Desde el alma fue como renació el tradicional pregón tras un parón a consecuencia de la pandemia. Y el encargado de revivirlo y dar el pistoletazo de salida de las Fiestas en Honor a la Virgen del Carmen ha sido el cronista oficial de Teror, José Luis Yánez, quien ha querido demostrar a los vecinos de La Isleta todo el amor que siente por ellos y por su patrona.
Nacer fuera del barrio marinero no ha sido un impedimento para enamorarse de él y así lo demuestra y hace saber el historiador y graduado en magisterio a través de su discurso. Yánez siente un profundo cariño por el pueblo en el que tuvo la oportunidad de vivir por muchos años en la infancia y cuyos habitantes se quedaron arraigados en su corazón. Su manifiesto ha estado repleto de afecto y es que «tiene más corazón que cabeza», más devoción que historia y es que el cronista ha entendido que es lo que le hace falta al pregón de este año. «La Isleta es más sentimiento que otra cosa, los vecinos son pasionales por eso he metido coplas pequeñas, malagueñas, investigaciones, datos históricos» pero, en especial, el alma. Es por ello que se ha sentido agradecido de que todos los asistentes pudiesen escuchar sus enamoradas palabras y más cuando las ha pronunciado ante los vecinos a quienes se las dedicó. Es por ello que manifestó que le «encanta la idea» de que los que le han escuchado sientan en lo más profundo cada frase dicha.
«Debo iniciar, por agradecimiento y honor, la distinción que me han hecho al llamarme para estar hoy aquí. Pudiera parecer que es momento de menos lucimientos ya que nuestros corazones, nuestros pesares, nuestras intenciones están en cosas de mayor preocupación», narró emocionado. «Yo, en cambio, me siento honrado hasta lo más profundo de mi alma el que sean mis palabras las que recuperen el pregón de enaltecimiento de Nuestra Señora del Carmen y sus fiestas tras el cúmulo de hechos tristes, dolorosos, funestos que han traspasado nuestras vidas en el último año. Ser él quien recupere la palabra para que, tras la solemne Bajada de la Imagen realizada anteayer, «marquen un punto y aparte en la historia de La Isleta y su devoción es, si cabe, un mayor orgullo», insistió Yánez y es que para él «ha sido un regalazo» dar el discurso que da pie al renacimiento de estas fiestas.
Ha felicitado también a los vecinos del barrio marinero por mantener vivo el amor y devoción a su patrona. «La aman, la veneran todo es poco para la Virgen del Carmen según ellos y, en este sentido, me encanta que conserven esa pasión que se ha perdido en otras ciudades», expresó con felicidad.
«Desde el cielo donde se halla mi madre me está mirando y si escucha como te hablo sus ojos me van mimando», fue uno de los versos repletos de sentimientos que dedicó a la patrona, esa de la que también se enamoró su madre, al punto de ponerle a su hija Carmen en su honor. Y aunque se trasladó a Teror, se llevó con ella tanta devoción. Llegó al barrio «pequeñito» acompañando de sus padres que establecieron un comercio en la calle Tecén, y rápidamente, ellos que estaban «acostumbrados al campo terorense, al olor mañanero de la tierra mojada, al canto de los capirotes y a ver a los campesinos en sus diarios laboreos», les «encandiló el espíritu» de los isleteros, «el torrente de vida que emanaba de La Isleta y sus calles, las vecinas que se saludaban de una ventana a la otra como en un inmenso y bullicioso patio de vecindad, la chiquillería que jugaba y gritaba incontenible en su felicidad; y por eso, cuando la vida nos retornó a Teror, La Isleta se fue con nosotros y la Virgen del Carmen acompañó por siempre», rememoró conmovido.
«Sobre mi costal, oh Virgen quiero llevarte a los cielos y que a mi madre le digas que la quiere un costalero, subir y cubrirla a besos», rezó una de las coplas malagueñas del historiador. Para el pregonero los residentes del barrio «son gente cargada de vida, muy responsables en sus sentimientos». La familia y los amigos son un valor muy grande para ellos y por eso «cuando vas en la procesión los vecinos te invitan agua, comida, a que te sientes para que descanses, todo. Incluso quitan los coches para hacer la alfombra por donde va a pasar la Virgen sin problemas. Como pueblo están unidos y eso lo demuestran». Los cantos a través de las ventanas de los vecinos son impresionantes, explicó y por eso extiende la invitación a todas las personas que quieran vivir una pasión tan única como la procesión al alba que espera se pueda celebrar el año próximo y es que «es imposible no emocionarse al ver a la gente tirando flores y dedicatorias a la patrona, es una explosión de sentimientos», concluyó un emocionado cronista.
