A Pepe Marrero siempre lo consideré como un hermano. Era una gran persona y un hombre íntegro, ejemplo de lucha y compromiso con los trabajadores y el sindicalismo reivindicativo.

Sin duda, uno de los mejores líderes sindicales que ha tenido el Puerto de La Luz y de Las Palmas y los estibadores portuarios canarios. Como también lo fueron, entre otros, dirigentes históricos como Remigio Vélez y Manuel Hernández.

Nuestro Pepe Marrero se caracterizó por su defensa de la unidad, la profesionalidad, la justicia, la igualdad y la solidaridad de una profesión digna como es la de trabajador portuario. Su lucha en defensa de los derechos laborales de los estibadores, también estaba unida en su apoyo constante al desarrollo económico y empresarial del Puerto de La Luz. A su enorme personalidad de líder sindical indiscutible, hay que resaltar su talante dialogante y negociador a la hora de afrontar cualquier conflictividad laboral por muy compleja que esta fuera. Hombre de palabra, Marrero fue siempre un buscador y un conseguidor del diálogo y el consenso.

Los estibadores portuarios pierden a un gran amigo, a un líder sindical irrepetible, a un compañero querido, admirado y respetado.

Mis condolencias a su esposa, Mary Carmen, a sus hijos y demás familia.

Sus restos están en la sala número 206 del tanatorio de San Miguel. Mañana, jueves 7 de enero, será incinerado a las 9 de la mañana.

Descanse en Paz.