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Ocio | Vuelve el ‘sábado noche’

La Nochevieja se adelanta a septiembre

Los noctámbulos toman las calles en el primer sábado noche con el horario de ocio nocturno ampliado, aunque la falta de aforo complica el acceso a los locales

Una Nochevieja en pleno septiembre | JOSÉ CARLOS GUERRA

El calendario asegura que ayer era 18 de septiembre, pero en las zonas de copas de Las Palmas de Gran Canaria parecía 31 de diciembre. Un año y medio después de que la pandemia del coronavirus obligara a echar el cerrojo a bares y discotecas, el ocio nocturno vivió durante el fin de semana su particular Nochevieja, con las calles abarrotadas y dificultades para encontrar hueco en los establecimientos. La apertura hasta las cuatro de la mañana llenó las plazas del Puerto de noctámbulos en busca de una copa, algo de conversación o un rato de diversión entre amigos.

Una Nochevieja en pleno septiembre

«Había bastantes ganas, había necesidad de salir a la calle y foguearse un poco», reconocían sin ningún tipo de duda Nacho y Leo mientras daban un paseo por la plaza de Fray Junípero -Los Betancores- poco después de la medianoche. El único problema, según explicaban, era el aforo de los locales. La necesidad de mantener la distancia de seguridad entre grupos obligaba a los establecimientos a reducir el número de personas que pueden permanecer en su interior de forma simultánea, lo que en muchos casos convertía el acceso a su interior en un reto prácticamente imposible: «Ni ayer ni hoy hemos podido entrar a las discotecas porque es imposible».

Una Nochevieja en pleno septiembre

En algunos establecimientos, las reservas para el fin de semana se habían agotado incluso antes de abrir las puertas el viernes, y solo había posibilidad de conseguir hueco para la próxima semana, según detallaban estos dos amigos que andaban en busca de algún lugar donde poder tomar algo. «Las mejores marchas son improvisadas, no vamos a reservar ahora para el siguiente viernes», lamentaban. En cualquier caso, la felicidad por volver a salir de noche les hacía encontrar ventajas entre tantas complicaciones para acceder a una discoteca: «Lo positivo es que al día siguiente no hay tanta resaca».

Una Nochevieja en pleno septiembre

Por la calle Fernando Guanarteme paseaban Tamara, Davinia, Gunnel, Omayra y Rita tras salir a cenar. Este grupo de amigas había dejado en casa las obligaciones del día a día y se había lanzado a la calle en busca de una noche como las de antaño, aunque con moderación: «No es la vuelta a la nocturnidad amplia, sino que nos cuadró», explicaban.

Planes improvisados

Felices por poder reencontrarse de noche, no querían hacer planes más allá de «salir a tomar algo y si cuadra, fiesta». El único problema, según ellas, es «que realmente no hay mucho abierto hasta las cuatro de la mañana». Este ha sido un año y medio largo, según reconocían, aunque tras superar lo más complicado de la pandemia y con la vacuna ya administrada, no tenían dudas sobre la necesidad de continuar ampliando horarios en el ocio nocturno: «Si la gente se cuida y sale con su mascarilla no pasa nada».

Jimena y Lorena, que también paseaban por el Puerto en busca de algún lugar para tomar algo mientras no dejaban de mirar sus móviles, tenían una opinión parecida: «No hay que tener miedo, hay que saber llevarlo», afirmaba la primera desde la experiencia que le da dedicarse profesionalmente a la sanidad y haber estado en la primera línea de la batalla contra el coronavirus: «Es un virus más, pero tenemos que vivir», zanjaba.

Varias manzanas más allá, en la puerta de una discoteca de la calle Franchy Roca, Alejandra, Raquel y Tiago conversaban sobre las ventajas de los establecimientos dedicados al ocio nocturno frente a las fiestas improvisadas en casas particulares. Como todos los que el sábado por la noche se lanzaron a las calles, ellos también tenían «muchas ganas de pasarlo bien» y celebraban la ampliación de horarios para los establecimientos. «Es preferible tener algo abierto a que esté cerrado y la gente haga botellones, porque aquí al menos respetamos las distancias y las medidas», argumentaba él. «Además, si no tienes certificado de vacunación no entras y así hay menos riesgo», apostillaba Raquel.

Las reservas en algunos locales estaban agotadas con una semana de antelación

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En la calle Sargento Llagas, Mencey, Laura y Sheila olvidaban la tristeza por el comienzo del curso escolar y compartían confidencias a la puerta de un bar. Cada uno vivió el periodo posterior al confinamiento a su manera -unos, encerrados en casa; otros, saliendo todo el verano «hasta que se podía»- pero el sábado se convirtió en un momento de celebración colectiva: «Había muchas ganas de poder estar de fiesta durante toda la noche», recalcaba él.

Pese a que la mayor parte de quienes salen por la noche son jóvenes, lo cierto es que las ganas de pisar de nuevo la calle tampoco entendían de edad. Gregorio y Aurelia apuraban una copa en una terraza en torno a la una de la madrugada tras salir a cenar para celebrar los 71 veranos recién cumplidos por él. «Estamos felices, hay un poquito más de todo lo que había, que aquí a las once teníamos que irnos para casa y ahora estamos disfrutando», celebraba ella. «Yo envidio a la juventud, porque a mí me mandan acostarme», lamentaba el cumpleañero.

El primer sábado noche con horario extendido también supuso trabajo para la Policía Local, que la noche anterior también se había esmerado disolviendo botellones en distintos puntos de la ciudad. No hubo novedades en El Sebadal, aunque los agentes desalojaron 40 vehículos de la urbanización industrial Díaz Casanova y localizaron otro grupo con unos 50 coches en el aparcamiento del colegio Ciudad del Campo.

Botellones tras el cierre

La playa de Alcaravaneras se mantuvo tranquila durante buena parte de la noche, aunque el cierre de algunos locales -no todos llegan hasta las cuatro de la mañana, pese a tener esa posibilidad desde el viernes- acabó por congregar a unas 150 personas en torno a las tres de la mañana, según señalan fuentes municipales. En Las Canteras, el Servicio de Limpieza limpió la arena después de que la Policía Local despejara a varios grupos que sumaban unas 60 personas entre Luis Morote y el hotel Cristina.

La Policía impone 177 sanciones y disuelve un botellón con 150 personas en Alcaravaneras

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Al margen de los botellones, las unidades de paisano se encargaron de vigilar el ocio nocturno en discotecas, pubs y bares y realizaron nueve notificaciones en estos establecimientos, aunque sin que se produjeran eventos significativos. En total, la Policía Local impuso 177 denuncias, un 65% más que durante la noche del viernes.

El primer sábado noche con el horario nocturno ampliado llenó de gente las principales zonas de ocio de la ciudad. En la imagen principal, Tamara, Davinia, Gunnel, Omayra y Rita en la calle Fernando Guanarteme. Sobre estas líneas, de arriba abajo, clientes en el karaoke piano bar La Aurora; Tiago y Alejandra en la puerta de la discoteca Latin Palace y varios grupos de personas tomando copas en las terrazas de la plaza de Fray Junípero. |

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