La empresa Canaricem, que gestiona los cementerios de la ciudad, ha prohibido el acceso a más de un centenar de nichos del recinto de San Lázaro como medida de seguridad tras desprenderse el revestimiento de uno de los edificios de enterramientos. Los nichos han sido vallados para impedir que los familiares se acerquen a la zona a poner flores a sus muertos, hasta que se solucione el problema, para garantizar su seguridad.

Así lo informó la gerente de la concesionaria, Marina Bethencourt, quien añadió que el problema se detectó hace una semana y que en estos momentos se está realizando un estudio sobre las causas para proceder a arreglarlo en cuanto se sepa con certeza qué es lo que ha ocurrido. Los técnicos están efectuando catas, entre otras actuaciones, para conocer la estabilidad del terreno.

Ni la empresa ni el Ayuntamiento han facilitado datos sobre el número exacto de hornacinas afectadas, pretextando que hasta que no se termine el informe en marcha no se sabrá el alcance de la zona afectada. Desde la Concejalía de Cementerios, que dirige Luis Zamorano, un portavoz se limitó a decir que el edil se trasladó el pasado viernes al cementerio para “comprobar in situ” lo ocurrido hace más de una semana y añadió que se ha “pedido un informe de la situación a la empresa encargada del servicio”.

“El equipo técnico de la empresa”, añadieron las fuentes, “ha llevado a cabo unas catas en los espacios aledaños para calibrar y comprobar el estado del suelo”.

El Ayuntamiento solicita a la concesionaria un informe sobre el incidente

Preguntado sobre el número exacto de nichos afectados y quien se encargará de financiar las obras de reparación, si la concesionaria o el Ayuntamiento, el portavoz de Zamorano indicó que el asunto está “todavía en fase de análisis y valoración. Aún no se ha llegado a ese punto”.

Por su parte, Marina Bethencourt indicó que se ha vallado todo el edificio situado en el ensanche del patio lateral, que tiene nichos por las dos caras al considerar que “está un poco peligroso, al separarse el revestimiento del resto del edificio”. Añadió que el problema surgido “no afectará a los restos de personas fallecidas depositadas en los nichos”, aunque sí habrá que levantar las lápidas para hacer la reparación de la estructura por lo que se tendrá que notificar a todos los familiares.

“En principio”, informó, “lo hemos vallado, ha venido un técnico a mirar el edificio y está elaborando su informe, que estamos esperando para ver de qué manera podemos solucionar el problema de la forma más eficaz y rápida”.

“No sabemos a cuantos nichos afecta”, añadió, “porque el técnico está revisando. En principio fuimos a esos edificios y el técnico nos dijo que valláramos la zona por precaución y seguridad. Si alguien acude a poner flores, el personal del cementerio está disponible para hacerlo en su lugar y así lo informamos en un cartel que hemos colocado”. Admitió que la obra tardará, porque primero “tenemos que notificar a los titulares de los nichos, porque habrá que retirar las lápidas, ya que en esa zona están metidas en la boca del nicho. Tendremos que notificar a los titulares para que estén al corriente de lo que ocurre”.

Los familiares serán notificados porque habrá que mover las lápidas para la reparación

El revestimiento, aclaró, está formado por “unas piezas de granito en horizontal y en vertical que van trincadas unas con otras. Las verticales están sujetas por las horizontales. Se adosaron al edificio y hemos notado que se han separado. No creemos que el revestimiento se venga abajo, pero si alguien va a colocar flores y sube la escalera y pone el pie en el revestimiento o se agarra a él, eso no se puede controlar”.

Al hilo de lo ocurrido, usuarios han criticado las “pésimas condiciones” en las que está el cementerio de San Lázaro.