El patrullero británico HMS Trent estuvo presente hasta el lunes en Las Palmas de Gran Canaria. El buque de la Marina británica llegó al puerto de la capital el pasado viernes en una escala técnica consignada por Bergé. La inusual visita -es la primera ocasión en la que esta nave recala en la ciudad- duró poco tiempo, pero representa la evolución pragmática de las relaciones entre España y el Reino Unido a lo largo de los siglos: el mismo fin de semana en el que la ciudad recordaba el ataque naval de Francis Drake repelido por milicias locales en 1571, otro barco de guerra británico recalaba en la misma bahía, pero ahora a la búsqueda de un puerto amigo.

La parada en Las Palmas de Gran Canaria no estaba incluida en el programa de viaje con el que el Trent zarpó de su base en Gibraltar la semana pasada, pero la agilidad en la respuesta por parte de las empresas y administraciones vinculadas en la actividad portuaria permitió abrirle un hueco para que pueda ser atendido antes de continuar su viaje. El patrullero, similar a los buques de acción marítima de la Armada española, proviene de una misión en el mar Negro y ahora se dirige al golfo de Guinea, donde se sumará a las operaciones internacionales contra la piratería marítima.

El Trent será el primer barco británico que navegue en esas aguas en los últimos tres años y tiene previsto permanecer en la zona al menos tres meses. A bordo viajan 17 efectivos del Comando 42 que visitarán Nigeria, Ghana, Senegal, Gambia y Cabo Verde con el objetivo de realizar ejercicios conjuntos y aumentar los lazos con los ejércitos de estos países. La tripulación del Trent también participará en una serie de ejercicios militares liderados por Francia que reunirá a varios aliados internacionales en aguas africanas.

El despliegue del patrullero en el golfo de Guinea «es un claro señal del compromiso del Reino Unido para involucrarse de forma más persistente en la región», según señalaba la Armada en un comunicado difundido la semana pasada. El interés tiene un fuerte componente económico: hasta 6.000 millones de libras en bienes comerciales británicos pasan cada año por el golfo de Guinea.

El Trent, que pasó a formar parte de la flota de la Marina británica en 2019, es el tercer patrullero de altura construido en Escocia dentro del programa establecido por el gobierno de Londres. Su diseño le permite participar en operaciones de antiterrorismo, lucha contra la piratería o el contrabando. Tiene 90 metros de eslora, una velocidad máxima de 25 nudos y helipuerto, además de capacidad para 70 tripulantes.