La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Carnaval se dice ‘kuánghãn’

Los comercios chinos mantienen vivo, sin proponérselo, el espíritu carnavalero vendiendo disfraces y artículos de fiesta | “Nos quedaremos con la mercancía”, dicen

10

Los 'chinos' se llenan de accesorios de carnaval José Carlos Guerra

A muchos establecimientos regentados por empresarios orientales de la capital grancanaria la suspensión del Carnaval por la Covid 19 les ha pillado un poco fuera de juego, por mucho que dicha medida fuera anunciada hace meses. El hecho de que los pedidos de los artículos y disfraces propios de esta época se solicitarán el pasado año ha propiciado que estos negocios ofrezcan en sus estanterías todo lo relacionado con el Carnaval, generando incluso en las redes sociales bromas sobre esta “provocación” por parte de los amantes de los carnavales que, sin embargo, no descartan disfrazarse en casa.

Carnaval en chino se escribe kuánghuãn. Y puede parecer un dato sin importancia pero lo cierto es que cuando Las Palmas de Gran Canaria, en una situación sanitaria normal, estaría ultimando los preparativos para celebrar las fiestas más importantes de la ciudad -que pese a la obligada suspensión motivada por la Covid 19 mantendrá el espíritu carnavalero en, por ejemplo, dos galas televisadas, entre otras acciones-, son los bazares orientales donde las carnestolendas de 2021 siguen vivas.

El desconocimiento lógico de un sector empresarial que en la mayoría de los casos no domina el español sumado a que los pedidos de disfraces, pelucas, caretas y demás artículos de Carnaval realizados en China por esos negocios se llevan a cabo con meses de antelación, han convertido en 2021 a estas tiendas en auténticos –y casi únicos- oasis para que los amantes de la fiesta de Don Carnal y Doña Cuaresma superen su enmascarado síndrome de abstinencia.

Ver a un chino o una china con los ojos como platos ya merece un reportaje por sí solo. Y eso sucedía esta semana cuando, al visitar algún bazar oriental de la capital grancanaria, se les recordaba a los empleados que el Carnaval estaba suspendido.

“¿Prohibido?”, respondían temerosos algunos cuando escuchaban que un periódico iba a publicar una información sobre la venta de artículos carnavaleros en tiempos de restricciones. El susto debió ser enorme porque un par de ellos retiraron en cuestión de horas de los escaparates y pasillos de las tiendas todo lo relacionado con las fiestas.

“No vendimos mucho en Navidad y pasará lo mismo con los carnavales”, dice un empresario

decoration

La mayoría, sin embargo, lo encajaba con humor y muchas dosis de resignación. “Tampoco vendimos demasiadas cosas de Navidad en 2020 y seguro que pasará lo mismo este año con los carnavales”, lamentaba el miércoles el propietario de Merca Oriental, un comercio de la calle Aguadulce de Las Palmas de Gran Canaria donde las pelucas, los disfraces, las pinturas y los accesorios como diademas con cuernos de diablo o dentaduras rebosan en las estanterías.

“Aunque no haya actos oficiales ni eventos multitudinarios como la Gran Cabalgata en casa hemos decidido que los niños no merecen quedarse sin Carnaval y vamos a comprar disfraces para vestirlos alguna tarde o que se los pongan en casa para jugar”, explica Lola Auyanet, madre de dos pequeños “muy carnavaleros”, apostilla, de cuatro y siete años. “Ellos están muy apenados y con todo lo que han pasado a cuenta de la cuarentena no queremos dejarles sin esa ilusión”.

Habla mientras mantiene en sus manos, entre caretas de súper héroes y pelucas, un par de disfraces para adultos.

“Es que mi marido y yo somos de disfrazarnos todos los años y no vamos a perder esa tradición aunque sea para vestirnos una tarde con los niños” en su domicilio “o para irnos un día a comer o para acercarnos al parque con los críos”, añade entre carcajadas.

Carnaval se dice ‘kuánghãn’

Carnaval en chino se escribe kuánghuãn. Y puede parecer un dato sin importancia pero lo cierto es que cuando Las Palmas de Gran Canaria, en una situación sanitaria normal, estaría ultimando los preparativos para celebrar las fiestas más importantes de la ciudad -que pese a la obligada suspensión motivada por la Covid 19 mantendrá el espíritu carnavalero en, por ejemplo, dos galas televisadas, entre otras acciones-, son los bazares orientales donde las carnestolendas de 2021 siguen vivas.

El desconocimiento lógico de un sector empresarial que en la mayoría de los casos no domina el español sumado a que los pedidos de disfraces, pelucas, caretas y demás artículos de Carnaval realizados en China por esos negocios se llevan a cabo con meses de antelación, han convertido en 2021 a estas tiendas en auténticos –y casi únicos- oasis para que los amantes de la fiesta de Don Carnal y Doña Cuaresma superen su enmascarado síndrome de abstinencia.

Ver a un chino o una china con los ojos como platos ya merece un reportaje por sí solo. Y eso sucedía esta semana cuando, al visitar algún bazar oriental de la capital grancanaria, se les recordaba a los empleados que el Carnaval estaba suspendido.

“¿Prohibido?”, respondían temerosos algunos cuando escuchaban que un periódico iba a publicar una información sobre la venta de artículos carnavaleros en tiempos de restricciones. El susto debió ser enorme porque un par de ellos retiraron en cuestión de horas de los escaparates y pasillos de las tiendas todo lo relacionado con las fiestas.

La mayoría, sin embargo, lo encajaba con humor y muchas dosis de resignación. “Tampoco vendimos demasiadas cosas de Navidad en 2020 y seguro que pasará lo mismo este año con los carnavales”, lamentaba el miércoles el propietario de Merca Oriental, un comercio de la calle Aguadulce de Las Palmas de Gran Canaria donde las pelucas, los disfraces, las pinturas y los accesorios como diademas con cuernos de diablo o dentaduras rebosan en las estanterías.

“Aunque no haya actos oficiales ni eventos multitudinarios como la Gran Cabalgata en casa hemos decidido que los niños no merecen quedarse sin Carnaval y vamos a comprar disfraces para vestirlos alguna tarde o que se los pongan en casa para jugar”, explica Lola Auyanet, madre de dos pequeños “muy carnavaleros”, apostilla, de cuatro y siete años. “Ellos están muy apenados y con todo lo que han pasado a cuenta de la cuarentena no queremos dejarles sin esa ilusión”.

Habla mientras mantiene en sus manos, entre caretas de súper héroes y pelucas, un par de disfraces para adultos.

“Es que mi marido y yo somos de disfrazarnos todos los años y no vamos a perder esa tradición aunque sea para vestirnos una tarde con los niños” en su domicilio “o para irnos un día a comer o para acercarnos al parque con los críos”, añade entre carcajadas.

“Es que además, todo está baratísimo, y si no lo usamos este año pues ya los tenemos comprados para el Carnaval del año que viene”, dice en el Bazar Kirin del barrio de Alcaravaneras la joven Pía Sosa, de 23 años.

Justifican la venta de artículos de Carnaval en que los pedidos se hicieron hace varios meses

decoration

“Las pelucas buenas están a tres y cuatro euros”, agrega antes de reconocer “el sentimiento” que le produce “pasar por el Parque de Santa Catalina o la Plaza de Canarias y no ver ni el escenario ni los chiringuitos; es una depresión aunque está claro que ahora lo importante es la salud y cumplir con las medidas de prevención para acabar entre todos con el virus”.

Martes de Carnaval

La caprichosa evolución de la pandemia ha hecho imposible que se mantuvieran las fechas iniciales para celebrar el Carnaval, tanto en Las Palmas de Gran Canaria como en el resto de los municipios de Gran Canaria y las demás Islas, donde los festejos estaban previstas para el mes de febrero.

Desde el equipo que dirige Inmaculada Medina, concejala de Carnaval en la capital grancanaria, se barajó en julio del año pasado trasladar los actos a abril y mayo de 2021 pero el avance de la enfermedad obligó finalmente a suspenderlos.

“La incertidumbre generada por la evolución de la pandemia es incompatible con la previsión y el trabajo previo que requiere un evento de la envergadura del Carnaval” explicó entonces Medina, quien señaló que no quería generar falsas expectativas ante una realidad incierta. A las dificultades a las que se han enfrentado los grupos y colectivos al no poder reunirse o encontrar patrocinios se suman los inconvenientes derivados de la preocupación y medidas para frenar el avance de la crisis sociosanitaria, entre otros, la imposibilidad de contar con un margen de tiempo suficiente para disponer de permisos que garanticen la celebración de actos con normalidad.

Asimismo, Inmaculada Medina recordó que “las decisiones hay que tomarlas desde la responsabilidad y, hoy por hoy, no podríamos convocar ningún acto que implique aglomeraciones: ni cabalgatas, ni fiestas de días, ni galas multitudinarias, ni noches de Carnaval”.

Lo único que ha resultado inamovible es mantener como festivo el Martes de Carnaval, que se celebra este año el día 16 de febrero aunque el hecho de que sea festiva dicha jornada no se debe entender como una relajación de las medidas sanitarias de prevención establecidas por el comité de especialistas del Gobierno de Canarias.

En los próximos días está previsto que la concejalía de Carnaval del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria presente los actos de carnavales que el equipo de trabajo de Inmaculada Medina ha diseñado para que la ciudad mantenga viva la esencia de la fiesta a lo largo de 2021 y genere oportunidades para los agentes del Carnaval, muy tocados económicamente por la suspensión de los fastos.

Hasta ahora se sabe que habrá dos galas televisivas, ya en avanzada fase de producción y dirigidas por Israel Reyes, director artístico de las carnestolendas de la capital grancanaria, en las cuales tendrán cabida destacados personajes de la fiesta canariona.

Mientras se conocen más detalles y las fechas de emisión de esos programas de televisión y cuáles serán el resto de acciones de Carnaval previstas para este 2021 en la capital grancanaria, las redes sociales se han convertido en territorio para el humor de los y las carnavaleras que, como era de esperar, encuentran en los establecimientos chinos y su exhibición de disfraces y demás artículos munición suficiente para generar chistes y bromas.

Hay quien les recuerda a los comerciantes que “puedo perdonarles que se hayan comido una sopa de murciélago” que ha sido el origen de la pandemia global y de suspender el Carnaval pero “lo de ponerse a vender disfraces para ponernos los dientes largos” parece que no lo pasan por alto.

“Claro que hay clientes que en plan de broma nos lo comentan cuando entran a la tienda y ven los disfraces y caretas expuestas en los pasillos pero todos entienden que los primeros afectados son estos empresarios, muy trabajadores, que se van a tener que quedar con toda esa mercancía porque no la podrán vender”, concluye la dependienta española de uno de estos negocios.

No hay Carnaval sin risa. Y a falta de eventos este año, los usuarios de las redes sociales han hecho humor con la venta de artículos carnavaleros en las tiendas de chinos de la capital grancanaria y el resto de la isla. A la izquierda, captura de un vídeo en Instagram del dj Abián Reyes -@abianreyesdj- y debajo broma en Twitter.

Compartir el artículo

stats