El Liceo Francés Internacional de Gran Canaria René-Verneau es un centro con tradición en la Isla: abierto en 1974, pasaría a integrar la red de la Misión Laica Francesa en 1986, para difundir los valores de la cultura y la lengua francesa y, lo que no es menos relevante, una enseñanza laica y multicultural. Su modelo está avalado por su éxito en un total de 121 colegios repartidos por 45 países, y con una formación constante de unos 45.000 estudiantes cada año. No es un colegio cualquiera: es todo un concepto educativo global, multidisciplinar y con un espectro amplio en la tarea de formar para el mañana.  

El centro internacional de Gran Canaria enseña en tres idiomas (francés, español e inglés, este último certificado con la Universidad de Cambridge en nivel C2), desde Infantil a Bachillerato, y ofrece una doble titulación que permite a su alumnado disponer de las mejores opciones para continuar con su carrera y explotar su talento. Sus instalaciones en Taliarte, en el municipio de Telde, disponen además de amplias zonas abiertas y cancha deportiva, que no sólo se emplea en la educación física: también es un área para continuar con el avance en las materias, para el juego o la exposición de los trabajos. El espacio también se extiende al ámbito digital, con una formación fluida y actualizada en este punto.

Distintos momentos de la actividad diaria en el LFIGC: desde el laboratorio a la cancha. Un

Lo mismo ocurre con la realidad que deja el impacto de la pandemia provocada por la COVID-19. El LFIGC ha aplicado desde el comienzo los estrictos protocolos y medidas de seguridad que demanda una actividad educativa responsable. Una adaptación a las circunstancias en cierto modo natural en un centro cuyo equipo directivo y docente trabaja siempre con una perspectiva de presente y futuro. 

El alumnado desarrolla su talento en dos culturas: la francesa y la española

La oferta del Liceo Francés Internacional de Gran Canaria se completa con instalaciones como su laboratorio o su mediateca. O un completo servicio de comedor (EcoComedores), con opciones para las diferentes exigencias que plantean las familias sobre este particular: por encima de todo, una alimentación saludable y de calidad. Durante el curso se mantiene una permanente comunicación familiar, reforzada por el AMPA. Y un contacto habitual con antiguo alumnado que no olvida el camino recorrido en sus aulas. Jóvenes y no tan jóvenes que aún hoy proyectan la cultura y conocimientos adquiridos en un modelo educativo en el que el objetivo siempre es el desarrollo de su talento.