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La muerte silenciosa bajo el agua

Sebastián Quintana presenta en el museo Elder el primer documental del mundo sobre prevención de ahogamientos | Recoge el relato de afectados y expertos

Arantxa Rodríguez (subdirectora del museo Elder), Kevin Rodríguez, Sebastián Quintana, José Gilberto Moreno (director del Museo) y Sandra Pruckmayr (a la derecha), ayer, durante el preestreno. | | ANDRÉS CRUZ

La muerte por ahogamiento es conocida como la muerte silenciosa, porque las víctimas se ven imposibilitados para pedir auxilio. Pero no debe seguir siendo la muerte silenciada, cuando es una de las causas más numerosas de mortalidad por accidente. Sebastián Quintana y la plataforma ‘Canarias 1.500 kilómetros de costa’ presentan mañana en el edificio Elder de Las Palmas de Gran Canaria ‘Desahogo’, el primer documental del mundo sobre la prevención de este tipo de muertes. El vídeo, de 120 minutos de duración (distribuidos en dos capítulos), recoge el relato de 10 personas que narran sus experiencias personales y familiares de este tipo de tragedias, la opinión de expertos de distintos países que ofrecen sus visiones profesionales sobre cómo actuar y el recorrido de este colectivo grancanario para sensibilizar a las instituciones sobre la importancia de tomar medidas preventivas, porque estas situaciones «son evitables».

Casi medio millar de ahogamientos en España cada año, de los cuales medio centenar ocurrieron en el litoral de las Islas. Es una de las muertes por accidente más numerosas en el mundo. Y, al menos en el caso de Canarias, supera a los accidentes de tráfico. Estos son algunos datos que reflejan las estadísticas. Sin embargo, detrás de estos números se esconden experiencias traumáticas, que perviven en el tiempo.

‘Desahogo’ recoge algunos de esos relatos emocionados de quienes han vivido estas experiencias reales, sin caer en el sensacionalismo. El director lo define como un ‘bio-repor-docu’, que lo resume en que se trata de la suma de una biografía, un reportaje y un documental. Y en él se recogen expresiones como «estuve en una etapa de sin tiempo», tras la muerte de un hijo adolescente. Y que un niño se puede ahogar en 27 segundos, por lo que hay que tenerle siempre un ojo encima.

El vídeo visibiliza el testimonio de un joven padre que padeció la muerte de su bebé en una fuente en el sur de Gran Canaria, dentro de un parque al que acudió para celebrar con otros niños su inicio como voluntario de Cruz Roja.

Salvados

La experiencia del fotógrafo Rafael Giraldo, que logró flotar cerca de 12 horas hasta que alcanzó una piscifactoría en Castillo del Romeral, gracias a la técnica de estar en posición fetal, evitando así los incalculables calambres que sufrió en todo el cuerpo y el frío.

Y el caso de una madre argentina, que cuenta cómo su hijo adolescente se metió en una playa para quitarse la arena antes de irse, y dejó de hacer pie y ya no pudo salir. Pero también la tragedia de tres jóvenes policías nacionales en Galicia que hicieron una cadena humana para auxiliar a una persona en apuros en la mañana del 27 de enero de 2012, y el mar se los llevó, vista por unos padres. En este caso, un especialista recomendó que nunca se haga esta fórmula de rescate, porque el oleaje les puede arrastrar a todos.

Y una persona que cuenta cómo su hermano estaba colaborando en una travesía a nado en el río Paraná de Paraguay y perdió la vida junto a otras siete víctimas por el mal tiempo y una barcaza suelta, después de haber ayudado a numerosos deportistas a salir con vida. Sin dejar de lado el trauma de unas hermanas que se salvaron por los pelos cuando eran niñas en la playa de La Laja, después de echarse al agua con una cámara de la goma de un camión, como era muy habitual en la época. Ellas sobrevivieron gracias a unas personas que estaban en las proximidades con una embarcación. Pero la secuela mental le duró hasta la actualidad.

De ahí la participación de la sicóloga de una universidad argentina especializada en atender este tipo de sucesos, que habló del llamado «síndrome de la inmortalidad», en el que los seres humanos pensamos que los accidentes solo le ocurren a los demás. Sobre todo, cuando se es joven. Pero nada más lejos de la realidad. Sin dejar de lado el caso de una niña que fue a la guardería y se cayó dentro del cubrepiscina, sin que nadie se percatara de que había salido del aula.

Y el padre que rememora cuando su hijo, muy aficionado a la pesca, fue a coger unas lapas para una fiesta y se lo llevó una ola, al igual que un padre y su pequeña hija en Las Graciosa.

«En el agua somos todos vulnerables y la educación es fundamental para prevenir estos accidentes». Así se cuenta en una de las entrevistas. De ahí que no falten la presencia de los monitores educando a los bebés dentro del agua desde los primeros años de vida, con la ayuda de los padres, en el Centro Insular de Deportes. Una enseñanza para saber nadar, pero también para saber cómo salir del agua. Y es que un despiste con un niño de 27 segundos puede terminar en tragedia.

Repercusión

El equipo ha tardado dos años en concluir este reportaje, que les llevó por cinco países. Las imágenes fueron tomadas en Canarias y Galicia, y en Colombia, Argentina, Bélgica y Paraguay. En principìo iban a alcanzar otros países de Europa y América, pero la pandemia obligó a retocar la programación.

Las jornadas de grabaciones se han resumido ahora a dos horas, que mañana se proyectarán en el museo Elder, antes de su difusión por la Televisión Canaria y la televisión autonómica gallega.

‘Canarias 1.500 kilómetros de costa’ ha contado con un presupuesto de 80.000 euros, subvencionado por el Cabildo de Gran Canaria. Sebastián Quintana destaca que ‘Desahogo’ es el primer documenta del mundo sobre prevención de ahogamientos. Los protagonistas de esas historias «fueron víctimas de un episodio de sumersión. En unos casos, con resultado fatal y en otros lograron sobrevivir. Los familiares de los que fallecieron detallan lo sucedido y, por primera vez, se desahogan, expresando su dolor y lo que sintieron tras la inesperada pérdida. El director afirma: “He querido mostrar el mundo interior de las víctimas de accidentes acuáticos». Intercalado entre los casos reales, una veinte expertos, los más reputados del mundo, dan pautas, análisis y consejos de cómo prevenir un ahogamiento, fenómeno al que la OMS define como “un problema de salud pública de primer nivel en todo el mundo”. Médicos, rescatadores aéreos, psicólogos, socorristas e investigadores de distintas universidades hacen valiosas aportaciones ante un ahogamiento», según el director. Y en ellos también se constata que los primeros cinco minutos son fundamentales en un rescate.

Una parte de contenido del documental relata los pasos dados ante las Administraciones para conseguir que conozcan la relevancia y gravedad de este tipo de sucesos. Primero en el Parlamento de Canarias. Más tarde ante la Unión Europea. Y, recientemente, el 28 de abril de este año la Asamblea General de Naciones Unidas hizo un llamamiento a todos los países para implementar medidas que permitan prevenir los ahogamientos, que han provocado más de 2,5 millones de muertes en la última década. La resolución pidió a los países que tomen medidas para hacerle frente.

La asamblea subrayó que los ahogamientos “son evitables” utilizando “intervenciones de bajo costo” y reclamó a los países a considerar lecciones de seguridad dentro del agua, natación y primeros auxilios como parte del programa escolar. Además, alienta a las naciones a promulgar leyes de seguridad acuática.

El documental deja claro que los ahogamientos son evitables. Tal es así, que el 80% se produce por una negligencia o imprudencia (como ignorar la bandera roja de prohibido bañarse). Y el 20% acaba en tragedia. Y para ello la prevención debe llegar a las aulas, como pasa con la seguridad vial.

‘Desahogo’ de dos horas


‘Desahogo’ es el primer documental sobre prevención de ahogamientos en el mundo. Está producido en dos capítulos de 60 minutos cada año, e incluye subtítulos en inglés. La dirección y guión son de Sebastián Quintana, con música original de Francisco Marín. En su ficha técnica aparecen como cámaras Aridani González, José Carlos Pitti, Magec Betancor, y Marguineguín Producciones, con Carlos Brito (dron) y Raúl Báez (dron), Arnán Armas y Ángel Hernández. El montaje ha sido un trabajo de Aridani González, José Carlos Pitti y Magec Betancor. El rodaje se desarrolló en Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa (Canarias). En la Península, se localizó en distintos puntos de Galicia. En el extranjero, en Colombia, Bélgica, Buenos Aires y Paraguay. En la redacción colaboró Davinia Martín, siendo la voz en off de Sebastián Quintana. El documental contó como consultor médico con Antonio Rodríguez; asesorando en la traducción Sandra Pruckmayr; y la traductora Carolina Muñoz. El documental se presenta oficialmente mañana en el museo Elder, de Las Palmas de Gran Canaria, con la presencia del presidente de Bandera Azul España, José Palacios. | J. B.

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