La Autoridad Portuaria de Las Palmas ha sacado a licitación el contrato para desguazar las 36 embarcaciones menores abandonadas en sus instalaciones de la capital grancanaria. De estas, 18 son lanchas a motor y 12 son veleros de diferentes dimensiones, además de seis cayucos procedentes de la inmigración irregular desde costas africanas. El objetivo de este servicio será liberar espacio de titularidad pública y garantizar la seguridad del recinto para el resto de operaciones marítimas. El presupuesto estimado para realizar estos trabajos es de 182.000 euros, según refleja el pliego de condiciones técnicas del proyecto.

El proyecto es uno de los temas que acordaron los miembros del Consejo de la Autoridad Portuaria de Las Palmas en la reunión que mantuvieron el pasado 8 de febrero. El desguace de estas embarcaciones menores se consideró una actuación primordial ante la acumulación de las mismas en distintas dependencias del recinto capitalino, con los consiguientes problemas de seguridad y salubridad que eso conlleva, señalaron entonces desde la presidencia.

Las embarcaciones están repartidas entre el Muelle León y Castillo naciente (6) -junto a la parcela de la terminal de contenedores de OPCSA-; el potrero de la Autoridad Portuaria en la calle La Veloce (18); y la zona de atraques de la Marina Las Palmas (12), en este caso tanto en amarres como en fondeo. Los veleros y lanchas abandonados allí situados conviven con otros que sí están en funcionamiento en la actualidad, de ahí el peligro que pueden suponer para la maniobrabilidad de la dársena.

De estas 36 embarcaciones, 30 tienen reconocida la “declaración de abandono” por parte de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, según especifica el pliego de condiciones técnicas. Las otras seis, repartidas entre la parcela junto a OPCSA y el Muelle Deportivo, están pendientes de este trámite administrativo. El documento especifica que la empresa adjudicataria solo tendrá la obligación de despiezarlas “en el caso de que se dicte resolución firme de declaración de abandono”.

El presupuesto estimado para cada embarcación varía entre los 500 euros que costaría desguazar el Azimut, una lancha semirrigida; y los 10.300 euros que supondrían el despiece de hasta cinco veleros -el Sagastar, el Maid of Orleans, el Carbon Copy, el Guanabay y el Magaly-, además de una motora -el Kalil, con 16 metros de eslora-. El gasto para deshacerse de los seis cayucos que la Autoridad Portuaria guarda en su potrero asciende a 4.100 euros.

Los trabajos que tendrá que llevar a cabo la empresa adjudicataria consistirán en el traslado de estas embarcaciones desde su ubicación actual hasta la instalación donde se vaya a realizar el desmantelamiento de las mismas; el desguace propiamente dicho, con las medidas ambientales pertinentes; y las gestión posterior de los residuos resultantes. El contratista deberá, además, entregar un parte que acredite este proceso por cada uno de los barcos. Para despiezar todas las embarcaciones la Autoridad Portuaria ha puesto un plazo máximo de 14 meses.

En cuanto a nacionalidades y características varias, en la mayoría de estas embarcaciones menores predomina la bandera española. Cuatro ondean la enseña del Reino Unido; hay también barcos de Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Suiza. De dos -del Mele Mele Manu, del cual solo se conservan restos en el potrero-, del Guanabay y del Sagastar se desconoce su procedencia. A estos habría que añadirles los seis cayucos procedentes de la inmigración del continente africano.

Las dimensiones de la mayoría es bastante reducida, principalmente las lanchas motoras. Los veleros son los más voluminosos, de ahí que coincidan con los que más costará su despiece. El mayor de todos es el Jasmine, con bandera británica y 17 metros de largo, está situado en la dársena del Muelle Deportivo. Le sigue el Kalil, una motora con 16,7 metros de eslora situada en la parcela junto a OPCSA. También en la Marina Las Palmas, le sigue el Stella Maris, con casi 15 metros de eslora, bandera suiza y pendiente de declaración de abandono.

Esta lista no incluye los barcos de grandes dimensiones que hay abandonados en el Puerto. El presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, señaló en agosto que en el recinto capitalino permanecían seis buques, un número que ha descendido considerablemente en los últimos años, pues en 2013 había 40 en sus dársenas.