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El Consistorio ultima el listado de árboles singulares para mejorar su protección

Parques y Jardines retoma el catálogo de especies emblemáticas tras más de un año de parón debido a la crisis sanitaria

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Árboles emblemáticos de Las Palmas de Gran Canaria José Carlos Guerra

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria retomará en breve la elaboración del catálogo de arbolado singular del municipio, que ha sufrido un parón en los últimos meses por la pandemia, el cual comenzó a redactarse en 2019 tras la propuesta base que creó el Cabildo insular a nivel grancanario, en el que catalogó hasta 85 ejemplares. Con este documento, el Consistorio prevé dotar de algún tipo de protección a todas las especies emblemáticas, tanto de carácter público como privado, que existen en la ciudad, y tenerlos bien identificados para alcanzar este objetivo.

Según fuentes del área de Parques y Jardines, "se había adelantado algo de trabajo" antes de la crisis sanitaria, pero con el estado de alarma y la posterior continuidad de la pandemia, estos trabajos pasaron a un segundo plano. La intención del catálogo es la de "conocer especies emblemáticas en el entramado urbano, también alguna privada" y, de esta forma, mejorar la protección que se le da a estos guardianes verdes de la biodiversidad capitalina. Se incluirá en este documento final el inventario de árboles y zonas ajardinadas que ya tiene elaborado el propio Ayuntamiento, pero con más especificaciones acerca del valor de cada uno de los registros que se incluyan.

Sin embargo, quisieron aclarar que este catálogo no tiene que ver con un Plan Director de Arbolado Urbano, solicitud que presentó Ciudadanos en una moción al pleno de diciembre de 2019 y que fue rechazada por el grupo de Gobierno (PSOE, Unidas Podemos y Nueva Canarias). La formación naranja destacó en aquella ocasión la necesidad de “garantizar la conservación del patrimonio natural de la ciudad, proporcionando a sus ciudadanos entornos de vida saludables”. Sin embargo, por el momento el Consistorio capitalino no avanzará en esta propuesta, sino únicamente en la creación de este inventario de árboles de carácter singular.

El Pacto Verde Local prevé plantar hasta 50.000 ejemplares en todos los distritos de la capital

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Entre ellos es probable que se encuentren los 12 que registró el Cabildo de Gran Canaria a finales de 2019 en su catálogo insular de árboles emblemáticos, a saber: las palmeras de Lomo Verdejo, el drago de La Concepción, las palmeras de Tenoya, la cyca del Hospital San Martín, la araucaria del Toril -en los jardines de la Fundación Mapfre-, el árbol bonito de San Juan -que es un ficus-, las araucarias de la finca de Los Traviesos, el ficus de socotra del Jardín Canario, el acebuche del barranco de San Lorenzo, los cardones de Santa Margarita, los almácigos de Tafira y la palmera de Tafira -conocida popularmente como La Palmita-. Además de estos ilustres de la ciudad, la Corporación insular dejó de incluir a otros como el árbol del responso, en la rotonda de entrada a la calle de los Reyes Católicos, entre San José y Vegueta, para que el Ayuntamiento lo incluyera en su propio inventario más profundo y detallado. Y otros que murieron antes de ser incluidos, como posiblemente hubieran sido las palmeras que pintó Jorge Oramas en San Nicolás, y que perecieron hace un par de años.

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Árboles emblemáticos de Las Palmas de Gran Canaria José Carlos Guerra

Además de este documento, el Consistorio también trabaja, según indicaron las mismas fuentes municipales, en una serie de propuestas de cooperación con el resto de localidades de la Isla para el control de diversas plagas, como por ejemplo la mosca blanca. Así, aseguraron, se conseguirá actuar de forma común en un problema que es global en Gran Canaria y que necesita de la máxima coordinación para erradicarlo.

El Pacto Verde Local

El Ayuntamiento, asimismo, ensalzó el Pacto Verde Local, con el que pretende impulsar la transición ecológica desde el ámbito local con una inversión de 1.000 millones de euros durante los próximos 10 años. Una parte de este programa ya ha comenzado a ejecutarse como el Plan Director de la Bicicleta o la introducción del denominado IBI solar, con el que el Consistorio bonifica hasta en un 50% la instalación de placas solares en viviendas o empresas. Para el futuro, uno de los objetivos que se marcan es plantar hasta 50.000 árboles nuevos en los próximos años en todos los distritos. En el último año, puntualizaron desde Parques y Jardines, ya se han introducido hasta 3.000 en distintos puntos de la ciudad.

Pese a ello, hay muchas personas que lamentan el mal estado de las zonas ajardinadas y de los árboles de la ciudad. Un usuario de redes sociales comentó la semana pasada que una vecina de la ciudad se encargaba de regar y cuidar las plantas de unos parterres en la zona Puerto que se encontraban "abandonadas a su suerte" por la inacción, según opinó, de Parques y Jardines. A las 48 horas de publicar este mensaje, el servicio procedía a arrancarlas y dejar el parterre limpio, lo que indignó a otras muchas personas en Twitter, algunas de las cuales también pusieron en conocimiento de la comunidad que se encargaban de cuidar otros espacios similares cerca de sus casas.

La concejala de Servicios Públicos, Inmaculada Medina, utilizó la misma red social para señalar que la decisión de arrancar estas plantas se debía a que el riego del parterre podía ocasionar filtraciones de agua en el túnel que pasa por debajo de esa zona, al tiempo que pidió que la colaboración ciudadana se hiciera "de una forma ordenada y en lugares apropiados" para evitar que se produjeran quejas como las que hubo en este caso concreto.

El calor hizo caer la palmera de Franchy Roca


La palmera que cayó el pasado 16 de agosto en la calle Franchy Roca de la capital grancanaria lo hizo por un golpe de calor u «oscilación térmica», según explicaron los técnicos de Parques y Jardines, debido a las altas temperaturas que tuvo que soportar esos días por el episodio que vivió la Isla. Fuentes municipales consultadas indicaron que este factor «endurece y deshidrata las fibras del tronco y las convierte en menos flexibles, aumentando así el riesgo de caída». Por su parte, las otras dos palmeras que se derrumbaron este mes, una en Santa Catalina y otra en Bravo Murillo, parecieron hacerlo aquejadas por el hongo Thielaviopsis paradoxa en la base de la estípite, un mal que es muy complicado de detectar de forma precoz, solo cuando está ya muy avanzado, por lo que suele ser muy repentino.

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