La Provincia - Diario de Las Palmas

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Las primeras experiencias como nómadas digitales

Cuatro jóvenes de distintas procedencias comparten con LA PROVINCIA su estancia en la capital grancanaria

Las primeras experiencias como nómadas digitales José Carlos Guerra

La pandemia ha obligado a numerosas empresas a apostar por el teletrabajo. Esto, junto con la crisis económica generada por la situación sanitaria ha llevado a muchos jóvenes de medio mundo a buscar una alternativa de vida. Las fuertes restricciones para contener los contagios de Covid-19 en la mayoría de los países de Europa han llevado a cientos de personas a viajar a Canarias para teletrabajar y, al mismo tiempo, disfrutar del clima y de una hostelería que ha permanecido abierta en todo momento, a diferencia de lo que ocurre en Francia o Alemania, donde bares y restaurantes llevan cerrados desde otoño. Y en este sentido, muchos han escogido a la capital grancanaria como destino predilecto.

Países Bajos, República Checa, Suecia o Italia son solo algunos de los países de donde son originarios estos remote workers, incluso, algunos han llegado desde la Península. Son jóvenes que han decidido hacer la maleta y trabajar a distancia por primera vez en su vida. En pocos días se han convertido en amantes de la gastronomía canaria, del clima y los paisajes de las Islas; de hecho, la mayoría ha visitado al menos dos durante su estancia y han recorrido mil y un rincones de Gran Canaria. Tres chicos y una chica de distintas procedencias han querido compartir con LA PROVINCIA sus primeras experiencias como nómadas digitales en Las Palmas de Gran Canaria:

Daniel Gómez. Analista web.

Daniel Gómez

Galicia. Analista web.

Daniel Gómez llegó a la Isla en octubre para pasar unos días. “Me encantó, volví a Madrid, pero pensé seriamente teletrabajar desde Canarias, empezaba a hacer frío y había un baile de restricciones”, explica. “Estuve mirando dónde quedarme; Las Palmas tiene playa, tiene una comunidad de nómadas digitales y es una ciudad grande”, relata, “así que compré un billete de ida sin retorno”. Este analista digital nunca había vivido algo así, el verano pasado trabajó desde casa de sus padres en Galicia, pero no era lo mismo, señala. Al llegar le costó encontrar un alojamiento, “pasé por hasta cinco airBnbs distintos en un mes”, indica. “Era super complicado encontrar algo ajustado a mi presupuesto”, destaca, pues el sueldo medio español es inferior al de otros países europeos que ya eran antes emisores de nómadas digitales. Tras disfrutar durante estos meses de la capital, ha dado el salto a diferentes islas -ahora se encuentra en La Palma de Semana Santa-, y no sabe cuándo volverá a Madrid.

Las primeras experiencias como nómadas digitales

Dasa Gebauer

Chequía. Marketing.

Dasa Gebauer trabaja en la dirección de marketing de una empresa checa; tras un año de duras restricciones pensó que debía darle un giro de 360º a su vida. “Necesitaba un cambio de aires”, apunta. “Elegí Canarias por el buen clima y encima no había que hacer cuarentena al llegar”, explica. El hecho de seguir en la Unión Europea y mantener tan solo una hora de diferencia con respecto a Europa central, hicieron el resto. “Esta está siendo mi primera experiencia con un trabajo remoto desde otra ciudad”, precisa, por lo que era mejor no arriesgar. Su idea era regresar esta Semana Santa, pero la situación en su país le ha obligado a quedarse al menos dos semanas más.

Peter Bain

Reino Unido. Contable.

Peter Bain pasó el primer confinamiento de 2020 solo en Londres y al pasar los meses decidió que “la vida es muy corta”, cuenta. “Tenía que hacer algo, fui unos meses a Barcelona, pero en octubre vine a Las Palmas, no quería regresar a Inglaterra”, relata, no quería volver a estar confinado. “Me decanté por la capital grancanaria y no por Maspalomas, porque tiene una vida más relajada, más oferta cultural y es más auténtica”, precisa. “Me encanta la ciudad”, reconoce. A finales de marzo regresó a Londres, pero su idea es volver a teletrabajar desde Gran Canaria, por lo que está pendiente de la VISA, explica, un trámite necesario tras el Brexit.

Las primeras experiencias como nómadas digitales

Valentin Radigois

Suiza. Desarrollador web

Valentín Radigois trabajó durante cinco años como desarrollador web en Zurich, Suiza, hasta que decidió ser freelance; pero el alto coste de la vida en dicha ciudad le llevó a hacer las maletas. “Primero me fui seis meses a Barcelona y no me gustó”, apunta. Comenzó a buscar una alternativa. “Apliqué para ser voluntario en albergues en distintas ciudades y Las Palmas era una buena opción”, resalta. Le llamaron de varios sitios, pero en Gran Canaria tenía asegurado el sol en pleno invierno y la ausencia de cuarentena, a diferencia de lo que ocurría entonces en Dinamarca, su otra opción. “Me encanta esto, la verdad es que nunca pensé que me quedaría tanto tiempo”, destacó el informático. Llegó a la Isla en febrero y prevé quedarse hasta mayo, aunque todo dependa de las restricciones que imponga Suiza. “Ahora mismo España no está en la lista roja, pero todo puede cambiar en pocas semanas”, recalca.

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