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Tribunales

El fiscal rebaja de nueve a seis la petición de cárcel para un traficante de drogas

El hombre de 40 años que fue interceptado cuando pretendía sacar vía marítima 160 kilos de cocaína en el Puerto de La Luz llegó a un acuerdo con la Fiscalía

El acusado de haber sustraído droga en el Puerto de La Luz

El fiscal ha rebajado este lunes de nueve a seis años y un día la petición de condena al acusado de sustraer 160 kilogramos de cocaína de un contenedor en el Puerto de La Luz en 2019 tras llegar a un acuerdo debido a la confesión del traficante de drogas durante el juicio celebrado en su contra como autor de un delito de salud pública.

Los hechos sucedieron sobre las 23:00 horas del día 29 de octubre de 2019 cuando, según lo relatado por el Ministerio Fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, Roberto M. P. de 40 años fue sorprendido por un vigilante de seguridad de la terminal de contenedores OPCSA mientras intentaba extraer vía marítima 168,34 kilogramos de cocaína con una riqueza media del 91,66%. La acusación pública señaló que el acusado pretendía, “con total desprecio hacia la salud ajena, a destinar a su distribución y venta a terceras personas”. Un relato que el encausado aseguró conocer y con el que se conformó.

El procesado que admitió los hechos ante el magistrado presidente de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas Emilio Moya, emprendió la huida pero fue interceptado sobre las 00:30 del día 30 de octubre de 2020, por agentes de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria y la Guardia Civil en las escolleras de la Avenida Marítima. Además, el ministerio público sostuvo que la cantidad incautada tiene un valor aproximado en el mercado de seis millones de euros.

Roberto M. P. estuvo detenido por esta causa desde el 30 de octubre de 2.019 y se encuentra en prisión provisional desde el 1 de noviembre del mismo año. Asimismo, le intervinieron en el momento de su detención dos propulsores acuáticos que utilizó durante su huida desde la Luz, los cuales, además, fueron “entregados a sus legítimos propietarios ya que se los habían sustraído personas que no han sido identificadas”.

El único testigo que depuso en acto de juicio fue un fiscal del Puerto quien sostuvo que recibió la llamada de alerta sobre que alguien estaba dentro del terminal en torno a las 23.00 horas. En la primera inspección ocular, reseñó, observaron que había un contenedor de azúcar abierto por lo que la misma estaba regada por el suelo. 

Pasada una media hora mandó a una comisión a la Avenida Marítima porque “en el terminal los primeros que actuaron escuchaban ruidos, voces y también vieron debajo del agua una luz que se dirigía a la avenida con dirección a Juan XXIII y la calle Carvajal”. 

Una vez que llegaron, y con el apoyo de la Policía Local, hicieron una batida en la que lograron detener al autor confeso que estaba escondido en el agua y llevaba puesto un traje de neopreno pero encima no llevaba nada. Mientras que a escasos metros consiguieron dos propulsores acuáticos de los que uno era utilizado por él para desplazarse bajo el mar. A su vez explicó que hallaron un bolso negro con unos “20 ladrillos” y, al día siguiente, tras la autorización de aduana, inspeccionaron el contenedor que tenía “otros 170 que contenían en total unos 180 kilogramos de cocaína”.

Debido a que el procesado admitió los hechos y, al acuerdo al que llegaron las partes, el fiscal resolvió disminuir la petición de condena privativa de libertad de nueve a seis años y un día, así como una reducción de la multa que establecía en 23 millones de euros y que rebajó a seis millones por un delito de salud pública en su modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud y en cantidad de notoria importancia. Una condena con la que el acusado manifestó estar de acuerdo. El juicio ha quedado visto para sentencia. 

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