Una placa de azulejos en la fachada del número 4 de la calle Armas, en el barrio capitalino de Vegueta, recuerda que en aquel lugar vivió hace cinco siglos una vecina muy ilustre: Margarita Fernández de Guanarteme, hija de Fernando Guanarteme, último rey aborigen de Gran Canaria. La casona, del siglo XVI aunque con un aspecto modificado por el paso del tiempo, se encuentra a la venta con un proyecto para convertirla en hotel boutique. El edificio se une así al catálogo de inmuebles del casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria que, o bien se han convertido en un establecimiento turístico, o bien cuentan con un proyecto de estas características. Una lista que en apenas cinco años ha pasado prácticamente de cero a superar la veintena -eso sin contar con las viviendas vacacionales- entre Vegueta y Triana.
La vivienda, situada en el corazón de Vegueta, ha salido a la venta por un precio de 1,89 millones de euros, según detalla un anuncio publicado en el portal web inmobiliario Idealista. El edificio está incluido dentro del catálogo arquitectónico del Plan Especial de Protección (PEP) de Triana y Vegueta y cuenta con un grado de protección ambiental, por lo que sus nuevos propietarios deberán conservar y restaurar el inmueble actual, tan solo podrán remodelar la parte trasera del mismo, donde la parcela se estrecha.
En el exterior, el edificio presenta un aspecto más propio del academicismo de finales del siglo XIX, pero según el catálogo de protección su construcción data de entre los siglos XVI y XVII; por lo que es una de las pocas casas de la ciudad que se conservan de la época. El anuncio destaca que se trata de un inmueble «ideal» para invertir, ya que cuenta con un «anteproyecto» como hotel boutique. Este periódico ha intentado sin éxito ponerse en contacto con la inmobiliaria que realiza la compra venta para poder conocer los detalles de dicha intervención.
El inmueble se encuentra en el entramado de calles que conforman el núcleo fundacional del Real de Las Palmas, pues está a escasos pasos de la plaza de San Antón, donde tuvo lugar tal acontecimiento el 24 de junio de 1478. Según el cronista oficial de la capital, Juan José Laforet, «es de suponer» que la primera vivienda que estuvo situada en este punto fuera una construcción mucho más modesta y que a partir de la misma se produjeran sucesivas ampliaciones y modificaciones. En cuanto al hecho de que allí residiera tras la Conquista la princesa Guayarmina, ya bautizada como Margarita Fernández de Guanarteme, tal y como atestigua la placa colocada en la fachada del inmueble, existen lagunas al respecto, según los expertos en historia consultados por este periódico.
Viuda de Bentejuí
Margarita Fernández de Guanarteme (¿1470-1550?), tras quedar viuda de Bentejuí, casó en segundas nupcias con el hidalgo cacereño Miguel de Trejo Carvajal; tiempo después vivió supuestamente en una casa situada en esta parcela de Vegueta. No obstante, los descendientes de los Guanarteme han estado tradicionalmente asociados a Gáldar y su entorno inmediato; de hecho, Marcos Verde de Aguilar y Trejo, bisnieto de la princesa canaria, fue enterrado en la iglesia de Santiago de Gáldar en el siglo XVII.
Residiera o no la hija de Fernando Guanarteme allí, la vivienda de la calle Armas tiene un valor arquitectónico importante, con una fachada donde destacan los balcones de hierro forjado. La casa tuvo una reforma en 1895 de la mano del maestro de obras Joaquín Micas por encargo de Pedro Castellano y Ponce; un trabajo a base de cantería azul y estuco. En el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas se conservan bocetos del alzado anterior a esta intervención, en este se puede apreciar unas líneas más tradicionales de la arquitectura canaria anterior a 1800 y un arco conopial tardogótico en una puerta desaparecida ubicada donde hoy está el garaje.
La vivienda actualmente es propiedad de la familia Alonso. Tras el fallecimiento de su última residente, la planta baja quedó a modo de consulta médicas. Buena parte de las habitaciones conservan suelos y techos de madera; al patio central -reformado en el siglo XX- se accede por un zaguán con una reja de hierro forjado enmarcada por un arco conopial.
Los expertos señalan que la casa ha tenido tantas intervenciones -pues ha estado siempre ocupada- que habría que estudiarla «bien» para saber qué partes pertenecen a los siglos XVI y XVII. Con un espacio distribuido en dos plantas, el edificio tiene una superficie de 1.150 metros cuadrados, cuenta con 20 habitaciones, seis baños, cocina, sala de recepción, garaje y zonas de servicio, según detalla el anuncio inmobiliario.
La expansión hotelera de Triana y Vegueta
La expansión hotelera de Triana y Vegueta ha ido acorde con el auge turístico de la capital grancanaria de los últimos cinco años. En este periodo, más de una veintena de establecimientos entre los dos barrios históricos de la ciudad han obtenido licencia para operar como hotel, apartamento o casa emblemática, y eso sin contar con las viviendas vacacionales, un sector este último que supone el 14,7% del total de los inmuebles situados en la parte alta de Vegueta, según un reciente estudio del INE. El último de los hoteles en abrir en esta zona ha sido el Cordial Peregrina -la pasada Navidad-; además, la compañía tiene pendiente inaugurar el Cordial Malteses y terminar las obras en el Jardín Galdós -calle Pérez Galdós-, La Niña de Vegueta -calle Doctor Chil- e iniciar la reforma del Cordial Santa Ana, en la plaza homónima. En este periodo también han abierto sus puertas en la zona el hotel The Cathedral y el Veintiuno Emblematic, ambos en la calle Espíritu Santo, entre otros. Existen también proyectos en San Bernardo -uno de ellos de la cadena Room Mate-, Cano, Domingo J. Navarro, Peregrina, Obispo Codina o Juan de Quesada. | A. V.
