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El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria sopesa llevar al juzgado el presunto acoso de Quintero

El Consistorio recaba información para decidir si lleva el caso de la trabajadora a los tribunales - «No quedaba otra opción que el cese fulminante», indica Hidalgo

Augusto Hidalgo, alcalde de Las Palmas de Gran Canaria

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria estudia llevar a los tribunales el presunto caso de acoso sexual de Pablo Quintero, exjefe de Gabinete de Augusto Hidalgo, a una trabajadora municipal. Dos días después de que la supuesta víctima comunicara los hechos el área de salud laboral continúa analizando el episodio antes de tomar una decisión definitiva sobre un caso que ha supuesto la destitución «fulminante», según palabras del propio alcalde de la capital, del hombre que era su mano derecha. 

Es la primera vez que se activa el protocolo de actuación frente al acoso sexual y al acoso por razón de sexo en el trabajo en el Ayuntamiento. Por tanto, es el primer episodio de esta naturaleza del que tiene conocimiento Alcaldía. Esta normativa, que se basa en las aprobadas en el resto de administraciones públicas del Estado, establece un plazo de treinta días naturales desde el inicio del expediente hasta la finalización del mismo.  

Mientras el área de salud laboral del Ayuntamiento recopila información del caso y protege y asesora a la presunta víctima, Augusto Hidalgo quiso dar ayer carpetazo a la vertiente política del caso Quintero. «No quedaba otra opción que el cese automático y fulminante», aseguró el alcalde, que se desplazó al Parlamento de Canarias para rubricar el reconocimiento oficial de Ciudad Amiga de la Infancia.

El alcalde explicó cómo el lunes, después de conocer la denuncia interna de la trabajadora municipal, llamó a su despacho a Quintero, y fue en esa conversación cuando se rompió la confianza. El exjefe de Gabinete le acompaña desde la campaña electoral a las elecciones municipales en el 2015. «Lo que sí quedó medianamente claro es que la confianza, que es el elemento fundamental para la persona que tiene que estar a mi lado trabajando, quedó absolutamente quebrada y no quedaba otra opción que el cese automático y fulminante. Saquen ustedes sus conclusiones sobre lo que ocurrió en esa conversación», aseguró.

El primer edil añadió que no ha querido entrar en los detalles del supuesto caso y subrayó que el Ayuntamiento sigue el protocolo previsto en estos episodios. «Automáticamente tomo las medidas pertinentes, que era el aislamiento de la compañera para protegerla, informarla, ayudarla y acompañarla al servicio de prevención para que fuera evaluada desde el punto de vista psicológico», detalló, antes de añadir que esta asistencia se realiza para que la trabajadora «tome las medidas que estime conveniente, que ahora está fuera de mi responsabilidad».

La Fiscalía no actuará, de momento, de oficio al carecer de datos concretos

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Si Quintero fuera «un trabajador cualquiera del Ayuntamiento», explicó Hidalgo, se hubiera abierto un expediente y una investigación interna «al margen de la deriva judicial». Pero al tratarse de un cargo de confianza le llamó a su despacho y «producto de esa conversación decreto su cese». «En ese momento yo no soy fiscal ni juez, ni siquiera se ha producido una denuncia formal, ni sé si se va a producir, y si se produce cómo se va a conducir dicha denuncia, lo cierto es que en esa conversación se quiebra por completo la confianza y lo ceso», sentenció. 

De cualquier manera, la investigación interna sigue su curso para poder llevar, en su caso, este supuesto episodio de acoso sexual a los tribunales. La Fiscalía no se plantea, de momento, actuar de oficio al carecer de datos concretos y no tener más noticias que las conocidas a través de los medios de comunicación.

Doreste y Quevedo

Las otras dos patas que forman el grupo de gobierno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Nueva Canarias y Podemos, se han manifestado en boca de Pedro Quevedo y Javier Doreste. Quevedo, concejal de Turismo y diputado nacionalista, aplaudió la decisión del alcalde y su celeridad a la hora de destituirle, además de expresar su «apoyo y solidaridad» con la presunta víctima.

Doreste, por su parte, explicó que al tratarse de un cargo de confianza del alcalde, «no tenemos nada que decir, el motivo de esa pérdida de confianza debe ser explicado por la alcaldía», indicó. «Si ha habido acoso sexual o de otro tipo toda nuestra solidaridad está con la víctima», sentenció.

De momento el subdirector de Gabinete, José Antonio González, hace las funciones de director de Gabinete respetando la jerarquía establecida en los puestos de confianza de Alcaldía. 

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