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Patrimonio

Hidalgo prepara una factoría cultural en Fyffes tras adquirir el edificio por 9 millones

La compañía británica fue la primera que exportó junto a Elder los plátanos canarios | Cultura inicia el plan director para crear un gran centro creativo en el Puerto

Fachada de la casa Fyffes que da a la calle Eduardo Benot. | | JOSÉ CARLOS GUERRA

De viejo almacén de plátanos y consignataria a contenedor de creación cultural. Tras permanecer abandonada desde hace 34 años, la casa Fyffes, -que toma el nombre de la compañía del mismo nombre -la primera que exportó a Inglaterra junto con Elder los plátanos de Canarias- tendrá por fin un nuevo uso y será habitada de nuevo.

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ya figura como el propietario de la vieja nave de 1.000 metros cuadrados que se coge toda la manzana que linda con las calles Eduardo Benot, Albareda, Pedro del Castillo Westerling y Salvador Cuyás, justo al lado del Refugio. Los vecinos de la zona han empezado a ver movimiento en el edificio durante las últimas semanas, con operarios sacando la basura que se ha acumulado en su interior durante 34 años, un periodo de tiempo en el que ha habido hasta okupas. De hecho, algunas ventanas están tapiadas con bloques para evitar nuevas ocupaciones. El edificio está protegido y aparece en el catálogo con el nombre de Almacenes Elder & Fyffes.

El edificio lleva 34 años abandonado, desde que lo dejó la consignataria de José María Ortíz

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Según el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, el Ayuntamiento ha pagado 9,3 millones por la compra al Estado del edificio, una cantidad que casi dobla el máximo que pretendía pagar el gobierno municipal, pero que es la mitad de lo que pedía Patrimonio del Estado. El consistorio aspiraba a hacerse con la propiedad del edificio, desde el mandato de Jerónimo Saavedra, quien negoció con Madrid para que le cediera gratis el almacén, un acuerdo imposible.

De hecho, el tripartito ha tenido que esperar a la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Canarias que ha dado fin al litigio y ha fijado en 9,3 millones el precio de la nave. Doreste señaló que Patrimonio del Estado, a quien pertenecía la nave desde que dejó de tener uso portuario, pedía 17 millones, mientras que el Ayuntamiento valoraba la valoraba en cinco millones. “Estábamos a la espera de una sentencia que estableciera su coste”, recordó el concejal, que añadió que el pleno de octubre del pasado año aprobó la adquisición del almacén. Fuentes de la Concejalía de Cultura, que dirige Encarna Galván, señalaron que se ya se ha iniciado la redacción del plan director, que establecerá los usos culturales que tendrá, el modelo de gestión y “su papel como activador en términos culturales, sociales y económicos, no sólo del litoral norte, sino del conjunto de la ciudad”. Una vez se concreten los usos, se proyectará la intervención arquitectónica. El objetivo es convertir el inmueble en un laboratorio de ideas que fomente el talento joven y potencie la creación en las artes escénicas, visuales y musicales.

Saavedra intentó conseguir la nave gratis, pero el Estado llegó a pedir hasta 17 millones

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El actual edificio, que fue diseñado por Fernando Navarro, se construyó en una fecha no aclarada entre 1907 y 1930, tras el incendio del anterior, que se remontaba a finales del siglo XIX. El primer concesionario de la nave, que en esa época estaba dentro del ámbito portuario y tenía muelle, fue Andrés Macías y Macías, que se instaló en 1895. En 1903 pasó a manos de la consignataria Elder & Fyffes y funcionó como almacén de plátanos hasta 1940, cuando la consignataria de Camilo Martinón se hizo con la concesión. Albergó entonces los talleres La Naval, que se dedicaban a reparaciones navales, un almacén de bebidas y las oficinas de varias consignatarias. Martinón cerró en 1984 y le sucedió el consignatario José María Ortiz, que mantuvo sus oficinas en la casa roja hasta 1987. Desde entonces está cerrada.

Los últimos habitantes


A lo largo de los más de 30 años que ha estado abandonada a su suerte, la casa ha sido tomada por varios okupas. Los últimos fueron desalojados en 2017 y se llegaron a contar hasta una decena. En relación con la nave se ha hablado de instalar en ella un museo relacionado con el Carnaval en el mandato de Juan José Cardona y la Asociación Canaria de Coleccionistas Marítimos planteó en 2020 la instalación de un Museo del Mar, dada la estrecha relación que el edificio ha tenido siempre con el Puerto. Sin embargo, el Ayuntamiento, que asegura desconocer lo que costará la rehabilitación y puesta en marcha del laboratorio creativo, ha optado por instalar en la casa Fyffes uno de los tres centros culturales que se proyectan en la ciudad. Los otros dos están en Tamaraceite, cuyas obras acaban de empezar, y Guanarteme. | T. G.

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