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Lomo Blanco y sus dos aniversarios

El Patronato de Viviendas San José Artesano y la parroquia del barrio cumplen 50 años

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La parroquia San José Artesano, en Lomo Blanco, cumple medio siglo de vida Andrés Cruz

La covid 19 ha impedido cualquier celebración en los barrios, aunque en Lomo Blanco por partida doble. El pasado año se suspendieron los preparativos que se habían organizado como motivo del cincuenta aniversario del Patronato de viviendas San José Artesano y este año le toca al turno a la parroquia.

La parroquia San José Artesano, en Lomo Blanco, cumple medio siglo de vida, aunque no ha podido celebrarlo con los vecinos debido a la pandemia del coronavirus. Construida al amparo del desarrollo demográfico que experimentó esta parte del extrarradio de Las Palmas de Gran Canaria en los años 60 y 70, principalmente con la construcción de las viviendas del patronato San José Artesano, hoy atiende a los habitantes de la zona y a los de La Matula, Lomo Verdejo y El Secadero.

No es la única iglesia de la ciudad que cumple cincuenta años en este 2021. En la misma fecha -11 de febrero de 1971- se fundó también Nuestra Señora de Los Remedios, en el barrio de Casablanca I, y el 13 de mayo Nuestra Señora de Fátima, en Pedro Hidalgo.

La covid-19 también impidió el pasado año iniciar los festejos por el cincuentenario de la edificación de la colonia de viviendas del Patronato San José Artesano, para la que se había creado incluso una comisión de fiestas.

Tanto la parroquia como la colonia se construyeron a la par bajo la filosofía de un barrio modelo en la que hubiera iglesia, escuela, guardería, mercado, zona deportiva y jardines. El Patronato San José Obrero, una constructora benéfica de Viviendas de Cáritas Diocesana, ya había levantado casas en Teror y Gáldar, pero la empresa en Las Palmas de Gran Canaria sería de mayor envergadura: edificar mil hogares en tres años para paliar la escasez de pisos que había en la ciudad para las familias humildes, muchas de las cuales vivían hacinadas en hogares que no reunían habitabilidad. Y en ese diseño urbanístico no podía faltar la parroquia como elemento cohexionador de la vecindad.

La idea había partido de un grupo de seglares comprometidos socialmente en 1967 pero necesitaban de una entidad que apoyase la iniciativa, de ahí que se contará con el Patronato Diocesano. Su respaldo y los créditos estatales para vivienda pública hicieron posible la colonia de 65 bloques, que se construyó sobre unos terrenos donados por María Suárez Cabrera y otros adquiridos a bajo precio por Dragados y Construcciones por más de 1,5 millones de euros.

Para lograr fondos se ideó incluso una tómbola benéfica en los que se sorteó un piso en Casablanca y dos coches, entre otros premios, y se llegó a solicitar el apadrinamiento de familias. Era tal la necesidad de vivienda en la ciudad, que el Patronato llegó a recibir más de 2.200 solicitudes.

Los pisos no fueron gratis, sino que las familias obreras, procedentes de Guanarteme, La Isleta, Teror y Tejeda; entre otros puntos, tuvieron que adquirirlas con ayudas y cuotas asequibles.

El Obispo de la Diócesis, Infantes Florido, bendijo el 3 de febrero de 1969 la obra, cuyas primeras viviendas comenzaron a entregarse en enero de 1971 por el ministro de Vivienda del momento. El éxito fue tal que el Patronato se animó a construir 2.300 casas en Jinámar.

El actual párroco Juan Carlos Arencibia confiesa que se trata ya de una barriada de gente mayor, que nada tiene que ver con los inicios, “llenó de jóvenes matrimonios y de familias con niños y donde todo era ilusión”. “Sigue teniendo su encanto; hay un ambiente de pueblo, en el que todos se conocen, se ayudan, aunque la Circunvalación ha roto un poco con esa idiosincrasia”, reconoce el cura, al mando desde hace 11 años.

La parroquia ha recordado el aniversario con una exposición fotográfica en el interior de la iglesia y un calendario y hace unos domingos el propio Obispo José Mazuelos ofició una misa.

Arencibia indica que, como en otros barrios, también las familias de Lomo Blanco tienen necesidades. “Las atenciones que ofrecemos son diversas, desde asistir a las familias que están afectadas por la crisis económica, a personas a las que hay que acompañar en la búsqueda de empleo, enfermos que necesitan consuelo”, dice el cura. En la actualidad, Cáritas parroquial asiste a unos 50 familias.

El párroco señala que, aunque en mayo se inauguró un nuevo parque en los terrenos del antiguo campo de fútbol, el barrio necesita mejorar su conexión con la ciudad a través del transporte público, así como ampliar el local social y cultural, entre otras actuaciones.

El presidente de la comisión de fiestas San José-Lomo Blanco Yahveh Santana, que lleva 33 años en Lomo Blanco, es también de la misma opinión. “Hemos ganado con la Circunvalación, aunque ha dejado al barrio dividido, pero necesitamos un transporte público digno, con más horarios y que entre en el barrio”, puntualiza. Añade además mejoras en los jardines y en la movilidad vertical dado que están sobre una loma.

La intención de la comisión de fiestas era volver a “unificar al barrio” con los festejos y restituir ese ambiente de pueblo que existía al comienzo en Lomo Blanco, cuyas señas de identidad siguen en parte vivas con el mural del cuadro de Picasso, Guernica, la emisora comunitaria Radio Guiniguada y el club deportivo Lomo Blanco San José Artesano.

Arriba, la parroquia y bloques de la colonia, construida entre 1968-70 por el Patronato Diocesano San José Artesano. Sobre estas líneas, Juana Navarro, uno de cuyas familias llegó al barrrio hace 50 años con el calendario aniversario de la iglesia y el mural del Guernica. |

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