ciudad un regalo de 72.000 euros.

El Gordo pasó de largo en este 2020, por lo que la capital tuvo que conformarse con un décimo de uno de los cuartos premios -el 75981- y con siete de dos quintos, eso sí, bien repartidos por la geografía municipal. De estos últimos, seis boletos corresponden al 86896 y fueron vendidos en administraciones de San José del Álamo, Triana, Mercado de Vegueta, Primero de Mayo, Escaleritas y La Minilla. Y ya pasadas las 12 del mediodía, otro quinto premio, el 43831, volvió a caer en la avenida Primero de Mayo.

San José del Álamo

Si bien es cierto que la jornada fue poco fructífera en la capital grancanaria, el 86896 no se dejó esperar y salió del bombo nada más comenzar el sorteo, a eso de las ocho y 17 minutos de la mañana. Realmente, en el pequeño bazar situado en la carretera general de San José del Álamo no se lo esperaban bajo ningún concepto. Quien lo regenta, Nita Haxhijaj, desconocía que había comprado un número de la Lotería de Navidad. “Nosotros [una peña con unas 50 personas, no recordaba bien] jugamos siempre a la Lotería Nacional de los jueves, en una serie de 0 a 9, pero el otro día cuando estaba escogiendo los décimos se me coló uno de Navidad”, explicó este martes, entusiasmada.

Seis trabajadores de una empresa de reparto ganan 6.000 euros de un quinto premio

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La joven estaba viendo el sorteo tras el mostrador de su bazar cuando recibió una llamada desde la administración Caminito de Teror, una de las más agraciadas de la Isla en este juego en las últimas ediciones -de hecho, también vendió un décimo del 86896-. “Ruymán me llamó para decirme que teníamos un número del quinto premio que acababa de salir, no me lo podía creer”, señaló todavía emocionada por la noticia. “Fue una sorpresa”, matizó. “Siempre saco los décimos al boleo de la máquina y mira, cosas de la suerte”, apuntó.

El premio tendrá que repartirlo ahora con medio centenar de personas del barrio periférico de San José del Álamo y también de Teror, por lo que de los 6.000 euros con los que han sido agraciados tocarán a unos 120 por cabeza. Pero, aún así, la ilusión está ahí. De hecho, tienen otro número para el próximo jueves que “igual” también resulta marcado por la Diosa Fortuna, señaló, “nunca se sabe”. Una equivocación que nadie podrá reprocharle a esta lotera. Es más, en octubre de 2016 en este bazar ya dieron un premio con 10.000 euros de la Primitiva, explicó ella, orgullosa.

Nita Haxhijaj abrió las puertas de su bazar en 2014, pero esta no ha sido la primera vez que reparte suerte en el sorteo de Navidad, “y eso que estamos aislados”, señaló. En 2017 vendió hasta seis décimos del segundo premio a un grupo de amigos o lo que es lo mismo, repartió 750.000 euros -125.000 cada boleto-. “Siempre viene gente fija de la zona”, apuntó. Eso sí, aclaró que durante este año ha vendido “menos” que en otras ocasiones, situación que achaca a la crisis desatada por la pandemia del Covid-19. De hecho, la delegación de Loterías y Apuestas del Estado en las Islas dejó entrever el pasado lunes a este diario que el gasto medio de los canarios ha disminuido con respecto al 2019 por la situación sanitaria.

Más allá de las cifras en las ventas, la pandemia se dejó notar en las administraciones por la ausencia de corrillos para ver a los niños de San Ildefonso cantar los premios. Este fue el caso de El Gordo de Triana, en la calle Constantino. “Normalmente aquí se pone mucha gente desde primera hora a comentar el sorteo, como si fuéramos familia, pero este año hay poquito movimiento”, señaló Olimpia Mesa, dependienta, poco después de saber que esta histórica sucursal de la capital había sido agraciada por la suerte, pues habían vendido por máquina un décimo del quinto madrugador, el 86896. Y aunque las aglomeraciones no están permitidas, bien es cierto que desde primera hora de la mañana ya se formaban colas ante los mostradores de este establecimiento para comprar boletos de otros concursos.

“Al final se trata de dar cariñito a la gente”, apunta la lotera Guerra Mateo

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El Gordo de Triana, regentado por Etelmara Van Oudenhove Calero es uno de los clásicos de la capital. En la pasada edición del sorteo de El Niño fue la única administración del Archipiélago que repartió un décimo del primer premio; y en navidades han dado un tercer premio en 2013 y un quinto en 2017. Aunque no todos los que trabajan en este establecimiento habían vivido una jornada como la de este martes. “Este ha sido mi primer sorteo de Navidad y la verdad es que es un día especial, se siente bien”, apuntó Margot Ramírez Van Oudenhove.

Aunque si hay que hablar de primerizos en esto de la Lotería de Navidad, esos fueron Fabián Martín y Guiomar Ferro. Esta pareja regenta un establecimiento mixto -bazar y administración- en la avenida Federico García Lorca, en el barrio de La Minilla, y este martes lograron colocar por primera vez en la pared el cartel que les acreditaba haber vendido allí un décimo del repartido 86896 -con un quinto premio-. “Abrimos en 2001 y nunca habíamos tenido un premio en Navidad, estamos muy felices”, señaló Ferro entusiasmada antes de descorchar la botella de cava y brindar entre ellos.

Esta pareja tenía un presentimiento la noche anterior, pues guardaron en la nevera del local tres botellas, “por si acaso”, -cava, champán y sidra-. La noticia llegó cuando todavía no eran ni las nueve de la mañana y Ferro recibió una llamada de la radio. “Tuve una sensación increíble”, apuntó. Pero las alegrías y sorpresas no se terminaban ahí. A las pocas horas el teléfono volvió a sonar. Era Pedro Suárez, el premiado junto a un grupo de amigos. “Me alegré muchísimo por él, es un cliente habitual, un buen trabajador”, señaló la dependienta.

Y tras abrir la botella de cava, cuando apenas pasaban unos minutos de las 12 del mediodía, Martín y Ferro recibieron la última de las sorpresas. Pedro Suárez había acudido hasta el bazar para darles las gracias. En este caso, este vecino de la capital compró un boleto a repartir con otros cinco compañeros del trabajo, por lo que tocan a mil euros cada uno.

Nita Haxhijaj repartirá el décimo de la equivocación entre una peña de 50 personas

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“La semana pasada estaba hablando con los compañeros y dijimos de comprar un número entre los seis; una de ellas me dijo de comprar uno terminado en 86 y me pareció perfecto porque es mi año de nacimiento”, apuntó este trabajador de una empresa de transportes. “No es mucho pero nos hace felices, llevo años viniendo aquí”, señaló después de dar las gracias a esta pareja de loteros de Ciudad Alta.

Dos quintos premios

El 86896 también cayó en el bazar La Gacela, en la avenida Primero de Mayo. Este establecimiento de la capital vendió dos décimos de quintos premios del sorteo extraordinario de Navidad: el ya citado y el 43831, cada uno agraciado con 6.000 euros. “Seguro que daremos más”, señaló Melania Medina, dependienta de esta sucursal, a primera hora de la mañana. Y así fue, al final resultó que vendieron el premio más madrugador y también el más remolón de todo este sorteo extraordinario.

“Han sido agraciados anónimos”, apuntó Lorenzo Hernández, también dependiente de este establecimiento, regentado por Juan Manuel Medina. “Estamos súper contentos, en años anteriores hemos dado segundos premios pero un quinto siempre es bienvenido”, señaló.

En el cercano Mercado de Vegueta, concretamente en la administración de El Timple Dorado, también repartieron un décimo del 86896. Antonio Robaina señaló que es “muy difícil” saber quien ha sido el agraciado, pues fue de máquina y por este establecimiento pasan a diario personas de media Isla. “Es un sitio neurálgico”, apuntó. De hecho, llevan repartiendo alegrías de manera ininterrumpida desde finales de la década de 1930, recalcó el lotero, quien conoció aquellas paredes cuando apenas era un niño.

A las puertas de esta administración un pequeño corro de parroquianos quisieron escuchar el sorteo, aunque la audiencia fue menor frente a la de otros años. “Ha venido menos gente por el virus, pero siempre hay alguno que se ofrece incluso para ayudar a colocar los altavoces”, comentó Robaina. Y es que la voz de los niños de San Ildefonso resonaba por la calle Mendizábal este martes.

La de Carmen Delia Guerra Mateo también es una administración con historia. En su caso está situada en la calle Henri Dunant, en Escaleritas, y también vendió un décimo del 86896. “Este era un año importante, porque antes estábamos en el mercado de Altavista [donde llevaban abiertos desde 1973] y tuvimos que trasladarnos este verano”, señaló la lotera. “Sigue viniendo la misma clientela, al final se trata de repartir cariñito”, apuntó. Y es que, a pesar de haber repartido “tan solo” 6.000 euros no dudó a la hora de festejar junto a su hija Marta, que trabaja con ella. Mientras, las felicitaciones se escuchaban desde la calle; y es que la alegría desborda, aunque sea por un quinto.

En la imagen principal, bazar La Galeca, donde dieron dos quintos premios del sorteo de Navidad. A su derecha, Nita Haxhijaj, quien regenta un bazar en San José del Álamo, repartió un décimo del 86896 por error en un peña con 50 personas. Debajo, de izquierda a derecha, administración de El Gordo de Triana, bazar en La Minilla y El Timple Dorado. |

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