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La capital juega al Dalgona

Coreanos y canarios disfrutan con las actividades tradicionales que salen en ‘El juego del Calamar’

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Inauguración de K-Fisch, mercado coreano en Las Palmas de Gran Canaria Andrés Cruz

El centro comercial Las Arenas es sede de la feria de productos del mar de origen coreano K-Fish, en la que desde ayer y hoy se pueden adquirir productos y participar en ‘El juego del calamar’. 

La feria K- Fish regresa a la capital tras un año de parón por la pandemia y con un atractivo singular: 'El juego del calamar'. Sí, dos de las populares actividades que se muestran en la serie de Netflix se pueden practicar en la terraza del último piso del centro comercial Las Arenas, mientras se exhiben y venden productos de la gastronomía coreana. 

Este viernes se dio el pistoletazo de salida de esta quinta edición que contó con la presencia del concejal de Ciudad de Mar, Movilidad y Promoción Económica del Ayuntamiento, José Eduardo Ramírez, junto al cónsul general de Corea, Keunseok Jeon; el cónsul de Asuntos Marítimos y Pesca de Corea, Changhee Lee; el presidente de la Comunidad Coreana, Kyungwon Bang; el director del Área de Agricultura y Pesca de la Delegación del Gobierno en Canarias, Luis Ortín; el vicerrector de Internacionalización y Cooperación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Jin Taira, y el gerente del CC Las Arenas, Francisco Ramírez. 

«Me gustan las algas y vengo a comprar todo lo que se pueda», dice Kiwan Park, un coreano con diez años en la Isla

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Tras cortar la cinta e inaugurar así la feria, las autoridades dieron un paseo por la exhibición de platos del país en los que se incorporan los productos vendidos en este evento tales como el meong-ran jeot (huevas con aceite de sésamo), joomeokbap gimbap (rollito de arroz con algas fritas), miyeok muchi (algas con mejillones), entre otros. El recorrido culminó en la sala donde se practican los juegos tradicionales coreanos: Jegui-chagui, el Ddakji y el Dalgona, estos dos últimos popularizados por la serie de Netflix ‘El Juego del Calamar’. Las risas no pudieron faltar y es que el primero en romper la galleta fue el director del Área de Agricultura y Pesca de la Delegación del Gobierno en Canarias, seguido por el edil de Ciudad de Mar quienes fallaron el juego mientras que el gerente del centro comercial y el vicerrector de Internacionalización y Cooperación de la ULPGC lograron completar el desafío para después disfrutar de ese dulce compuesto únicamente por azúcar y bicarbonato. 

Dos coreanas celebran que lograron separar el corazón de la galleta en el juego de Dalgona M. S. J.

Para concejal José Eduardo Ramírez este evento ha sido «una muestra más de la gran relación que existe entre la comunidad coreana de la capital y nuestra ciudad, que se ha convertido en un pilar fundamental para el desarrollo de iniciativas de carácter social y económico y que sirven también para promover la cultura de mar y el turismo». 

Mientras que el cónsul de Corea, resaltó que «para la comunidad coreana en la capital es fundamental contar con el K-Fish, ya que promueve el conocimiento de la mejor tradición culinaria de nuestro país y la producción de alimentos del mar entre la población capitalina». Esta es la primera vez que Keunseok Jeon promueve esta feria en Las Palmas de Gran Canaria ya que llegó a la Isla en agosto del pasado año por lo que le interesa dar a conocer los productos de su país entre los canarios y no con un fin de enriquecimiento. Y es que lo recolectado en cada edición es entregado al Ayuntamiento capitalino para que distribuya el dinero con fines solidarios, aunque han hecho la petición al Consistorio para que lo destine a los afectados por el volcán en La Palma.

El cónsul manifestó que a los niños coreanos les gusta jugar Dalgona y, como es un pasatiempo que ha sido popularizado por la serie de Netflix, decidieron también darle un impulso y ponerlo como novedad en esta edición junto a otro de ‘El juego del calamar’ y uno que, aunque no aparece en los capítulos, es tradicional en el país asiático.

La feria, que continua hoy de 10.00 a 16.00 horas, ofrece a sus asistentes la adquisición de unos 26 productos diferentes del mar de Corea, como algas, tostadas, pasta, pescado y conservas de atún con guindilla, así como la oportunidad de obtener consejos para su preparación y consumo. Asimismo, podrán conocer los pasatiempos con los que se divierten los más pequeños. Este evento se hace a nivel mundial ya que el país destina los recursos necesarios para que se lleve a cabo esta actividad y garantizar que los productos coreanos lleguen a donde se encuentren sus connacionales. En el caso de la Isla, es una iniciativa del Ministerio de Asuntos Marítimos y Pesca de la República de Corea, organizado por el Consulado de la República de Corea en Las Palmas de Gran Canaria, con la colaboración del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

Sin duda el principal atractivo que tiene esta feria para los canarios ha sido la incorporación de estas actividades que se han popularizado con la famosa serie surcoreana y es que algunos jóvenes se acercaron para participar en ellos y conocer un poco más de la cultura y gastronomía del país asiático. De hecho, el cónsul de Asuntos Marítimos y Pesca de Corea, Changhee Lee, se animó a jugar Jegui-chagui que consiste en no dejar caer al suelo un objeto hecho con una moneda envuelta en seda mediante patadas. Otras dos señoras se animaron a jugar el Dalgona y juntas lograron sacar la figura de un corazón que venía en la galleta mientras esperaban su turno para comprar ostras.

El joven Mario Santana acudió este viernes a K-Fish atraído por la cultura coreana y con la intriga de cuáles eran los productos que se ofrecerían en ella. Eso sí, con la expectativa de jugar al Jegui-chagui, el Ddakji o Dalgona y así lo hizo entre risas. Además, acudió acompañado de su amiga Arianna Trujillo y con la idea de adquirir algunas algas.

Por su parte, las amigas Lara Henríquez y María Minaya, canaria y madrileña respectivamente, también acudieron al evento ya que les «encanta» la cultura coreana. De esta manera, han sentido que volvían a Corea del Sur, un país al que echan de menos tras vivir seis meses allí a través del programa de Erasmus mundo. «Nos dijimos: vamos, vemos que hay y si están los juegos los vamos a probar», matizó la canaria entre risas. «Queremos volver y esto es lo más cercano que tenemos, es que los seis meses se nos hicieron cortos y como fue en tiempo de pandemia no pudimos disfrutar mucho. Nos gustaría vivir de nuevo un tiempo y cuando la cosa esté mejor para aprovecharlo más y ver si nos quedamos ahí o volvemos a la Isla», agregó Henríquez que es estudiante de Educación Física de la ULPGC.

Se conocieron en la selección del grupo para irse a Corea del Sur, allí hicieron la cuarentena juntas y después estuvieron separadas porque María estuvo en Seúl - la capital-, mientras que Lara estaba en Suwon. Sin embargo, se hicieron «muy amigas» y ahora comparten su pasión por Corea.

«Yo empecé a conocer el país por la música. Después, estando allá, conocí los juegos, el idioma, la comida -que me encantaba- y poco a poco fui entrando en la cultura en sí. Me encanta la gastronomía y quiero prepararla en casa para que mi familia la disfrute porque merece la pena», puntualizó ilusionada Minaya, que es estudiante de Idiomas de la ULPGC. 

Las estudiantes disfrutaron participando en los tres juegos que les ofrecían en el evento, pero sólo una de ellas pudo completar el desafío de sacar la figura de la galleta llamado Dalgona y esa fue María Minaya que celebró contenta por su logro, al tiempo que probó el dulce coreano. 

Youngin Kim agradece la celebración de esta feria para poder adquirir los productos de su tierra natal

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Por su parte, la joven Judith Suárez matizó que siempre le ha interesado la gastronomía coreana aunque admitió que se le ha hecho «difícil» conseguir productos de ese país asiático en la Isla y por eso le ha llamado la atención esta feria. «Me gusta todos los platillos coreanos que he probado, me falta comer las patas de pato por ejemplo, que no sé si me van a gustar o no», señaló al tiempo que sonrío.

Kiwan Park es un peluquero de 45 años y suma ya diez en la Isla, está casado con una gomera con la que ha tenido ya dos hijos: una niña de seis años y un niño de tres. Él se cogió la mañana libre para poder «comprar todo lo que pueda». «A mí me encantan las algas por salud y por sabor que es más real. No logro conseguirlas aquí en Canarias porque no hay las especiales de Corea y no es igual a las que venden en el mercado», recalcó el coreano. «Mi hija siempre quiere comer pasta de pescado con arroz y algas», apuntó al tiempo que señaló que le gusta la gastronomía canaria. «Mi suegra me hace potaje y ropa vieja, me encanta», indicó con alegría el peluquero que ya sumaba una hora en la cola para poder adquirir los productos.

Mientras que, Youngin Kim acudió a K-Fish junto a su nuera Ceila Montesdeoca con la finalidad de adquirir productos de su tierra. «Yo he venido varias veces, me parece una buena feria para que los coreanos puedan comprar y para que los canarios conozcan nuestros productos», afirmó, a la vez que lamentó que no se divulgara más la actividad. «Antes compraba en el supermercado coreano pero ya no existe porque la comunidad ha disminuido. Ahora consigo algunos productos en mercados chinos que suelen traer», lamentó la mujer que ya suma 30 años en la capital. 

Las relaciones entre los capitalinos y los surcoreanos se remontan a hace más de cincuenta años cuando arribaron a la Isla las primeras familias de ese país y llegó el primer pesquero coreano al Puerto de Las Palmas. Por lo que, para algunos coreanos, esta iniciativa les permite no sólo adquirir los productos de su tierra natal, sino compartir la cultura y la gastronomía del país asiático con los canarios y turistas que visitan la capital grancanaria.

Para cuando ya eran las 12.30 horas no quedaban casi productos y es que un aproximado de 50 personas se apostaron en el lugar desde antes de las 10.00 -cuando se inauguró la feria- para llevarse todo lo que pudiesen. A diferencia de años anteriores, no se realizaron degustaciones por las medidas sanitarias. Pese a esto, los organizadores esperan a que hoy haya una mayor afluencia de visitantes para disfrutar de la gastronomía coreana y de las actividades tradicionales que devuelve a más de uno a su niñez. 

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