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Las cinco claves del nuevo frente marítimo de la capital grancanaria

El proyecto prevé ganar 5.000 metros de espacios peatonales, visibilizar el Museo Naval y crear aparcamientos para el Náutico

Estudio urbanístico y preliminar de movilidad: ámbitos de playa de Las Alcaravaneras, Mesa y López y Base Naval

Estudio urbanístico y preliminar de movilidad: ámbitos de playa de Las Alcaravaneras, Mesa y López y Base Naval La Provincia

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Estudio urbanístico y preliminar de movilidad: ámbitos de playa de Las Alcaravaneras, Mesa y López y Base Naval Christian Afonso

La transformación del frente marítimo de Las Palmas de Gran Canaria entre la playa de Las Alcaravaneras y el muelle Santa Catalina salvó uno de sus últimos escollos con el visto bueno de los socios del Real Club Náutico de Gran Canaria. De esta forma, el Ayuntamiento de la ciudad pondrá en marcha un ambicioso proyecto, el mayor cambio que ha experimentado la avenida marítima en las últimas décadas, con el que pretende ganar alrededor de 5.000 metros cuadrados de espacios para el peatón y los vehículos blandos -VMP y bicicletas-, concluyendo en el flamante parque marítimo abierto hace poco entre el Arsenal y la zona de Santa Catalina.

Para ello, el Gobierno tripartito plantea el retranqueo de la Base Naval y del Real Club Náutico en unos 20 metros de media para prolongar ese Parque Marítimo hacia la playa de Las Alcaravaneras. Tras reunirse el pasado mes de noviembre con representantes de la Armada en el Archipiélago, el Consistorio informó que las peticiones y puntualizaciones que se pusieron sobre la mesa eran abordables y que no suponían grandes cambios en el proyecto elaborado por el despacho de arquitectos Romera y Ruiz. A la espera de la decisión del Ministerio de Defensa, que estudia el documento, todo parece indicar que la renovación del frente marítimo se llevará finalmente a cabo en unos términos muy similares a los que planteó desde el principio el Ayuntamiento capitalino.

Según Pedro Romera, uno de los arquitectos redactores del proyecto, este «surge de la necesidad de darle a la ciudad una continuidad en el eje peatonal que recorre el litoral», uniendo la playa de La Laja con la zona de Santa Catalina a través de la Avenida Marítima. La idea que se planteó desde que hace alrededor de cinco años se comenzó con este plan urbanístico fue la de generar una gran T peatonal que conecte Las Canteras, Santa Catalina, el muelle y el eje de Mesa y López con todo el litoral capitalino. Romuera explicó que las principales ciudades del continente «ya están trabajando en cambios profundos en la movilidad, estableciendo espacios públicos, en las calles, insertando nuevos sistemas de transporte público, carriles bici, carriles para correr...». 

«Con el parque marítimo, hemos intentado ganar espacios que den al mar, y en este tramo hemos intentado llegar a acuerdos en la base naval y el Club Náutico» para ganar más espacios para el disfrute de la sociedad canaria y de quienes visiten la capital, según destacó el arquitecto, que es especialista en el urbanismo que conecta el mar con las ciudades. Romera también puntualizó que este es el «momento perfecto» para llevar a cabo esta actuación, que definió como «la más importante en la ciudad en los últimos 30 o 40 años», ya que se han puesto sobre la mesa los fondos europeos para la recuperación tras la pandemia. Al mismo tiempo, agradeció la colaboración que han tenido tanto la Armada como el Real Club Náutico en todo el proceso para «tratar de buscar la alternativa que sea mejor, tanto para la ciudad, como para los socios y usuarios del club y los militares de la Base Naval». 

Recreación del paseo peatonal que unirá Las Alcaravaneras con el muelle Santa Catalina LP/DLP

Unir Las Alcaravaneras con Santa Catalina

El principal objetivo del proyecto de transformación de esta parte del frente marítimo de la ciudad es el de unir la playa de Las Alcaravaneras con el muelle Santa Catalina. Pero más allá de esto, está la intención de crear, en palabras de Pedro Romera, una gran T que conecte el eje de Mesa y López, Santa Catalina y Las Canteras con el resto de la Avenida Marítima hasta llegar a La Laja. En este tramo concreto que pasa por la Base Naval y el Real Club Náutico, se retranqueará alrededor de 20 metros en la mayoría del recorrido, siendo la zona más angosta de 13 metros de anchura, con lo que se ganarán unos 5.000 metros cuadrados de área peatonal y ciclable. Se instalará en todo el paseo vegetación alófila costera, como las palmeras autóctonas, así como zonas de estacionamiento de PMR y carga y descarga, aparcamientos para bicicletas y zonas de recarga. La plataforma será rodonal, para permitir el acceso en unas condiciones de mayor seguridad y visibilidad a los vehículos que entren al aparcamiento del Náutico o a la propia Base Naval, consiguiendo de tal manera un espacio amplio y seguro para el peatón, los ciclistas y también los conductores.

Recreación de la fachada del renovado Museo Naval LP/DLP

El Museo Naval se abre a la ciudad

Una de las principales claves del proyecto elaborado por Romera y Ruiz Arquitectos es la visibilidad que va a ganar el Museo Naval, ahora enclaustrado en el interior del recinto de la Base Naval, sin tener acceso directo a la ciudad. Con el retranqueo de los muros de las instalaciones militares, se prevé derruir el edificio que alberga actualmente el espacio museístico y construir uno nuevo que duplicará su superficie ahora mismo, pero además de ello se cumplirán los estándares expositivos de los museos europeos, creando grandes espacios diáfanos y salas amplias para el disfrute de sus visitantes. Según el arquitecto Pedro Romera, este museo es «un gran desconocido para la ciudad» y, con esta actuación, podría llegar a convertirse en el tercer recinto de este estilo más importante del país tras el de Madrid y el de Cartagena. Además, se permitirá que el centro de reclutamiento también quede abierto al exterior.

Nuevo edificio de aparcamientos para el Náutico LP/DLP

Más aparcamiento para el Náutico

Con el retranqueo de 20 metros del espacio cedido por el Real Club Náutico de Gran Canaria, el centro pierde sus plazas de aparcamiento. Para evitar este problema, el proyecto de transformación del frente marítimo también incluye la construcción de un edificio anexo al principal hacia la Base Naval que albergará un nuevo aparcamiento cubierto de 135 plazas, 36 más de las que tenía en la actualidad, dispuestas en tres plantas sobre rasante y una bajo rasante. Según informó ayer el concejal de Urbanismo de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste, esta obra podría suponer a la ciudad unos dos millones de euros. Crear una alternativa para la pérdida de estacionamiento fue la principal condición que puso la junta directiva de la entidad sociodeportiva para aceptar el plan municipal, pero también que no chocara con la fachada actual del inmueble, con la que se relacionará y creará esa simbiosis. Todo ello con energía limpia.

La actual portada de la Base Naval quedaría exenta y se convertiría en reclamo de la ciudad LP/DLP

Un arco de triunfo como eje

«La portada exenta y el muro de la Base Naval retranqueado va a ser un icono de la ciudad, ese elemento del entorno urbano del que no disponíamos». Así de tajante se mostró ayer Pedro Romera, uno de los redactores del proyecto de transformación del frente marítimo de la ciudad, sobre la actual entrada al recinto militar, que al estar protegida por su carácter singular, no podrá ser demolida. No obstante, quedará como un reclamo más para la capital grancanaria, si bien no tiene las dimensiones de un arco de triunfo. Además, será el punto de entrada a la renovada Mesa y López y cobrará una especial importancia en la alineación con la avenida y su bóveda vegetal. «Lo vimos claro desde el principio, como elemento urbano que puede aportar riqueza paisajística en el interior de la ciudad», agregó el arquitecto. Además, esta construcción podrá ser rodeada en todo su perímetro y quedará abierta para el disfrute de la ciudadanía.

La fachada del Náutico se acercaría a la ciudad y quedaría más visible LP/DLP

Acercar la fachada del Náutico

Al igual que ocurre con el Museo Naval, este proyecto urbanístico también posibilitará acercar e integrar en el paisaje urbano la fachada del Real Club Náutico, edificio construido por el arquitecto madrileño Manuel de la Peña, y que es un claro ejemplo de la arquitectura racionalista en la capital. Según Romera, esta actuación permitirá dotar de más visibilidad desde el paseo al inmueble para que la gente lo pueda apreciar mejor que en la actualidad, tan tapado por el control de acceso, la cartelería, el aparcamiento y la estrechez de la propia acera. Además, se mantendrá el barco de vela que decora la entrada a la entidad, que en estos momentos está siendo rehabilitado, de tal forma que todo el espacio frontal se convierte en un «área simbólica».

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