El nuncio apostólico, Bernardito Cleopas Auza, asistió ayer a la inauguración de un centro de atención para personas sin hogar en la Vega de San José, con el que Cáritas Diocesana trata de dar respuesta a la situación de las personas en situación de exclusión, un drama que se ha agravado tras la pandemia. La organización prepara también la apertura el próximo 25 de octubre de otro centro de acogida de baja exigencia en el Valle de Jinámar, que funcionará las 24 horas y va dirigido a las personas sin hogar, cuya situación se ha cronificado.
Con la puesta en marcha de estos dos recursos, Cáritas redobla sus esfuerzos para ayudar a los más vulnerables -entre ellos los migrantes que recalan a nuestras costas-, frente a la grave situación de emergencia habitacional que sufre Canarias, según alertó la secretaria general de la organización, Caya Suárez, quien subrayó que este problema «hace peligrar el acceso a la vivienda de las familias».
El centro de la Vega de San José, habilitado en el antiguo seminario que ha sido cedido por el Obispado, tiene capacidad para 18 plazas -a la que se añade otra más para situaciones de emergencia- y su objetivo es dar respuesta y ofrecer alojamiento y atención a personas sin hogar. Ofrece un servicio de vivienda familiar, que intenta dar una salida al aumento de familias en situación de exclusión residencial y prevenir los desahucios. «Consideramos que es importantísimo tanto la prevención de la exclusión residencial como el asesoramiento a estas familias. Habrá un servicio de asesoramiento social y educativo para familias en situación de exclusión social y residencial», dijo Suárez, quien añadió que el lugar tendrá servicio de ducha y lavandería. «Para Cáritas», resaltó Suárez, «es un hecho histórico tener estas instalaciones en la Vega de San José, al ser un barrio con mucho desempleo, exclusión y desestructuración social y residencial».
Nuevo centro de acogida en el Valle de Jinámar
El del Valle de Jinámar será el segundo centro de acogida de baja exigencia que pone en marcha la ONG en la capital grancanaria con 24 plazas; estará abierto las 24 horas y está dirigido a personas sin techo que llevan mucho tiempo en la calle, en su mayoría afectados por problemas de salud mental y adicciones. Se trata de un recurso de cuidado, sobre todo por la noche para evitar que duerman al raso y que la gente pueda ducharse. Se denomina de baja exigencia porque no se exige a los usuarios participar en un programa de integración.
La demanda de atención se mantiene este año en los niveles de 2020, en el que se disparó como consecuencia del covid y de la llegada de migrantes, a los que no se dio acogida. Gonzalo Marrero, director general de Cáritas indicó que Cáritas atendió el pasado año a 45.331 personas, de las que el 63% eran mujeres.
El perfil del demandante de ayuda en Cáritas es una mujer mayor de 40 años, española, con estudios primarios finalizados, en paro, sin ningún tipo de ingresos, con menores a su cargo y sin vivienda propia.
La entidad abre un espacio de acogida en la Vega de San José y prepara otro albergue en Jinámar
Bernardito Auza : "Los emigrantes que llegan a las islas necesitan nuestra solidaridad y nuestra ayuda"
Por su parte, el nuncio apostólico expresó su satisfacción por la apertura del nuevo centro y se hizo eco de «la solidaridad» del papa Francisco «con los emigrantes que llegan a las islas, que necesitan nuestra solidaridad y nuestra ayuda, sobre todo como personas que son hermanos y hermanas nuestros». Añadió que «la iglesia practica esa ayuda» a los más débiles «no como una intromisión, sino como una parte integrante de su fe y de su unión. Donde hay caridad, Dios está ahí. La sociedad que cuida a sus miembros necesitados es una sociedad justa».
José Mazuelos : "Estoy contento de inaugurar un centro al servicio de los más necesitados"
En similar sentido se pronunció el obispo de la Diócesis Canariensis, José Mazuelos, quien aprovechó la presencia del nuncio para «darle las gracias al papa Francisco por su magisterio, que nos ha sensibilizado de que tenemos que estar ahí con los más vulnerables, los más pobres», entre los que incluyó a los migrantes. Mazuelos concluyó diciendo que «la gran vacuna contra el covid es la solidaridad que ha generado. Estoy contento de inagurar este centro al servicio de los má necesitados, los más pobres, los sin techo, los inmigrantes y de las mujeres necesitadas de una atención especial».
A la inauguración asistieron también, entre otros, el vicario general Hipólito Cabrera, la consejera de Derechos Sociales del Gobierno canario, Noemí Santana, el presidente del Cabildo grancanario, Antonio Morales y el alcalde Augusto Hidalgo.
