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El juez ordena a Urbanismo que controle el ruido en Guanarteme

Doreste anuncia una reunión con los empresarios de los bares y terrazas de Joaquín Costa e Isla de Cuba para acordar medidas

Terrazas de la calle Joaquín Costa. | | ANDRÉS CRUZ

El Juzgado de lo Contencioso- Administrativo número 1 ha ordenado al Ayuntamiento de la capital grancanaria que adopte las medidas de control necesarias para evitar o impedir la producción de ruido por encima de los niveles permitidos en las viviendas situadas en el entorno de los bares y terrazas de las calles Joaquín Costa, Isla de Cuba y Fernando Guanarteme. El juez considera que la inactividad del Ayuntamiento, pese a los requerimientos de los vecinos, para controlar la contaminación acústica producida por los clientes que acuden a los locales ha vulnerado los derechos fundamentales a la inviolabilidad del domicilio, a la intimidad personal y a la integridad física y moral de los denunciantes.

Esta es la cuarta condena judicial que recibe el Ayuntamiento por los ruidos de bares y fiestas en menos de dos años, aunque en este caso el juez ha desestimado la petición de indemnización por daños y perjuicios, no porque no se hayan producido, sino porque los denunciantes no aportaron, según la sentencia, «ningún tipo de prueba que acredite» qué tipo de perjuicios personales o morales han sufrido los demandantes como consecuencia de la «inacción del Ayuntamiento ante sus requerimientos», que tuvieron lugar el 20 de junio de 2019 y el 10 de agosto de 2020.

Los nueve vecinos, cuyos derechos se han visto vulnerados según el juez, denunciaron que el Ayuntamiento «no ha realizado ningún tipo de medición o valoración de los ruidos y contaminación acústica», pese a la apertura de un considerable número de establecimientos y terrazas. El consistorio, añaden, autorizó la ocupación «abusiva» de la «vía pública con el establecimiento de terrazas a modo de ampliación de los locales». Se quejan de que tal medición de ruidos ni siquiera se llevó a cabo tras la apertura de varios expedientes a raíz de las denuncias recibidas.

La sentencia reconoce que «la existencia de las múltiples denuncias y quejas» demuestra que «en la zona existe una problemática ocasionada por los locales» y que «el Ayuntamiento es conocedor de esa situación». El juez considera acreditado que «la existencia de los ruidos procedentes de los locales y sus terrazas no es puntual, sino que es continua y se incrementa durante los fines de semana», lo que «cumple los requisitos de intensidad en la producción del ruido y permanencia en el tiempo que exige la jurisprudencia para poder concluir que se produce la vulneración de los derechos fundamentales, cuya protección se solicita en este procedimiento».

Aunque reconoce que el Ayuntamiento ha abierto expedientes sancionadores, advierte que ello no es suficiente para solucionar el problema. «No consta que el Ayuntamiento haya realizado alguna actuación tendente a valorar la saturación acústica de la zona y a reducir las emisiones de ruidos.... No existe ni se ha solicitado un informe sobre el grado de saturación de locales en la zona ni se ha realizado ningún tipo de valoración del impacto acústico que los locales y sus terrazas» provocan. Como consecuencia de dicha inacción por parte del Ayuntamiento, concluye, se ha producido una «vulneración de los derechos fundamentales».

Por su parte, el concejal de Urbanismo Javier Doreste, aseguró que «se va a cumplir la sentencia» y añadió que la primera medida será convocar a los empresarios de los locales de la zona para «ver qué tipo de medidas se pueden consensuar y evitar que en un futuro caiga una sentencia como la de Las Lagunetas, que a las diez de la noche tiene que estar cerrado y desmontado todo».

«Ya habíamos manifestado a los empresarios», añadió, «que existe ese riesgo y le pedimos que controlaran el ruido como se hizo en la calle Cano, que funcionó bien. Hay una serie de medidas que los empresarios pueden realizar. Si no, tendremos que empezar a hacer mediciones de ruido y sancionar».

El responsable de Urbanismo reconoció que la zona denunciada por los vecinos está «saturada» por las terrazas y anunció que el control del número de mesas y sillas se iniciará a principios de año. «Hemos dicho que empezaríamos en enero con las calles más conflictivas : Mendizábal, Joaquín Costa y La Pelota». En cuanto a Joaquín Costa, subrayó que «primero se va a hacer una reunión con los técnicos para plantear una propuesta y presentarla a los empresarios en una reunión que queremos que se haga en la primera quincena de diciembre».

En cuanto a la condena por inactividad en el control del ruido, consideró que es «complicado» saber qué «tipo de acción puede hacer el ayuntamiento para evitar el ruido, ¿enviar a la policía local para que desaloje a los grupos de gente que están tranquilamente en la calle y multarlos? ¿empezamos a sancionar uno por uno a las personas o a los locales? La semana que viene empezaremos a ver qué medidas se pueden adoptar, pero no queremos empezar con acciones coercitivas, queremos alcanzar un consenso». La sentencia no es firme, por lo que aseguró desconocer si el Ayuntamiento recurrirá.

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