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Puerto

Las obras para ampliar el muelle Reina Sofía se acercan a su fase final

Arranca la construcción de la superestructura tras el relleno de los cajones y mientras avanza la ejecución del espaldón | Estará operativo en enero de 2022

Obras en el último cajón del alargue del muelle Reina Sofía, en el Puerto de Las Palmas. | | LP/DLP

Las obras para ampliar el Reina Sofía en 400 metros se acercan a su fase final para que el alargue pueda entrar en servicio. La adjudicataria de los trabajos tiene previsto comenzar el próximo lunes la construcción de la superestructura del muelle, una etapa que se simultaneará con las tareas de relleno del último cajón y la ejecución del tramo final del espaldón, la pared que protege el dique del embate de las olas. La Autoridad Portuaria de Las Palmas estima que los primeros barcos podrán atracar en la zona de ampliación a partir de enero de 2022.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP), Luis Ibarra, visitó esta semana las obras junto a la jefa de Infraestructuras y Plan Director de la APLP, Antonia Bordón. Los responsables portuarios comprobaron la marcha de los trabajos tras la colocación de los siete cajones que forman la base, a punto de culminar los rellenos del último de ellos y adelantando unidades de construcción por el lado tierra, como la colocación de los espaldones y, a partir de este lunes, de la superestructura. «La prolongación de este dique es especialmente clave para mantener el dinamismo portuario y su atractivo en sectores de gran valor añadido como el offshore», explicó Ibarra, «además de aportar línea de atraque al puerto, cuya ocupación media es cercana al 90%».

La utilidad de esta obra se dejará sentir en la dársena exterior y en la dársena interior. En el primer caso, incrementará el abrigo al muelle Cristóbal Colón y mejorará la operatividad de la terminal de contenedores Opcsa justo en la zona donde atracan los buques de mayores dimensiones. Sus 400 metros también permitirán ganar un valioso tramo de línea de atraque perfecta para llevar a cabo estancias o reparaciones de buques de gran calado, como los perforadores de la industria petrolera en alta mar.

Obras del Muelle Deportivo

En el caso de la dársena interior, la principal mejora es para el Muelle Deportivo. El abrigo generado por el alargue facilita la ejecución del proyecto de ampliación y reordenación de la dársena deportiva para embarcaciones menores, otra de las grandes demandas de atraques del puerto. Sin el resguardo del Reina Sofía, el coste de estas obras se dispararía. El presupuesto de la segunda fase de la prolongación del Reina Sofía Sur, adjudicada a la constructora SATO tras un largo proceso, es de 23,9 millones de euros. Además de este montante, el Consejo de Administración de los Puertos de Las Palmas aprobó en febrero de este año un modificado equivalente al 12,13% del contrato.

Para entender la dimensión de esta obra de prolongación del dique Reina Sofía Sur y las proporciones de los siete cajones que forman su estructura, cabe reseñar que cada una de las grandes piezas de hormigón que lo componen equivale en dimensiones a un edificio de 1.575 metros cuadrados de nueve plantas. Son los más grandes fabricados hasta el momento en el Puerto de Las Palmas.

Mucho hormigón y acero

Para su construcción se ha empleado un dique flotante, donde se han vertido 7.524,64 metros cúbicos de hormigón y 689.783,09 kilogramos de acero por cada cajón. Sus dimensiones alcanzan una eslora (largo) de 58,33 metros, una manga (ancho) de 27,00 metros y un puntal (altura) de 28,50 metros.

El primer cajón se empezó a fabricar el 15 de septiembre de 2020 y el último se terminó el domingo 6 de diciembre del mismo año. Los siete cajones de hormigón y acero sustentan los más de 400 metros de prolongación del proyecto, que tiene una sonda de 24,7 metros.

Cada una de las piezas está compuesta por 65 huecos cuadrados de cuatro metros de lado que continúan siendo rellenados con 32.000 metros cúbicos de materiales seleccionados: para aportar estabilidad al dique deben tener al menos 1,8 toneladas por metro cúbico. Además, el volcado de estos áridos en cada uno de los cajones requiere muchos viajes de ida y vuelta desde la zona de acopio y puede demorarse hasta dos semanas por pieza.

Esta fase resultó delicada, ya que el volcado solo se podía llevar a cabo cuando la climatología lo permitía. Durante la primavera, los rellenos quedaron paralizados varias jornadas en las que las olas llegaban a cruzar de un lado al otro por encima de los cajones recién instalados. Mientras tanto, los operarios continuaron preparando piezas como las 319 losas de hormigón que evitan que las hélices de los barcos descalcen la banqueta sobre la que se posan los cajones.

Un trabajo muy lineal

La construcción de un dique como el Reina Sofía es un trabajo muy lineal que impide ejecutar nuevas fases sin haber completado en gran medida las anteriores, tal y como explicó la responsable de Infraestructuras de la Autoridad Portuaria durante una visita a las obras en mayo. A pesar de las complicaciones que generaron los temporales de la pasada primavera, la obra ha podido tomar ritmo de nuevo y avanza de tal modo que la administración ya cuenta con recibir barcos en el alargue a partir de enero. Tras su conclusión, el Puerto acometerá a partir del próximo año otra obra de envergadura en el Reina Sofía, aunque más al norte. La infraestructura ganará un muelle adosado que permitirá crear nuevas explanadas -unos 20.000 metros cuadrados de superficie- dedicadas a las reparaciones navales. | LP/DLP

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