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El 20% de los mayores de la capital afirma tener depresión tras la pandemia

El primer diagnóstico sobre la realidad de las personas con más de 60 años de la ciudad desvela los efectos de la pandemia en este segmento de la población

Personas mayores en Triana con mascarillas durante la pandemia.

El 20% de las personas mayores de Las Palmas de Gran Canaria afirma padecer depresión, ansiedad, tristeza o insomnio tras la pandemia, según la primera encuesta realizada por el Ayuntamiento a los vecinos de la capital mayores de 60 años. El sondeo, en el que han participado 749 vecinos y vecinas, forma parte del primer ‘Diagnóstico sobre la realidad de las personas mayores de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria’, elaborado por parte del área de Participación Ciudadana y presentado este jueves ante la tercera sesión plenaria del Consejo Municipal del Mayor desde su creación hace más de año y medio.

El diagnóstico cuenta con dos partes diferenciadas, una primera que versa sobre las características sociodemográficas de Las Palmas de Gran Canaria y, en especial, de los adultos mayores, aquellos que tienen más de 60 años, en base a datos oficiales del Instituto Canario de Estadística (Istac), entre otras instituciones. En este sentido, constata el progresivo envejecimiento de la población de la capital -acorde con la tendencia que se vive en Canarias y en todo el mundo desarrollado-, de tal manera que el número de personas dentro de la tercera edad supera ya ampliamente a los menores de 15 años.

Estos datos estadísticos complementan la extensa encuesta que los técnicos de Participación Ciudadana han realizado a 749 personas de 60 años o más en la capital grancanaria; con cuestiones que van desde cómo la pandemia ha influido en sus vidas, a la vida cotidiana en el hogar, hábitos y actividades del día a día, salud, conocimiento y uso de los servicios públicos para mayores o las sensaciones personales sobre dificultades económicas o la atención de los hijos con sus progenitores.

Según la encuesta, el 42% de los mayores manifiesta que la Covid-19 les ha afectado en gran medida en el día a día de su vida cotidiana; por el contrario el 41% señala que esta influencia ha sido más bien baja. Entre los principales efectos negativos, el 30% apunta al confinamiento y las restricciones a la movilidad; el 27,8% se ha visto más aislado de familiares y amigos; el 25,9% ha tenido miedo al contagio -propio o de conocidos- y el 20,9% ha visto empeorar su estado anímico con depresión, tristeza, ansiedad o insomnio. Este último dato pone en evidencia el riesgo para la salud mental que ha supuesto la pandemia en un sector que se ha visto especialmente afectado tanto por el número de fallecidos en su misma franja de edad como las restricciones sanitarias.

Aún así, el 50,4% de los mayores de la capital afirma gozar de buena salud, un porcentaje que va disminuyendo con la edad: en la franja de 60 a 69 años es del 64,4% mientras que en los más longevos, 85 años o más, se reduce al 19,3%. El estudio especifica que para la encuesta solo se han tenido en cuenta personas con acceso a un teléfono, por lo que no se dispone de la opinión de quienes viven en residencias.

En cuanto a su tiempo libre, casi el 98% ve la televisión; el 75% escucha la radio, mismo porcentaje de quienes acuden a pasear al parque; el 69,4% visitan a familiares en otros domicilios; el 60,9% van a bares o cafeterías; y el 57% leen con frecuencia. No obstante, cuatro de cada 10 afirma que la pandemia les ha afectado a la hora de realizar distintas actividades, tales como acudir a eventos culturales o deportivos, asistir a casas de familiares o ir a bares.

Tres de cada 10 mayores cree que los hijos ayudan peor a sus padres que en generaciones anteriores

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Buena parte de los mayores afirma tener dificultades para realizar tareas de la vida cotidiana. El 34,7% asegura tener impedimentos para subir o bajar escaleras, entre los mayores de 85 ocho de cada 10 tienen dificultad o directamente no las utilizan. Se da la circunstancia de que el 22% de los encuestados señala vivir en un piso sin ascensor, porcentaje que sube al 30% de los encuestados en el distrito de Ciudad Alta, situación que lastra la calidad de vida de los mayores quienes muchas veces se sienten encerrados en sus propias casas.

En cuanto a las interacciones sociales, la mitad de los mayores afirma que antes de la pandemia veía más a sus familiares y amigos -55 y 48% respectivamente-. Según la encuesta, el 15% de los mayores indica que vive solo, el 39,8% con su pareja, el 30% con sus hijos en su casa y solo el 3% vive en casa de sus hijos. Entre los más longevos, este porcentaje sube a uno de cada 10 dada su mayor dependencia. No obstante, ocho de cada 10 asegura que ven a sus hijos semanalmente, porcentaje que, resalta la estudio municipal, aumenta con la edad; el 66,9% ven a los nietos con una frecuencia similar y el 35,2% ve cada semana a sus amistades.

Tres de cada 10 mayores cree que, en general, los hijos ayudan peor a sus padres que en generaciones anteriores. Esta percepción cambia de manera considerable en función de la edad; en la franja de 60 a 69 años asciende hasta el 40,5% de los encuestados, mientras que en los más longevos -85 años o más- baja 28,3%.

En este sentido, en caso de necesitar ayuda, ocho de cada 10 -el 78%- preferiría seguir viviendo en casa y recibir allí los cuidados, el 36,3% viviría con sus hijos, el 12,5% iría a un centro de día y solo el 6,7% se marcharía a una residencia de manera permanente -este último parámetro asciende al 10% entre los más longevos-. No obstante, cinco de cada 10 afirma que desconoce cuales son las ayudas que ofrecen las instituciones públicas a las personas mayores.

El distrito del Puerto, el más envejecido

El distrito La Isleta Puerto Guanarteme es el más envejecido de Las Palmas de Gran Canaria, seguido del distrito Centro -que abarca en forma de L de Los Tarahales a Triana y de ahí a Alcaravaneras-. En el primero de los casos, los mayores de 65 años suponen el 22,2% de su población, 71.062 habitantes, en este caso solo el 9,6% de los vecinos de esta zona de la capital tienen 15 años o menos, cifra que lo convierte en el distrito con menos niños y niñas de la ciudad; es decir, 15.776 vecinos de la tercera edad frente a 6.822 menores de 15 años. Por otro lado, en el distrito Centro los mayores de 65 años suponen 20,6% de su población, 82.221 habitantes, y los menores de 15 años el 11,6%. El distrito menos envejecido es el de Tamaraceite San Lorenzo Tenoya; este es el único donde los niños superan a los mayores, 14,3% frente al 12,5% de su población, que es de 54.363. No obstante, el grado de envejecimiento de los capitalinos ha sido notable en las dos últimas décadas. En el año 2000 había en la ciudad más jóvenes que adultos mayores, tendencia que se ha invertido 20 años después. | A. V.

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