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Fimar zarpa hacia 2022

La divulgación científica atrae a los visitantes de la Feria

Internacional en la jornada de cierre de su décima edición

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La Feria Internacional del Mar (Fimar) finaliza su edición de 2021 José Carlos Guerra

La Feria Internacional del Mar cerró este domingo sus puertas tras un intenso fin de semana de presentaciones comerciales, charlas divulgativas y actividades marítimas. Pese al formato reducido, el evento consolida su importancia para el sector náutico de la ciudad.

Fue necesario esperar un año y buscar un emplazamiento adecuado para celebrar su décimo aniversario, pero la Feria Internacional del Mar demostró durante este fin de semana que la pasión marítima de la ciudad permanece intacta. La Fimar de la ‘nueva normalidad’ cerró este domingo sus puertas entre bautizos de mar, charlas formativas y demostraciones comerciales, con un formato que ha sabido adaptarse a la situación sanitaria manteniendo su capacidad para generar negocio a las empresas del sector.

El interés por las actividades programadas el último día de Fimar era evidente incluso antes de que la feria abriera sus puertas. Varias decenas de personas, todas con mascarilla y guardando la distancia, esperaban en la explanada de Marina Las Palmas más cercana a la playa de Las Alcaravaneras cuando aún faltaba media hora para el comienzo de la jornada. Dentro del recinto, los responsables de los stands informativos y comerciales preparaban los folletos y las mercancías, mientras los técnicos audiovisuales realizaban los últimos ajustes para retransmitir en directo las charlas que estaban a punto de comenzar.

El jefe de operaciones del buque ‘Relámpago’ explicó la labor de la Armada en Canarias

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El primero en subirse a la tarima de palés reciclados de Fimar -la sostenibilidad de los entornos oceánicos es uno de los ejes de la feria- fue el teniente de navío Fernando Pita. Su labor ayer era mucho más sencilla que las que lleva a cabo cuando se encuentra a bordo del buque de acción marítima Relámpago, del que es jefe de operaciones. Durante media hora, explicó cómo está organizada la Armada en Canarias y detalló algunas de las misiones encomendadas a las naves militares que tienen su base en el cercano Arsenal de Las Palmas de Gran Canaria.

Fimar zarpa hacia 2022

«La presencia de la Armada es fundamental», arrancaba el teniente Pita. El Archipiélago se encuentra en una encrucijada de rutas marítimas intercontinentales, está surcado por cables de telecomunicaciones internacionales y los fondos marinos de su entorno son ricos en minerales codiciados por su valor para la industria tecnológica. Barcos como el Relámpago, el Rayo, el Meteoro o el Tornado patrullan la mediana de la zona económica exclusiva, pero también participan en operaciones permanentes como Atalanta, en el golfo de Adén, o en misiones de vigilancia en el golfo de Guinea para defender a los buques de pesca y otras naves de pabellón español que navegan en la zona.

Los vigilantes del mar

La divulgación científica es otra de las constantes de Fimar. Uno de los stands más concurridos ayer por la mañana era el de la Red de Observadores del Medio Marino en Canarias (Redpromar). Bajo su carpa, Sara Rendal y Asier Furundarena explicaban a mayores y pequeños cómo funciona este sistema que cualquiera puede utilizar para notificar avistamientos de especies vivas en el medio marino. Más de 4.000 personas en todo el Archipiélago colaboran con esta herramienta, que recibe unos 300 reportes diarios. «Todos esos datos tienen mucha utilidad, con ellos podemos hacer estudios, o identificar especies exóticas, entre otras cosas», detallaba Rendal.

El espíritu comercial se ha mantenido pese al menor número de expositores

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La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria demostró en Fimar por qué es un centro de referencia en las ciencias del mar. Además de enseñar la amplia formación que ofrece en distintos niveles, desde los grados a los doctorados, en su stand era posible conocer algunos de los proyectos de investigación que ampara a través de centros como el Instituto Universitario de Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos. Investigadores como Ana Espino, que forma parte del grupo de investigación Biocon, o Daniel Bondyale, de Eomar, se encargaron de acercar hasta el Muelle Deportivo sus trabajos sobre el angelote o la contaminación por microplásticos.

La feria también ha sabido mantener vivo el espíritu comercial a pesar de reducir el número de negocios. Para establecimientos como Fifo Diving Shop, Fimar supone un complemento a las ventas del año, aunque entre los productos con más salida durante el fin de semana no se encontraban los habituales de una tienda de buceo, sino las piezas de bisutería con motivos marinos que tenían en uno de los aparadores y las mallas de sirena. «Se venden mucho», aseguraba la responsable del establecimiento, Elena Bolaños.

Mientras la actividad divulgativa y comercial avanzaba en la explanada, la playa de Las Alcaravaneras recibía a los últimos participantes en una de las experiencias más singulares del fin de semana, los juegos en la playa y los bautizos de mar. Pese a la recurrente lluvia, decenas de personas se aventuraron a probar suerte en un bote de vela latina embarcándose desde el pantalán sur del arenal. «¡Para no olvidar!», exclamaba una de ellas poco después de regresar.

El fin de semana más marítimo del año acabó a las seis de la tarde. Las colas de la mañana ya eran historia a esa hora, pero entre organizadores y expositores cundía la sensación de haber logrado mantener vivo el espíritu de la feria. Ahora llega la bajamar, pero la marea volverá a subir en menos de un año, cuando arranque Fimar 2022.

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