Baila, baila, bailarina/baila, baila sin parar.

Linda muñequita,

dulce chinita

de porcelana y cristal. ¡Baila, baila, sin parar!

Se levanta el telón

y tú vueltas y más vueltas das,

con tu traje de lunares,

con tu traje de volantes,

con tus fuertes piernas,

taconeas más y más. Ríen tus castañuelas,

y tu alma ríe mucho más,

al sentir dentro de ti,

la música vibrar.

Linda muñequita,

dulce chinita

de porcelana y cristal.

Pero tus piernas de tanto bailar,

de tanto taconear,

se desgastaron ya,

quebradas están. ¡Ya no puedes bailar!

Linda muñequita,

dulce chinita

de porcelana y cristal.

¡Ahora bailan tus ojos!

¡Baila tu sonrisa!

y no para tu actividad:

en la cocina,

primores guisas

para bodas, bautizos y fiestas celebrar.

Siempre ríes,

siempre tu alma bailando está.

Linda muñequita,

dulce chinita

de porcelana y cristal.

Tu arte ahora expresas

en alegar…y alegar…

en miles de graciosas historias contar,

como una canaria de pura cepa,

auténtica buena mujer de nuestra tierra,

como una de nuestras cándidas pudorosas abuelas,

y la gente ríe…ríe a reventar.

Linda muñequita,

dulce chinita

de porcelana y cristal.

Tú siempre ríes,

magua no tienes,

porque eres buena,

porque tienes fe,

porque esperas un más allá. Allí, Dios te dará

unas nuevas piernas

que nunca se desgastarán

y podrás bailar, bailar y bailar…

con tu alegre repiqueteo de castañuelas,

con tu alegre música,

por toda una eternidad. ¡Baila, baila, bailarina!

¡Baila, baila sin parar! Linda muñequita,

dulce chinita

de porcelana y cristal.

A mi querida amiga Nanda.