La grada Naciente del antiguo Estadio Insular será un centro de salud mental infantojuvenil. La concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria cederá las instalaciones que dan a la calle Pío XII, parte del desaparecido campo de la Unión Deportiva Las Palmas, a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias próximamente. Este no es el primer proyecto que las instituciones se han planteado para dar un nuevo uso a esta parte del edificio, cerrada desde hace años.; en otro tiempo llegó a albergar locales comerciales y la sede de varias peñas deportivas.
La consejería de Sanidad del Gobierno canario solicitó al Ayuntamiento de la capital a inicios de este año un terreno para construir un centro de salud en la zona de Alcaravaneras ante el aumento de la demanda de ciertos servicios de especialidades. La concejalía de Urbanismo buscó entonces una parcela en una zona de la ciudad ya completamente colmatada. La opción elegida ha sido la fachada principal del antiguo Estadio Insular -la que da a Pío XII y donde está la grada Naciente-, según ha podido confirmar a este periódico el edil del área, Javier Doreste.
El concejal indica que ya le han comunicado la decisión a Sanidad y estos han dado «su visto bueno» a la espera de formalizar la cesión de la parcela próximamente. El centro de nueva creación que el Gobierno quiere implantar en Alcaravaneras será de salud mental infantil y juvenil, según ha podido confirmar la consejería.
Unión Deportiva
Según el mapa sanitario del Gobierno canario, la capital grancanaria cuenta en la actualidad con cinco unidades de salud mental: Triana, El Lasso, Canalejas, Puerto -en la Casa del Marino- y Ciudad Alta. Además del hospital Juan Carlos I, el cual incluye unidad de día infanto juvenil, de media estancia y de rehabilitación.
El antiguo Estadio Insular fue transformado en 2015 en un parque urbano de gran formato tras una década de abandono, pues la Unión Deportiva dejó de jugar allí en 2003. En el transcurso de las obras, la grada Sur fue derribada y la Curva se convirtió en un jardín con flores; las otras dos, la de Tribuna y la de Naciente quedaron en pie por sus valores arquitectónicos de tipo industrial y por el espacio polivalente de sus viejas instalaciones que podría ser aprovechado en siguientes fases.
El Ayuntamiento inauguró la reforma de la grada de Tribuna, la que da a la calle Manuel González Martín, hace escasamente un año. El proyecto de rehabilitación, de las arquitectas Elsa Guerra y Noemí Tejera, contempló la inclusión de la Casa de la Juventud, cuyas instalaciones todavía no han sido abiertas al público -aunque fuentes municipales aseguraron a este periódico que ocurrirá antes de finalizar el año-. Entre tanto, la de Naciente ha quedado sin uso anunciado, hasta ahora.
El Estadio, construido en 1948 para albergar el campo de la Unión Deportiva, tiene en la fachada que da hacia Pío XII -donde está la grada Naciente- tres alturas. Esta parte del inmueble presenta un estado de conservación óptimo aunque lleva sin uso desde hace más de una década, después de que las instalaciones fueran abandonadas. En otro tiempo, en los locales comerciales de esta parte del edificio llegó a haber diversos establecimientos; destacó el bar Viena, en la esquina con la calle Manuel González Martín; pero también acogió la sede de peñas deportivas, una imprenta, tiendas de regalos y hasta una asesoría jurídica, entre otros negocios.
Protección parcial
El edificio, de titularidad municipal, actualmente está catalogado por Patrimonio y cuenta con un grado de protección parcial, pues tan solo se recomienda preservar las zonas del inmueble que permanecen en pie -la grada de Tribuna y la de Naciente-. Esta última es la fachada escogida, en principio, para albergar el centro de salud mental que está solicitando el Gobierno autonómico.
En 2011 el Cabildo aprobó crear en este mismo espacio un hipermercado de 2.000 metros cuadrados y locales comerciales. El proyecto nunca llegó a buen puerto, la idea era rentabilizar el espacio para poder sufragar la obra diseñada por los arquitectos Elsa Guerra y Joaquín Casariego, con un coste valorado en 26 millones de euros, para convertir el Estadio en un parque. Pero en ese entonces comenzaba la era de los recortes presupuestarios de las administraciones públicas y contar con dicha suma era algo imposible.
En definitiva, la idea era convertir los antiguos locales y oficinas en una especie de pequeño centro comercial bajo una concesión pública durante 40 o 50 años. Esta gran superficie permitiría rentabilizar el uso del edificio e invertir las rentas en la transformación del edificio en un parque. El proyecto incluía 700 plazas de garaje subterráneas; de hecho, en la época se justificó la ausencia de fuentes en el parque para poder hacer esta obra en una segunda fase.
El parque del Estadio vio finalmente la luz en 2015; un espacio de ocio al que se sumaron los 4.000 metros cuadrados de la grada Tribuna, un paseo protegido por 32 pórticos singulares. Mientras tanto, la zona de Naciente ha quedado sin uso aparente -de hecho, de hacer el centro de salud quedaría por ver qué ocurre con la zona que da al parque cubierta ahora por una lona-. La fachada ha recibido una mano de pintura recientemente y las aceras fueron ampliadas y renovadas por completo con las obras de la MetroGuagua a su paso por Pío XII -es más, hay una parada de guagua en isla justo enfrente de estas viejas instalaciones deportivas-.
