El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha ratificado la condena de 20 años de cárcel impuesta Marcos José Hernández por asesinar con más e 20 hachazos a su padre, el abogado y poeta José Rafael Hernández, el pasado 15 de octubre de 2018 en el barrio de Alcaravaneras.
La Sala de lo Penal del TSJC ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por el condenado en el que alegaba que la pericial psiquiátrica realizada a Marcos Hernández -por un especialista de la defensa- recoge que padece de un trastorno de ideas delirantes persistente, rasgos de la personalidad mixtos paranoides y obsesivos, así como un episodio depresivo moderado intercurrente, por lo que estando ya en prisión le fue recetado con un medicamento para esquizofrenia que supuestamente padece, extremos que no fueron considerados probados por el tribunal popular que le declaró culpable. Para el jurado, no fue probado que el parricida padeciera de una enfermedad mental cuando asesinó a su padre puesto que según la forenses que depusieron en acto de juicio, el cadáver presentaba heridas mortales y que el condenado era "consiente" de que con las mismas causaría dolor al girar a la víctima para terminar "con su acción letal".
Las peritos también se entrevistaron con Marcos Hernández en tres ocasiones después de los hechos y este "no tenía síntomas" de esquizofrenia al tiempo que matizaban que era "consciente de la realidad y de las consecuencias de sus actos".
Así el magistrado presidente Juan Luis Lorenzo Bragado desestimó el recurso contra la sentencia de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas puesto que el jurado popular tuvo no sólo los dos informes psiquiátricos del parricida, sino también otras pruebas que "permitieron" descartar la enfermedad de Marcos Hernández como el informe forense del padre y el testimonio de su médico de cabecera que afirmó no haberle visto "un comportamiento irracional".
Hechos
Marcos José Hernández de 45 años vivía en el mismo domicilio que su padre, el poeta José Rafael Hernández, aunque éste se encontraba apartado de su hijo y su mujer encamada por lo que hacía vida en su despacho profesional. Pero sobre la noche del 14 de octubre de 2018 la madre del acusado falleció a los 79 años por causas naturales y en estado de desnutrición. Cuando el procesado se percató de la muerte de su madre "quedó visiblemente afectado" pero no lo comentó con su padre que estaba en su despacho. Una vez que la víctima se trasladó a su habitación hizo un comentario sobre el mal olor de la vivienda sin cruzar palabras con su hijo quien después de meditar por menos de media hora, se hizo con un hacha cuya hoja era de 10x6 centímetros y a primeras horas del día siguiente entro en el dormitorio de su padre que estaba acostado boca arriba y "de manera rápida y sorpresiva" comenzó a asestarle hachazos hasta que ocasionó su muerte.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas le condenó a 20 años de prisión después de que el jurado lo considerase culpable de un delito de asesinato por alevosía y ensañamiento.
