Un empresario de la noche del Sur es detenido por incumplir las medidas sanitarias para frenar la pandemia. Agendas de la Policía Local de San Bartolomé de Tirajana procedieron a actuar en un conocido local de ocio nocturno del municipio grancanaria. Estos acudieron al lugar de los hechos en la noche del sábado tras haber sido informados del incumplimiento de las medidas de seguridad impuestas por el Gobierno de Canarias.

Los hechos ocurrieron sobre las 21.30 horas. Según fuentes policiales, detectaron que en el interior del local se estaba incumpliendo la normativa vigente en cuanto al aforo, distanciamiento social y personas bailando. Además, tenía altavoces con música dando ambiente en el pasillo a otros dos locales de la zona, por lo que se estaban produciendo aglomeraciones en el pasillo.

Los agentes procedieron a dialogar con el posteriormente detenido y ante su negativa a colaborar estos apagaron la música, volviendo el empresario a encenderla. Entre gritos, el público del local comenzó a increpar a los policías, al mismo tiempo que el hostelero los animaba. Finalmente, esta persona acabó detenida por hacer caso omiso y atentar contra las fuerzas de policiales, según informaron después fuentes de la Policía Nacional, a cuyas dependencias fue trasladado.

De hecho en los vídeos que circularon por redes sociales durante todo el domingo, los cuales se hicieron virales, se podía observar cómo el público asistente al local de ocio increpó la actuación policial contra el empresario.

El arrestado se encontraba ayer en las dependencias de la Policía Nacional, cuerpo que se encarga de las diligencias pertinentes. El empresario estaba previsto que a lo largo del domingo y pasara a disposición judicial tras pasar la noche en el calabozo.

Esta no es la primera vez que la Policía Local de San Bartolomé de Tirajana actúa por hechos de similares características este verano. El pasado mes de julio, los agentes denunciaron a un establecimiento ubicado también en el centro comercial de Meloneras por permitir que sus clientes bailaran y permanecieran de pie en los espacios reservados y que además lo hicieran sin tener puesta la mascarilla y sin mantener las distancias de seguridad, tal y como dicta la normativa vigente. En esa ocasión fueron denunciados dos clientes que los policías pudieron identificar por estar bailando y sin mascarilla. En el local, además, había una máquina de humos, con el consiguiente peligro de transmisión del virus que ello supone.