Los vecinos de la calle Matías Padrón, en el barrio de Arenales de Las Palmas de Gran Canaria, solicitan más información sobre la futura expropiación y demolición de sus viviendas. “Queremos que se sienten con nosotros a hablar y que nos expliquen cuáles son los planes para esta parcela”, señala Iván Suárez, presidente de la comunidad de propietarios del número 45 de la citada vía. El Plan General de Ordenación (PGO) recoge desde hace décadas la construcción de un parque urbano en la manzana delimitada por Matías Padrón, Carvajal, Suárez Naranjo y Pamochamoso; y para ello el Consistorio lleva cinco años con el proceso de compra y derribo de los inmuebles allí situados.

Desde el área de Urbanismo, que dirige el edil Javier Doreste, aseguran que han mantenido encuentros con “varios vecinos” de la zona. No obstante, estas mismas fuentes municipales afirman que el Ayuntamiento “intentará atenderles o mantener un encuentro”, con el objetivo de “estudiar sus demandas e informarles de lo que la concejalía está haciendo en la zona”.

El último de los edificios de la citada manzana en caer bajo la piqueta ha sido el número 47 de Matías Padrón, pared con pared con esta comunidad de vecinos. “Denunciamos ante el Ayuntamiento la obra hasta en tres ocasiones”, apunta Suárez; a saber, el 5 de enero, el 13 de ese mismo mes y, por último, el 4 de febrero. Y es que desde esta comunidad de propietarios de 16 viviendas -repartidas en cuatro alturas- aseguran que “en ningún momento” les avisaron de que iba a iniciarse el derribo del inmueble contiguo al suyo, “algo a lo que deberían estar obligados, por las molestías que pueden provocarnos”.

Durante estas semanas afirman que han tenido que soportar los molestos ruidos de la piqueta, fuertes vibraciones en el interior de sus casas, además de todo el polvo que genera la obra. “Hasta nos han provocado un desconchón en una de las paredes que lindaban con el edificio que han tirado, ¿tenemos garantías de que van a arreglarnos eso?”, señala el también abogado Iván Suárez. Es más, añade que, tras ponerse en contacto con un miembro del Ayuntamiento este le aseguro que “el proceso de expropiación se iniciaría este año”.

“Al tirar el edificio de al lado nos han desconchado una pared”, apunta Iván Suárez, abogado

Según el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, están procediendo a derribar los inmuebles de dicha manzana a medida que estos son adquiridos por parte del Consistorio por motivos de seguridad. “No entendemos por qué no esperan a expropiarlos todos y ya luego tirarlos”, señala Suárez. “En los solares que quedan podrían meterse ocupas, ratas y además dejan los cables que estaban pegados a las fachadas”, explica.

Este grupo de vecinos conocía ya el plan de reconversión urbana en el corazón de Arenales, pues en 1998 -bajo el mandato del popular José Manuel Soria- presentaron alegaciones contra la misma. Pero, afirman que no han tenido “noticias recientes” del Ayuntamiento a cerca de una expropiación en el corto o medio plazo. Doreste señaló a este diario hace dos semanas que están negociando con varios de los propietarios de la zona para avanzar el proceso. Fuentes municipales señalan que este grupo de vecinos “debería” ponerse en contacto con el servicio de Urbanismo con el objetivo de “concertar una reunión”, principal petición de estos vecinos.

En total, quedan por comprar y derribar seis inmuebles. Cuatro de estos en Matías Padrón -dos casas terreras antiguas y dos edificios de cuatro alturas con local comercial en el bajo-; otro estaría en la esquina de esta vía con Carvajal -con tres plantas- y el último en cuestión se trata de una vivienda de dos pisos. Quedarían en pie el Centro Cívico Suárez Naranjo y el colegio Nanda Cambres; además de una casita que sirve de almacén para el servicio de Limpieza.