La Fiscalía Provincial de Las Palmas pide 18 años de prisión para una mujer que intentó matar a su madre tras encerrarla en una habitación y prenderle fuego a la casa. Los hechos se remontan al 8 de enero de 2020 cuando sobre las 9.30 horas la víctima, que se encontraba a solas en su domicilio de pequeñas dimensiones, recibió la visita de una de sus hijas, la acusada M. A. M.

La acusación pública relata en su escrito de conclusiones provisionales que cuando estaban dentro de la vivienda tomando café “tranquilamente” la procesada, “que había acudido al domicilio con la firme intención de acabar con la vida de su madre prendiendo fuego a su vivienda”, le pidió a la víctima que le diera alcohol para, supuestamente, curarse una herida. Sin embargo, la afectada le respondió que era mejor utilizar una crema que tenía, por lo que se dirigió hasta su dormitorio siendo seguida por la procesada.

Una vez que la víctima se inclinó para buscar la crema en su mesa de noche, la acusada “con intención de aturdirla y asegurase de encerrarla en la habitación”, le propinó un “golpe fuerte en la nuca”, por lo que la agredida se giró “sorprendida” y acto seguido su hija le espetó “te voy a encerrar y voy a pegarle fuego a la casa para que arda contigo dentro”. Seguidamente, procedió a cerrar por fuera la puerta con la llave que estaba puesta en la cerradura del dormitorio, dejando a su madre de 79 años “sin posibilidad de salir”. La Fiscalía relata que después la mujer le prendió fuego al sillón que tenía su madre en el salón, para lo que utilizó un mechero que llevaba y abandonó la vivienda, no sin antes cerrar la puerta y pasar por delante del domicilio de su madre e “ignorar las súplicas de esta que, asomada a la ventana, le pedía que la sacara de ahí”.

La afectada intentó sin éxito romper la puerta de la habitación con un perchero para salir, por lo que decidió pedir auxilio a través de la ventana de su vivienda. Fue uno de los vecinos quien, al escuchar los gritos de la víctima, colocó unas escaleras en la fachada y logró acceder al dormitorio en el que se encontraba la agredida. Una vez allí puso debajo de la ventana una mesa de noche con el fin de ayudarla a llegar hasta la ventana y pasar las piernas hacia el exterior. En ese momento fue auxiliada por otros residentes que desde la calle lograron sacarla de la vivienda y ponerla a salvo. Además, uno de los testigos desconectó la corriente del edificio y accedió al piso para descargar dos extintores y ponerle fin a las llamas.

A consecuencia de este hecho la agredida “sufrió una contusión leve de nuca y ansiedad muy intensa”, así como trastorno de estrés postraumático, para el que actualmente necesita tratamiento. La acusada, con antecedentes por un delito de hurto, está en prisión provisional desde el 10 de enero de 2020 y se enfrenta a 18 años de prisión por intento de asesinato y 22.0124 euros en concepto de responsabilidad civil -de los que 12.024,19 son por los daños causados en el piso-.