Llega al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria el proyecto de la Autoridad Portuaria de Las Palmas y el Banco Español de Algas para instalar una granja experimental en aguas del Puerto de La Luz con la que comprobar la capacidad de estas especies vegetales para atrapar dióxido de carbono. La concejala no adscrita Beatriz Correas elevó ayer una pregunta al concejal de Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez, acerca del impacto que pueda tener el proyecto en el frente marítimo de la capital grancanaria.

Correas, que señaló su apoyo al proyecto, rechazó la ubicación escogida para su colocación. La granja experimental, consistente en una plataforma flotante de unos 200 metros cuadrados de superficie de la que penden una serie de cuerdas con las plantas, estará ubicada en aguas del frente marítimo entre el muelle Santa Catalina y la Base Naval, cerca de donde se encuentran las plataformas donde anidan varias parejas de charranes.

La concejala lamentó que se haya escogido esta zona, en la que el Ayuntamiento ha ejecutado en los últimos años un paseo panorámico, y criticó «el impacto visual que puede tener, cuando hay un muelle inmenso».

El proyecto para instalar una granja experimental de algas forma parte de los planes de la Autoridad Portuaria de Las Palmas para reducir su huella de carbono. En colaboración con el Banco Español de Algas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el Puerto instalará una estructura con la que aspira a comprobar la capacidad de estas especies vegetales marinas para atrapar dióxido de carbono y compensar de ese modo parte de las emisiones nocivas que se generan en el Puerto. El proyecto, cuyo comienzo está previsto para este mismo año, se podrá ampliar a otras zonas de los muelles de La Luz si se comprueba su efectividad. La Autoridad Portuaria se plantea, además, llevar a cabo otros trabajos de renaturalización, como la colocación de piedras artificiales para que tanto especies vegetales como animales puedan anidar en ellas.