La Provincia - Diario de Las Palmas

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Una ciudad pixelada con plásticos

Los colectivos Precious Plastic Gran Canaria y Ecomei proponen crear murales por toda la capital con rutas tematizadas a base de bolígrafos y rotuladores reciclados

Un banquito realizado con plásticos reciclados junto a otros objetos en el local de Precious Plastic Gran Canaria junto al paseo de Las Canteras. | | JOSÉ CARLOS GUERRA

Pixelar la ciudad como reclamo turístico. Esta es la propuesta que han hecho al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a través de los Presupuestos Participativos. La idea es crear murales fabricados con plásticos reciclados realizados a base de una tecnología que permite transformar los derivados del polímero en piezas cuadradas capaces de ser ensambladas y generar imágenes icónicas que cambien el paisaje urbano de la capital con rutas tematizadas por toda la ciudad. Y lo quieren hacer dando una nueva vida al material de escritura -bolígrafos y rotuladores- mediante un proceso innovador, según explican desde ambos colectivos.

Rotuladores plásticos triturados. | | JOSÉ CARLOS GUERRA

Precious Plastic Gran Canaria y la Asociación Ecomei, formada por varios estudiantes de química del IES Politécnico, lograron en 2020 batir un récord mundial: hacer el mural de píxeles plásticos más grande del mundo. En total, desplegaron en la Escuela de Telecomunicaciones de la ULPGC una obra compuesta por más de 20.000 piezas y 40 metros de largo. La iniciativa, realizada en colaboración con el centro ocupacional de Santa Brígida y la Universidad, no duró demasiado tiempo expuesta a causa de un temporal, pero la idea es ahora replicar el mismo concepto por las calles de la capital grancanaria.

Loreto Felipe y Víctor Cardona montan un panel. | | J. C. G.

Con más de 80.000 seguidores repartidos por todo el mundo, Precious Plastic es un movimiento que nació en los Países Bajos en 2013 de la mano del diseñador Dave Hakkens con el propósito de luchar contra la contaminación de los plásticos. «Nosotros siempre habíamos estado concienciados, pero veías los microplásticos llegar a la playa y pensamos que algo podíamos hacer por nuestra parte», indica Loreto Felipe, de Precious Plastic Gran Canaria. De esta manera, decidieron adherirse a esta iniciativa ecologista en 2018 a modo de hobbie, pero con el tiempo esta ingeniera de telecomunicaciones y su compañero, el ingeniero industrial Miguel Carrasco, han ido más allá con propuestas como la de pixelar la ciudad.

«Reciclamos plásticos y creamos objetos nuevos a partir de estos, pero lo que nos diferencia es que nuestro fin por encima de todo es concienciar a la población de reducir el consumo que realizan de este material en su día a día», explica Felipe en el pequeño local que tienen cerca del paseo de Las Canteras. «Queremos mostrar a la gente lo que se puede hacer [con los plásticos reciclados]», añade, y para ello ya han dado charlas en colegios y empresas.

A partir de este interés partió la relación con la asociación Ecomei. Este colectivo está formado por un grupo de antiguos estudiantes de química ambiental que un día se preguntaron ¿en qué contenedor se depositan los bolígrafos cuando han dejado de ser útiles? «Solo en los bingos de las Islas se generan 10 toneladas de plásticos -los rotuladores-», apunta Víctor Cardona, presidente de la asociación; «tienen un proceso de difícil reciclado, por las tintas y los distintos materiales que hay en el mismo envase».

«Los instrumentos de escritura inservibles no se gestionan en España porque no existe a nivel nacional ni autonómico un marco normativo al respecto», reseña. A partir de ahí comenzaron con el proyecto ArBOL -Acción para el reciclaje de Bolígrafos-, que consiste en colocar contenedores para recoger específicamente este tipo de residuos. «Se han adherido ya el 50% de los colegios de las Islas y las dos universidades», señala el presidente de Ecomei.

La idea de batir el récord junto a la Universidad partió después. Para hacerlo posible -realizar más de 20.000 piezas recicladas no es tarea sencilla- los usuarios del centro ocupacional de Santa Brígida separaron después los materiales; los de Precious Plastic Gran Canaria procedieron a transformar los restos y finalmente tocó hacer la composición de la mano de los alumnos del grado de Ingeniería en Diseño Industrial.

Ahora lo que quieren es dar «un paso más allá» y ampliar el horizonte con la iniciativa de pixelar la ciudad. Hacen un llamamiento a empresas e instituciones para albergar contenedores donde depositar material de escritura inservible. Desechos que tienen «múltiples posibilidades», añade Loreto Felipe. De hecho, el local de Precious Plastic Gran Canaria -aunque el taller con la maquinaria está en El Sebadal- está repleto de mesas, sillas, lámparas, bisutería o peines, todo realizado a base de plásticos reciclados.

Una de las ideas que se les ha ocurrido es crear un banco formado por barras que conformen la bandera del colectivo LGTB y colocarlo en Santa Catalina. «Ya hemos tenido una reunión con Turismo del Cabildo, pensamos que se pueden hacer elementos que puedan servir de atractivo para los visitantes y para la gente de aquí», apunta la ingeniera. Todo con el objetivo de dar un uso a un residuo altamente contaminante.

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