Un 20% de la oferta de pisos turísticos de la capital grancanaria se ha pasado al alquiler tradicional durante el último año, debido a la falta de turistas por la crisis sanitaria. El trasvase se ha producido pese a que el alquiler vacacional no ha sido de las actividades turísticas más castigadas por los efectos de la pandemia, pero los pequeños propietarios no pudieron aguantar los peores meses sin ingresos y optaron por alquilar a residentes. La vivienda vacacional registra en estos momentos una ocupación de un 60%, un porcentaje que está previsto que se mantenga durante todo el verano tanto en la capital grancanaria como a nivel regional, aunque también es verdad que los precios han bajado con respecto a 2019 por la reducción de la demanda.
Javier Martín, gerente de la Asociación Canaria de Alquiler Vacacional (Ascav), explica la migración hacia el alquiler tradicional por la necesidad de algunos propietarios de contar con algún tipo de ingresos para pagar las hipotecas de los pisos. «Han tenido que redirigir la oferta vacacional al sector de larga temporada porque tienen que hacer frente a sus hipotecas y afrontar gastos y no se podían quedar cruzados de brazos», a la espera de que las circunstancias mejoraran tras el cierre de los países emisores.
Martín calcula que estas viviendas no volverán al mercado vacacional hasta dentro de tres o cuatro años, porque esa suele ser la duración de los contratos. «Hay propietarios», aclara, «que viven exclusivamente de alquilar el piso. Y no les quedó otro remedio», en los momentos más duros de la pandemia, que optar por el alquiler tradicional.
La mayoría de los clientes proceden ahora de Polonia, Francia, Chequia y otros países del Este
En cualquier caso, para los que han podido aguantar los momentos más duros, «el verano está siendo muy bueno», sostiene el responsable de Ascav, que asegura que en estos momentos están a un 60% de ocupación, salvo las casas de zonas rurales o con piscina, que están al 100% desde el año pasado.
Lo que sí ha cambiado, destaca es la nacionalidad de los turistas. Han dejado de venir los ingleses y alemanes, que alquilaban tradicionalmente las casas y los turistas que reservan ahora proceden en su mayoría de Polonia, Francia, Chequia o Hungría, entre otros.
La próxima campaña de invierno está todavía llena de incertidumbre, advierte Ascav
«Están viniendo muchos turistas de los países de Europa del Este porque estamos retomando la política de diversificación de mercados que antes teníamos olvidada y están haciendo efecto», resalta Martín, quien recuerda también las «rutas abiertas con Finlandia y otros países que están esperando por el Gobierno de Canarias. Lo importante ahora», subraya, «es seguir abordando lo más posible la diversificación del mercado y productos para no tener una dependencia de uno o dos mercados». Destaca el «buen verano» que está teniendo el sector, mejor aún que el pasado que, asegura, «no fue tan malo porque al estar muchos hoteles cerrados, pudimos salir adelante. Nuestra versatilidad nos permitió el pasado verano tomar un poquito de aire, aunque en el invierno los cierres continuos de los países emisores y la incertidumbre en Europa lógicamente nos perjudicó, como a todo el mundo». La mayor preocupación del sector es lo que se repita lo mismo con la próxima campaña de invierno. «Estamos en un escenario incierto, que funciona como una especie de montaña rusa, y en el que no se pueden hacer previsiones, porque todavía el virus está aquí y estamos pendientes de ver cómo afectan esas nuevas cepas más contagiosas. El que piense que todo está hecho y nos vamos a recuperar en tres o cuatro meses, como antes, es un insensato».
Ajustes de precios y teletrabajo
Precios. Ajuste a la baja
Los precios del alquiler vacacional han bajado en la capital grancanaria de manera paralela a la demanda y porque ha sido necesario ajustarlos a las características de los teletrabajadores. Según Ascav, «el teletrabajo se ha ido consolidando por parte de muchos extranjeros que se han venido aquí a trabajar durante tres o cuatro meses. En estos casos, hemos bajado los precios, porque este tipo de turistas no soportaría pagar esas cantidades durante varios meses. En general, se han tenido que ir ajustando los precios, porque es una cuestión de mercado. Cuando hay menos demanda, bajan los precios»
Pisos. 4.500 viviendas
El sector vacacional tiene unas 38.000 viviendas en Canarias, de la cuales 4.500 están en la capital grancanaria y representan el 10% del mercado turístico.
Clientes. Países del Este
El cierre de los países emisores de los tradicionales clientes de los pisos turísticos ha cambiado el perfil de los turistas tras la pandemia. La mayoría de los que vienen ahora proceden de Francia, Polonia, Chequia, Hungría y otros países del Este. El sector espera recuperar a los británicos y alemanes que nutrían principalmente las viviendas vacacionales, antes de la llegada del covid-19. Los problemas para salir que hay en estos países convierten las reservas en una especie de montaña rusa, que tan pronto provocan avalanchas de llegadas como se evaporan de un día para otro.
Ocupación. Casas con piscinas
Las casas en entornos rurales y con piscinas están registrando una ocupación total y en estos momentos es prácticamente imposible reservar una para las vacaciones de verano. En el resto de pisos turísticos, la mayor ocupación se registra en el entorno de Las Canteras.
