En la tarde de este pasado miércoles 13 de diciembre, me llega la noticia del fallecimiento de don Manuel Lezcano. Se nos va una persona buena, amable, generosa, responsable y justa. Así lo he visto yo a lo largo de los años.

Desde mi infancia, lo recuerdo acudiendo a mi casa para atender los requerimientos de algún familiar enfermo, fuera abuela, padre o niño. Sus visitas profesionales, siempre venían acompañadas de un trato exquisito, que relajaba la tensión del desconocimiento natural, propia de la enfermedad en el seno familiar.

Como estudiante de medicina, estuve a su lado mientras atendía su consulta y recibí multitud de consejos que me sirvieron a lo largo de mi ejercicio profesional posterior.

Como médico, tuve la oportunidad, con mi consulta en Tafira, de colaborar con él, algo que, desde la grandeza de su figura, me resultaba y a día de hoy me sigue resultando todo un honor.

Ha recibido reconocimientos profesionales, tanto desde su público objetivo, como del Colegio de Médicos por su enorme y dilatada trayectoria profesional, siendo siempre un defensor incansable de los valores humanos y del trato y cercanía respetuosa con sus pacientes.

Lo he conocido compartiendo conocimientos musicales y cintas llenas de arias de ópera, llevándoselas al estudio de pintura de mi padre. Era un amante del arte en general y de la acuarela y la música en particular.

Además de su inquietud como médico, la tuvo también para preocuparse del entorno social y del medio ambiente. Fue concejal de Las Palmas de Gran Canaria, alcalde de Santa Brígida, participó en la fundación de ADAPA (Asociación por la Defensa del Árbol y el Paisaje de Gran Canaria. Se preocupó de los espacios verdes de Tafira y de que se generara vida cultural con especial repercusión para la juventud. Además, fue nombrado Hijo Predilecto de Gran Canaria.

Tuvo una idea muy clara de la realidad social y económica de Tafira. Un mundo de extraordinaria convivencia del mundo rural, mayoritariamente, con una minoría de familias con rentas elevadas. A todos supo atender y a todos nos llenó el corazón con la seguridad de tener cerca un médico ejemplar.

Desde estas líneas, transmitir a sus familiares nuestro más sentido pésame. Se nos ha ido un excelente médico y, especialmente, un ser humano entrañable. DEP