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Un viaje de viejas en San Cristóbal

La cofradía de pescadores de San Cristóbal captura casi 12.000 kilos en lo que va de zafra

Cofradía de San Cristóbal, campaña de la vieja

Cofradía de San Cristóbal, campaña de la vieja Adzubenam Villullas

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Cofradía de San Cristóbal, campaña de la vieja Adzubenam Villullas

A las seis de la mañana los pescadores de San Cristóbal se echan a la mar para obtener las capturas del día. Y aunque consiguen samas, chopas o sargos, la vieja es la reina del verano.

Casi 12.000 kilos de viejas. Eso es lo que han pescado los marineros de la Cofradía de Pescadores de San Cristóbal en lo que va de zafra de la vieja. La captura de este animal comienza cada año el 1 de junio y se alarga hasta el 30 de septiembre; y por el momento está siendo una campaña que ha superado las expectativas. Y es que han logrado sobrepasar con creces las cifras alcanzadas en la temporada del año pasado, cuando apenas lograron pescar 1.466 kilos de este preciado manjar; es decir, un 87,7% más que en 2020, y eso que los marineros todavía tienen otras tres semanas y media por delante para ir a faenar. «La zafra no está siendo mala, eso sin duda», aclara Domingo Suárez, vicepresidente de Pescatobal.

La vida de los pescadores del muelle de San Cristóbal comienza desde bien temprano. Cada día zarpan poco antes de las seis de la mañana de tierra firme, cuando todavía no han despuntado los primeros rayos del sol, con el objetivo de desplegar sus artes en la rada sur de la bahía de Las Palmas de Gran Canaria. Sargos, bocinegros, fulas rojas, chernes o jureles son solo algunos de los tipos de pescado que logran capturar en estas aguas. No obstante, durante los meses de verano los pescadores de este barrio marinero centran todas las miradas en uno en concreto: la vieja, uno de los ingredientes imprescindibles de la gastronomía canaria.

"A principios de junio podemos llegar a pescar hasta 200 kilos de viejas en un día", indica Santana

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Adán Santana Peña tiene 42 años y lleva desde los 15 dedicado a la pesca. «Viene de mi padre», reconoce. A eso de las seis y media de la mañana echó las nasas al agua y las redes de enmalle. Una vez hecho esto, toca esperar hasta el amanecer. «Está siendo una temporada buena, pero en los últimos días ha entrado bastante limo y se ha fastidiado la cosa», señala. El limo que menciona es una mezcla de ceba y arena que termina por incrustarse en las artes de pesca y formar «una pared» visible y, por tanto, que los peces son capaces de esquivar. «Al final tenemos que jugar al despiste con ellas», apunta riéndose.

«Las viejas tontas no son», indica, «la seba se va pegando a la red y las viejas la bordean porque así pueden verla de lejos». Cuenta que estos días está retrasando su salida «a las seis y media pasadas», quiere evitar así que la menor cantidad de ceba posible se adhiera a las artes de pesca. La vieja es un tipo de pescado blanco que ama las aguas cálidas, de ahí que la campaña sea en verano y pesquen cerca de la costa, siempre que no haya reboso.

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Campaña de la vieja en el muelle pesquero de San Cristóbal Andrés Cruz

No obstante, «este año la ceba ha entrado más tarde», precisa mientras enfila a las cámaras frigoríficas de la cofradía, donde clasificará la captura del día. El hecho de que las condiciones del mar hayan sido «mejores» que en el verano de 2020 se traduce en una zafra con cifras muy superiores. «El año pasado si salimos a faenar más de 15 días creo que fueron muchos», comenta otro pescador de la cofradía.

En esta ocasión, ya con la temporada en su recta final, ha logrado pescar unos 30 kilos de viejas, además de una sama, seifias, un par de chopas y unos cuantos kilos de sargos. Bueno, y un pulpo despistado entre tanto pescado. «Esto no es nada, a principios de junio podemos llegar a capturar 150 y hasta 200 kilos en un día», señala Santana Peña. El buen tiempo de septiembre, el mes de las calmas, favorece la navegación; pero, aún así, hay días que en la última semana malamente han conseguido engatusar a alguna vieja, añade otro marinero.

La cofradía ha tenido un relevo generacional, con una edad media de entre 40 y 45 años

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En general se respiran buenos ánimos entre los marineros. Pescar y, posteriormente, sacar al mercado casi 12.000 kilos de vieja no es algo que logren hacer todos los años. «Se vende bien, tiene una buena salida en los supermercados y restaurantes», explica Domingo Suárez, vicepresidente de Pescatobal. Entre medida y medida, reina «el tamaño ración». Y es que una buena vieja a la espalda con papas arrugadas y mojo verde o guisada con unas sancochadas quitan el sentimiento a más de uno.

La Cofradía de Pescadores de San Cristóbal ha vivido un relevo generacional en los últimos años. Con una edad media de entre 40 y 45 años, sus 23 integrantes realizan una ardua tarea en la mar, aunque no todos participan en la campaña de la vieja. Generalmente trabajan en las aguas comprendidas entre el Guiniguada y la conocida como la Baja de Telde, en la desembocadura del barranco Real de Telde. Ahora, con las bonanzas y ya con la zafra en su recta final bajan a Melenara, Tufia, «casi hasta Gando» -más allá es zona militar-. Un periplo necesario en busca de uno de los pescados más preciados de la gastronomía canaria.

Un par de recetas con vieja

A la espalda

Con papas arrugadas

  • La vieja a la espalda es una de las recetas más jugosas que se pueden preparar con este exquisito producto del mar. Basta con pasar por la sartén unos minutos el pescado bien abierto «como un libro» con un chorro de aceite. Posteriormente habrá que añadir ajo y perejil picaditos. Para acompañar, lo mejor son unas papas arrugadas con mojo verde.

Al horno

Con verduras

  • Para cocinar la vieja al horno, primero hay que abrirla por el medio, sin retirar las escamas, y ponerla a hornear 10 minutos. En una sartén, para acompañar, lo mejor será hacer un sofrito de tomate natural, calabacinos y un majado de ajo, cilantro y pimienta que luego irá también al horno otros cinco minutos.


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