El viernes fallecía a los 87 años uno de los impulsores de la práctica del ajedrez y del dominó en el Parque Santa Catalina, en Las Palmas de Gran Canaria. Eduardo Vargas se había mudado con sus padres desde su Sevilla natal, para fijar su residencia en la Isla, donde formaría su familia. Tras superar una adolescencia complicada, con los años optó por la fotografía, una profesión que siempre le apasionó y que perfeccionó.

En los años 60 pidió a las autoridades que se adecuara un espacio próximo al de su cuarto de fotos para jugar al ajedrez y al dominó, una actividad que sigue dando hoy en día un colorido especial al Parque.