Más de 26.000 casas de la capital grancanaria se encuentran en mal estado y 72 edificios de cada cien tiene problemas de accesibilidad, según el diagnóstico municipal sobre las características socioeconómicas y demográficas de los hogares y viviendas de Las Palmas de Gran Canaria, en el que se relaciona la mala conservación de los hogares con la antigüedad de los mismos. La mayoría tiene una edad media de 44 años, una cifra mayor que la media de la provincia, situada en 39,97 años, y que la comunidad (40,37 años). La mayor parte de las viviendas con problemas están localizadas en los distritos de Ciudad Alta, La Isleta-Puerto-Guanarteme y Tamaracete-San Lorenzo-Tenoya.
Los autores del diagnóstico, que ha sido realizado por el Gabinete Canario de Estudios de Mercado y Opinión Pública S.L., ponen de manifiesto «el gran número de edificios que presenta una situación entre deficiente y ruinosa». De hecho, en el municipio hay más de 25.000 edificios residenciales en malas condiciones, según la investigación basada en los datos de 2011 del Instituto Nacional de Estadística (INE), que este año está actualizando dicho censo de viviendas. Esta cifra permite decir que el 56,7% de los 44.054 edificios residenciales del municipio, más de la mitad, presenta algún deterioro relacionada, en la mayor parte de los casos, con el mal estado de las fachadas y «aspectos de protección de la vivienda de la temperatura, el aire y la humedad exterior, así como con problemas en la estructura de la vivienda».
Más de la mitad de los inmuebles tienen problemas de conservación en sus fachadas
El porcentaje es menor en el caso de las viviendas. El 14,54% de las casas censadas en la ciudad (más de 26.000) presenta deficiencias. Dentro de este porcentaje, un 1,07% (cerca de 2.000 viviendas) se encuentra en estado ruinoso, un 2,30% presenta mal estado y el 11,17% tiene una deficiente conservación. Según estos datos, la inmensa mayoría, el 85,45%, está en buen estado.
La mayor parte de las viviendas con pésima conservación se encuentra en los barrios que protagonizaron el boom de la construcción en los años 60 y 70 del siglo pasado, situados en Ciudad Alta y Tamaraceite-San Lorenzo-Tenoya, aunque también existen problemas en La Isleta-Puerto-Guanarteme. Así el 16% de los hogares de Ciudad Alta y el 12% de Tamaraceite presentan mal o deficiente estado. En tercer lugar se sitúa Isleta-Puerto-Guanarteme, el segundo distrito con menor proporción de viviendas en buen estado y en el que sobresale también el deficiente estado de sus hogares. El distrito Centro aparece sin viviendas en mal estado, si bien es el tercero con deficiente conservación.
Según los datos del estudio de calidad constructiva realizado por el Catastro en 2020, la situación de las viviendas de uso residencial registradas en la ciudad se situaría en la categoría 5, «y un importante porcentaje en la categoría 4, lo que indica un estado general muy bueno de la mismas. No obstante», advierte el diagnóstico, hay algo más de 27.000 casas que «ocupan posiciones en la escala entre 6 y 9, de peor calidad constructiva».
Accesibilidad
El estudio refleja también el enorme número de hogares en el municipio que presentan barreras arquitectónicas. Así, el 72,25% de los edificios residenciales tienen problemas de accesibilidad.
El concejal de Urbanismo y Vivienda, Javier Doreste, resalta que la mayoría de las 25.000 viviendas en mal estado están localizadas en barrios como Las Rehoyas -pendiente de que se inicie la reposición de manera inminente con el primer edificio-, La Paterna, Barrio Atlántico o la Vega de San José.
Al respecto, señala que en los últimos cinco años se han rehabilitado más de 2.500 casas en Escaleritas, Tres Palmas, El Lasso y la Vega de San José y se ha impulsado la reposición de las casas baratas de Tamaraceite, cuya finalización está pendiente de que se terminen de construir los últimos edificios.
Con respecto a las que todavía están pendientes, Doreste confía en que la ciudad consiga los 66 millones que el Ayuntamiento ha solicitado, a través de los fondos Next Generation, para rehabilitar 7.822 viviendas en nueve barrios, entre ellos, en la Paterna, El Batán y La Feria. Reconoce que el otro gran problema del municipio es la falta de accesibilidad de las casas. «Hay muchas edificaciones viejas que no cumplen la ley de accesibilidad y estamos dándole vueltas a la puesta en marcha de un plan de accesibilidad», anuncia el concejal, quien añade que está prevista una acción conjunta con la Asociación de Empresarios Constructores y Promotores de Las Palmas.
Los fondos de recuperación y resiliencia, señala, contemplan ayudas para accesibilidad, «pero tiene que ser la intervención privada quien los ejecute, porque se trata de casas privadas. Queremos llegar a un acuerdo con la asociación, porque el Ayuntamiento no tiene medios para hacer los proyectos de accesibilidad de cada una de las viviendas y, además, estaríamos haciendo una competencia desleal». La idea es que la asociación de constructores pongan en marcha una «oficina de asesoramiento, para que por ahí se puedan canalizar las subvenciones. Hemos hablado ya del tema y esperamos que se alcance un acuerdo, en el que también tendrá que intervenir el Gobierno autónomo», sostiene.
Más de 29.000 casas vacías
El diagnóstico encargado por la Concejalía de Urbanismo y Vivienda refleja que en el municipio hay más de 29.000 casas vacías, lo que representa un 16,19% del total de 182.890 censadas. El enorme número de casas cerradas o abandonadas contrasta con el drama de miles de familias que carecen de recursos suficientes para acceder a una vivienda. El último registro de 2019 habla de 3.717 demandantes de viviendas. El porcentaje de casas vacías es mayor al que existe en la provincia de Las Palmas (un 14,43%) y al de Canarias, con un 13,28%. Sin embargo, la capital cuenta con la mayor proporción de viviendas principales (un 79,28%). La Isleta-Puerto Guanarteme es el distrito con mayor número de casas vacías y la mayor cantidad de viviendas secundarias, fenómenos que están relacionados. | T.G.S.
