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Tribunales

La acusada de intentar matar a su madre alega que solo quiso fastidiarla

La procesada prendió fuego a la vivienda tras encerrar a su progenitora dentro de una habitación

Mercedes Acosta, acusada de intentar matar a su madre

La acusada de intentar matar a su madre tras encerrarla en una habitación y prender fuego a la vivienda de la víctima en Ladera Alta ha alegado este miércoles que “solo quería fastidiarla” por lo que le quemó “una parte” del sillón que se encontraba en el salón del piso.

Este miércoles se celebró en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas el juicio contra Mercedes Acosta a quién la Fiscalía acusa de cometer un delito de incendio en concurso ideal con uno de asesinato en grado de tentativa con las agravantes de parentesco y alevosía. La primera en declarar fue la procesada que manifestó haber acudido a casa de su progenitora el pasado 8 de enero de 2020 sobre las 9.30 horas en la calle Juan Afonso Ponce después de que esta la llamase para tomarse un café.

Una vez dentro de la vivienda y según la acusada, la madre de esta la invitó a pasar al dormitorio para presumirle los regalos de Reyes que le habían dado el resto de sus hijos y decirle que estos eran mejores que el peluche con la frase “te quiero” que la investigada le regaló. Fue por esto que tomó la decisión de encerrarla bajo llave en la habitación. “Yo soy fumadora y tenía un mechero que utilicé para quemar el sillón pero solo para fastidiárselo”, narró. Asimismo, contó que no le espetó a su madre que le prendería fuego a la casa con ella dentro como ha señalado la víctima.

“Me habló y mal y por eso lo hice”, justificó la mujer que aseguró no haber visto “fuego ninguno” cuando salió del domicilio y que tampoco escuchó las súplicas de su progenitora desde la ventana que da hacia la calle para que la dejase libre. La investigada hasta ayer negó haber sido la autora del incendio según explicó la fiscal Cristina Coterón. Acosta reseñó que tenía una “mala relación” con la afectada ya que esta la señala como la “oveja negra de la familia. Pese a eso yo siempre la busco porque la quiero, es mi madre”. También alegó que en ese momento estaba bajo tratamiento por ansiedad y que se arrepiente de lo sucedido. “No era consciente de lo que hacía”, añadió.

Los vecinos de la afectada la sacaron del domicilio y sofocaron las llamas

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La víctima por su parte, contó entre lagrimas que su hija había acudido a su vivienda como lo hacía a menudo y que se tomaron un café, pero al terminar, la acusada le pidió alcohol para desinfectar una herida que supuestamente tenía en la mano pero la afectada prefirió ofrecerle una crema. “Me fui al dormitorio a buscarla en mi mesita de noche y sentí que ella estaba detrás, algo que no era común, por lo que giré y me pegó en la nuca”, indicó la agredida a la vez que matizó que no la dejó inconsciente por lo que ante el ataque le dijo a su descendiente “Jesús, me pegaste mi niña, ¿qué hiciste?”. 

En este momento la procesada con llave en mano le comunicó que la encerraría. “Voy a prender fuego a la casa contigo dentro y a quemarte viva” fue una de las frases que rememoró la agredida que vinculó la solicitud de el alcohol con la posible intención de su hija de “rociarme” el antiséptico encima al ser este un líquido inflamable. La víctima narró que en todo momento pidió a la procesada que no la dejase encerrada en la vivienda mientras la veía retirarse de la zona y declaró que no se dio cuenta de que le había prendido fuego hasta que unos vecinos alertados por los gritos de la mujer acudieron a ayudarla. 

“De saber que había fuego en el piso, me hubiese lanzado por la ventana. Yo intenté abrir la puerta pero solo pude romperla”, contó la afectada. En cuanto a la relación entre ambas, la agredida que, estaba por cumplir 79 años al momento de los hechos, explicó que se llevaba bien con ella. “Este día no discutimos, yo le regalé un sobre con dinero como hice con mis otros hijos”, comentó entre sollozos a la vez que dijo que había notado que la procesada sentía “celos y envidia” hacia sus hermanos, al punto de “inventarse un cáncer para mantenerme triste”, por lo que en una oportunidad intentaron llevarla a un psicólogo engañada ya que además, tomaba tranquilizantes. De igual forma sostuvo que a raíz de esos hechos en los que resultó “quemado casi todo” vive con otra de sus hijas y acude a un especialista en salud mental porque está “mal”.

La fiscal pide 18 años de cárcel y 22.024 euros de indemnización

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Fueron los vecinos de la agredida quienes la ayudaron a abandonar el domicilio y a sofocar las llamas de la vivienda. Fue una mujer que estaba en la parada de la guagua que queda frente al piso de la víctima quien llamó a los bomberos para que acudieran al lugar tras escuchar las súplicas de la mujer que decía “hija no me dejes” y ver salir humo de la ventana del salón. “Ella -la acusada- se escondió en otro portal y se quedó mirando hacia arriba, después se fue”, añadió la testigo que no llegó a realizar otra intervención porque los residentes del edificio estaban sacando a la mujer mientras ella llamaba a los servicios de emergencia. 

Arriba de la vivienda incendiada reside una pareja con tres menores, ese día se encontraba la abuela de estos cuidando de los niños de uno y ocho años cuando se percató de los gritos y bajó a ayudar a la afectada. “Toqué a la puerta y no abría, baje al portal y la vi en la ventana pidiendo auxilio porque su hija la había dejado encerrada”, indicó la mujer que no se percató de las llamas sino hasta que vio salir algo de humo por la persiana de una de las ventanas que en un principio creyó que se “trataba de alguna comida que se estaba quemando”.

Un vecino desconectó la electricidad del edificio y después acudió a socorrer a la agredida. “Cuando salí del portal ya habían puesto una escalera, me subí y entré a la habitación. Intenté abrir la puerta pero no podía y como vi a la señora tan nerviosa decidí sacarla por la ventana”, aseguró. Finalmente la mujer auxiliada por los vecinos pudo abandonar su hogar en llamas y el mismo testigo que la sacó utilizó dos extintores para apagar el fuego, algo que sucedió antes de que llegasen los bomberos.

La fiscal Cristina Coterón ha solicitado 18 de prisión y 22.024,19 euros de indemnización al entender acreditados los hechos y la “intención” de la acusada de “dar muerte a su madre”. El letrado de la defensa pidió la libre absolución y aludió a posibles problemas mentales no comprobados en la acusada “ya que carece de recursos para acudir a un especialista” aunque la perito del Instituto de Medicina Legal no le vio signos de alguna patología mental. El juicio quedó visto para sentencia.

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