Los guagüeros irán a la huelga si la empresa sigue adelante con el aumento de la jornada laboral de las 35 horas vigentes a 37,5 horas semanales durante un periodo de dos años. Así lo avisó ayer el presidente del comité de empresa, Carlos Gómez, en la plaza de Manuel Becerra, mientras decenas de trabajadores coreaban «¡Ni un paso atrás!». «Tenemos el apoyo de los trabajadores», dijo Gómez, «y queremos decirle a la empresa que si se empeña en reducir los derechos de la clase obrera, vamos a ir a la guerra». El día amaneció borrascoso, igual de tormentoso que las relaciones entre la empresa y los guagüeros, y el encuentro estuvo presidido por un palo de agua que no pudo con los trabajadores y trabajadoras que aguantaron bajo la lluvia.
Está previsto que la decisión sobre la huelga se adopte hoy después de la reunión que ha convocado de nuevo la empresa para «seguir resolviendo las diferencias» y llegar a un acuerdo.
En la convocatoria, la empresa insiste en condicionar la aplicación de las 35 horas, acordadas hace dos años, a mejoras en la productividad que «tiendan a compensar los incrementos de costes que necesariamente se producirán como consecuencia de las reducciones de jornada pactadas». Si no hay acuerdo, aumentará la jornada semanal hasta las 37,5 horas.
El Sindicato Unificado de Guaguas (SUG), mayoritario entre los trabajadores, ha decidido que esta vez sí asistirá para que no digan que «nos negamos a sentarnos», explicó el secretario del comité de empresa, Wolfang Alcántara.
«Lo que sí queremos mañana [por hoy] es escuchar una propuesta nueva, porque si es la misma de hace dos años, la próxima reunión la tendrá con el comité de huelga de Guaguas. No estamos dispuestos a renunciar a nuestro convenio colectivo, ni al acuerdo sobre la jornada que está suscrito y se está aplicando. Si va al juzgado a denunciar el acuerdo, para nosotros es una declaración de guerra», advirtió Alcántara, quien consideró que lo que pretende hacer el director general Miguel Ángel Rodríguez es «como si nos vendieran un coche y ahora quisieran quedarse también con el coche».
Ajuicio del sindicato, lo que quiere la empresa es «cubrir el déficit de 800.000 euros», que ha provocado la pandemia, «a costa de los trabajadores. Para nosotros es absolutamente inaceptable porque entendemos que la compañía va a recibir la cobertura del Estado para enjugar esas pérdidas».
En opinión de Alcántara, lo que debe hacer Guaguas Municipales es «pedir esa moratoria al Banco Europeo de Inversiones, que le va a ejecutar el crédito» de la metroguagua, por «entrar en pérdidas», sostuvo el líder sindical quien aclaró que la empresa «no está peleada con este sindicato. Está peleada con la plantilla y nosotros somos sus legítimos representantes».
«Guaguas no está peleada con este sindicato, está peleada con la plantilla», aseguran
Tampoco acepta el comité la propuesta empresarial de cambiar las condiciones laborales para mantener la jornada, entre ellas partir las vacaciones.
«Nosotros», destacó Alcántara, «llevamos el servicio de guaguas sobre nuestros hombros desde hace años y estamos dispuestos a seguir cargándolo, pero sólo aquello que sea razonable. Lo que no vamos a hacer es renunciar a nuestro convenio colectivo por la pretensión de un señor que lo que quiere es abaratar los costes salariales de los guagüeros y endurecer las condiciones laborales de la plantilla». Subrayó que Guaguas Municipales es una empresa viable.
«En 2019 tuvo 38 millones de viajeros y un superávit. Y ahora quiere cargar sobre nuestras espaldas los costes del covid. Nuestra viabilidad está demostrada y nuestra productividad también porque hacemos horas extras para prolongar las jornadas y trabajamos en días de descanso para cubrir todas las necesidades de personal que tiene» la compañía.
«No creemos que nos merezcamos este trato y tampoco el lenguaje que utiliza cuando se dirige a nosotros. Nos tilda de irresponsables, mientras cobra su salario enterito. No pone nada de su parte y pretende que los trabajadores pongamos el dinero. Ahora sí le interesa el pasajero, alque dejan tirado en las paradas a cada momento cuando hay Carnavales y otros eventos».
En cuanto a la propuesta planteada por CCOO, que plantea aumentar la jornada a 36,5 horas la jornada durante un año para "salvar el convenio", Alcántara manifestó que "es una mezcla de la moratoria de la empresa, con menor duración, pero también entrega el sistema de vacaciones, algo que para nosotros es absolutamente lesivo porque ningún trabajador podría tomar unas vacaciones enteras en verano, cuando sus hijos están en periodo no lectivo".
17 servicios suspendidos
Las medidas de presión que mantienen los guagüeros desde hace semanas provocaron ayer la suspensión de 17 servicios.
Alcántara reconoció que la medidas de presión están crujiendo el servicio. "Esos 17 servicios que se suspendieron ayer son 17 trabajadores que antes venían en su dia de descanso a trabajar. Y eso tiene un valor en cuanto a productividad. Pedir más parece mucha cara dura. Entre esas medidas de productividad que plantean nos piden que trabajemos más sábados, más domingos y un sistema de vacaciones absolutamente inaceptable.Son condiciones laborales más duras".
Centenares de viajeros no pagan la guagua
Centenares de viajeros no pagan la guagua desde hace varias semanas por los problemas de software que tienen las canceladoras. Así lo denunció ayer el secretario del comité de empresa Wolfang Alcántara, quien advirtió de que se trata de «un problema recurrente» que hace perder ingresos a la compañía y al que no se le da solución.
«El software está fallando. Tenemos que llevar al pasajero, porque no debe culpa y son cientos de pasajeros diarios, que pueden llegar a mil. Es una irresponsabilidad que se esté pidiendo un esfuerzo a los trabajadores con su convenio colectivo y con su dinero, mientras se está perdiendo dinero por otro lado».
La concejala no adscrita Carmen Guerra, la expopular ahora en las filas de Unidos por Gran Canaria, cifró en 15.000 los viajeros que pierde Guaguas a la semana por dicho problema, que «serían 700.000 años y que superaría el millón de euros que no se cobran por mala gestión». Guerra acudió con Enrique Hernández Bento, el candidato por Unidos a la Alcaldía capitalina, para dar su apoyo a los guagüeros.
Guerra presentará en el pleno una declaración institucional para que «todos los partidos se retraten» en torno al conflicto. Los guagüeros recibieron el apoyo de la Asociación Sindical de Estibadores, cuyo presidente, Maxi Díaz, se puso a disposición del colectivo.
