Hace casi dos siglos se mandaba la primera postal, un recurso que se resiste a morir a pesar de la digitalización, y que sigue denotando el franco deseo de repartir felicidad.
Hace hoy 178 años, en 1843 el ilustrador John Calcott Horseley pintaba una escena de una familia sentada alrededor de una mesa con sus copas de vino y el mensaje «Una Feliz Navidad y un próspero año para usted». Esa obra la imprimió en un millar de tarjetas creando así la tradicional postal navideña. Ese fue el año en el que surgió, y cada diciembre de este nuevo siglo parecer ser el que marca su desaparición, pero la realidad es que resiste tanto en su formato físico como en el digital, este último en claro aumento.
A esta redacción continúan llegando, de particulares, organismos públicos, empresas o incluso consulados, con ilustraciones de toda la vida o con nuevas formas de expresión que las convierte en auténticas obras de arte.
En este apartado se encuentra la que firma el pintor Julio Viera, titulada Primeros pasos, en la que muestra a Jesús descolgándose del regazo de María y la leyenda Salud y felicidad con un abrazo metafísico. Pero no queda ahí el regalo de Viera, que añade en su postal en formato de díptico un Canto a La Palma con una primera estrofa para enmarcar: Canto al encanto de La Palma, tropical tierra ardiente, asusta la extraña calma, ¡Caldera de Taburiente! Es de todas las canarias la isla bonita, La Palma, con sus volcanes en llamas, nos iluminan el alma.
Y es que esta edición postal 2021, prácticamente todos los que felicitan la Navidad, estrechan el pecho con las coladas aún calientes de la isla palmera.
Como la que envía el vicepresidente del Gobierno, Román Rodríguez, que remite al propio himno de la tierra, Soy la sombra de un almendro, soy volcán, salitre y lava, para expresar que «esta época de sacrificios y desvelos nos abre a la esperanza de un mañana mejor, que construiremos todos juntos y juntas, isla a isla, volcán a volcán». También lo ilustra la Fundación Acuorum, que apunta que Cumbre Vieja «nos recuerda que nuestro planeta es océano, es bosque, es río, es lluvia, es viento. En 2020 debemos perseverar en el cuidado del medio ambiente».
Porque la lista de deseos incluye, sí o sí, un mejor 2022, tras dos años para el olvido, como lo hace Isaac Díaz Sosa, presidente provincial de Cruz Roja Las Palmas. Al que se suma Infecar, que pide un 2022 «lleno de reencuentros», a los que se suma Ayuda en Acción y Hospiten o el Centro Atlántico de Arte Moderno, que añade en su potente postal arquitectónica dos hastag:, Fuerza La Palma y Más Fuertes que el Volcán.
Telde, en boca de su alcaldesa, Carmen Hernández, lanza el deseo de que los próximos doce meses «el amor y la esperanza sean los motores de nuevas ilusiones y proyectos», y el viceconsejero insular de Obras Públicas que sea «próspero», para aprovechar el tarjetón para lanzar su lema como gestor del área de Transportes: «estar cerca nos lleva muy lejos».
Guaguas va un paso más allá, con una videofelicitación a cargo de Piedra Pómez titulado Gua Güís Yu A Merry Christmas.
La lista es interminable, con los mensajes navideños de países como Marruecos, Japón o Irlanda. Entidades como CaixaBank, Endesa, Bomberos de Las Palmas, Fredica, la Consejería insular de Deportes, La Universidad Europea conjuntamente con Save the Children, y cuyo mayor anhelo es que «en estas fiestas todos los niños y niñas tengan las mismas oportunidades y puedan alcanzar el futuro con el que sueñan».
A todos los que aún siguen soñando con la Navidad y la recrean con sus mensajes, a los citados y a los que quedan atesorados en la gaveta, que sea esta sea una postal de magia a toda página que convierta todos sus mejores deseos en una feliz realidad.
