La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado este jueves a dos años y medio de cárcel a un hombre que intentó matar a otro en la capital grancanaria.
En el juicio que se llevó en contra de Anas S. acusado por un delito de homicidio en grado de tentativa por el que la Fiscalía le requirió en un principio una condena de seis años de prisión, el procesado admitió los hechos. Fue por ello que la representante del ministerio público acordó disminuir la pena a dos años y medio de cárcel.
La defensa del ahora condenado se adhirió a lo solicitado por la acusación pública y el acusado también aceptó la imposición de esa condena privativa de libertad por lo que, tras llegar a un acuerdo, el magistrado ponente Emilio Moya aseveró que se dictaría sentencia con las condiciones pactadas por las dos partes.
Los hechos, narrados por la Fiscalía en su escrito de conclusiones finales, ocurrieron sobre las 12.00 horas del pasado 26 de abril de 2020 cuando el procesado -de origen marroquí y en situación irregular en el país- se encontraba en una vivienda en la calle Luis Morote en compañía de la víctima a quien intentó asestarle una puñalada en el estómago sin llegar a conseguirlo puesto que el agredido logró coger el cuchillo con la mano y apartarlo de su zona abdominal.
Además, el encausado que fue asistido en la vista oral por un intérprete árabe cuenta con un antecedente penal por un delito leve de hurto cometido el pasado 24 de octubre de 2019 cuya sentencia ya es firme y por la que se le condenó a 60 euros de multa. Además, ha estado en prisión preventiva por esta causa desde el 28 de abril de 2020 por lo que le resta cumplir un año y medio de privativa de libertad.
Heridas
Según el Ministerio Fiscal, la víctima presentó a consecuencia de estos hechos una herida corto contusa entre dos de los dedos de la mano izquierda, y otra punzante de un centímetro en la región cervical. Por esto requirió de una primera asistencia facultativa y sutura de cinco puntos en la lesión de la mano, así como diez días “impeditivos” para la realización de sus ocupaciones habituales que no le han dejado secuelas.
El procesado deberá indemnizar al agredido con la cantidad de 939 euros por los daños causados. Tampoco se podrá acercar a él durante tres años y medio, además la acusación pública ha requerido que se le sustituya la ejecución de la pena por la expulsión del país cuando ya haya cumplido dos tercios de la condena, es decir, 20 meses.
