Una testigo ha afirmado este martes ante la Audiencia de Las Palmas que el fotógrafo de Gran Canaria que se enfrenta a 187 años de prisión por delitos de pornografía infantil y corrupción de menores le hizo posar desnuda junto a otra chica, con un collar de perro en el cuello y amarrada con cadenas.

"Las dos estábamos muy incómodas", ha declarado la joven, quien ha dicho que tenía 16 años cuando le tomó esas imágenes Luis Jorge M.E., en su estudio de El Batán, situado en un garaje de Las Palmas de Gran Canaria. Esta testigo, que ha pedido no ver al acusado durante su declaración, ha precisado que posó para él en cuatro ocasiones, la primera de ellas con ropa, con otro fotógrafo presente que le dijo al procesado: "Luis no te pases que es la primera sesión".

La joven ha manifestado que Luis Jorge M.E., que también dirigía una agencia de modelos llamada "Moodels Canarias", le había pagado un curso para que aprendiera a desfilar, por lo que ella estaba "como becada" y tenía que corresponderle, y que como quería estudiar arte dramático él le decía que no podía "tener vergüenza". Asimismo, le hacía creer que las poses y los desnudos que le pedía eran normales para ser modelo y le aseguraba que le iba a ayudar porque no tenía suficiente altura para la pasarela.

En cuanto a las fotos sadomasoquistas que le tomó con otra chica, ha explicado que le había pedido que le echara una mano con un trabajo que tenía que hacer para el instituto, y que él le propuso hacer esa sesión acompañada. Su madre había firmado una autorización para que la fotografiaran, pero en ningún caso sin ropa.

Las imágenes que le hizo sin ropa o provocativas, con un body transparente, el acusado le comentó que se las enviaría cuando cumpliera 18 años, al igual que han señalado la mayor parte de las testigos y denunciantes que figuran en causa.

Otra de las once jóvenes que han declarado en esta jornada, también sin tener a la vista al procesado, ha indicado que cuando ella tenía 17 años el fotógrafo le hizo fotos eróticas vestida de "Mamá Nöel", con el cuerpo untado en aceite y le hacía presionar sus pechos para que resaltaran más.

A esta testigo también le comentó que le enviaría esas fotos cuando cumpliera los 18 años, según ha indicado al tribunal, que de nuevo ha escuchado los relatos de denunciantes que no han querido tener una confrontación visual con el acusado, con el que contactaron en su día a través de conocidas, pero, sobre todo, mediante las redes sociales, porque querían ser modelo.

La mayoría ha manifestado que se prestaron a posar desnudas, con los pechos descubiertos, en lencería y en actitudes lésbicas o provocativas porque les decía que tenían que perder la vergüenza si querían dedicarse a esa profesión o para desfilar en la pasarela; si bien algunas, entre ellas dos que entonces tenían 14 años, han dicho que se negaron a que las fotografiaran sin ropa, pese a que les animaba a ello y les mostraba revistas con chicas desnudas y provocativas.

El juicio continuará este jueves con la declaración de los últimos testigos y con la práctica de la prueba pericial.