La Provincia - Diario de Las Palmas

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Bohigas en la calle Primero de Mayo

Homenaje a una de las principales figuras mundiales de la arquitectura en su primera obra proyectada y ejecutada en Las Palmas de Gran Canaria

Fotografía de la estación de servicio año 1965 | | W.G-S

El pasado mes de diciembre falleció Oriol Bohigas, arquitecto y urbanista, pero sobre todo pensador y teórico, agitador cultural con letras mayúsculas a finales del pasado siglo, y una de las principales figuras del mundo de la arquitectura en la España contemporánea.

El dibujo representa el diseño del futuro mural que se materializará sobre un muro. | | W.G.-S

Sirva esta breve introducción para poner sobre el tablero su primera obra proyectada y ejecutada en la isla de Gran Canaria, concretamente en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. De general conocimiento, y ya bastante publicada, está su autoría en varios inmuebles de la avenida Primero de Mayo, junto al antiguo cine Cairasco, pero realmente su primera creación como único autor –tanto por su diseño a nivel de proyecto como por ser el director de la obra– y previo a la construcción de los edificios de viviendas mencionados, se corresponde con la desaparecida estación de servicio situada también en la calle antiguamente denominada «General Franco», frente al número 1, y que actualmente se ha reconvertido en un local de restauración.

Bohigas en la calle Primero de Mayo

Los antecedentes de esta primera obra se remontan al encargo que recibe el arquitecto catalán del proyecto modificado del edificio de viviendas de la avenida Primero de Mayo, número 1, a raíz del fallecimiento del anterior arquitecto autor del mismo, Marrero Regalado, por parte de la empresa promotora, con sede en Barcelona. En paralelo, dicha empresa confía su primer proyecto completo a Bohigas, la estación de servicio objeto del presente trabajo, al que seguirán en años venideros los tres inmuebles residenciales ejecutados durante el primer lustro de la década de 1960. En el anteproyecto original que redacta Oriol Bohigas para la estación de servicio, en abril de 1956, ya se insinúan también unos diseños para el edificio de viviendas de la parcela contigua, en la que se observa una clara referencia al inmueble de viviendas proyectado en Barcelona dos años antes, en la calle Roger de Flor (1954). Ese diseño inicial planteado se modificará posteriormente con la propuesta definitiva, en la que el arquitecto plantea para esa edificación residencial una solución sin balcones, que propicia como resultado el actual volumen existente, más en la linea de sus posteriores obras ejecutadas en Barcelona, como la de la calle Comte Borrell (1966).

Pero volvamos a su primer proyecto materializado por el arquitecto en esta ciudad, la estación de servicio que gestionaría la empresa DISA, cuya tramitación ante el Ayuntamiento se desliga definitivamente del edificio de viviendas para tramitarse y construirse de manera independiente.

La parcela donde se va a ubicar la estación de servicio formaba parte de la totalidad de unos terrenos que la promotora y constructora catalana poseía en esta zona del inicio de la avenida Primero de Mayo, a un lado y otro de la misma, y como tal se le encarga a Oriol Bohigas. Tras unos primeros informes desfavorables, principalmente por el muro trasero-medianero resultante junto a la oficina de la estación, de unos 40 metros que daba frente hacia la calle, el arquitecto se pone manos a la obra y diseña un mural expresamente para dicho paramento. La propuesta final se presenta en abril de 1959 y se basará no solo en el diseño del mismo, sino en la calidad de los materiales utilizados –así lo había manifestado el arquitecto municipal, Joan Margarit, en su informe (entre catalanes andaba este proyecto)– que se plasman en el uso del «vitraico» (gresite) y la cerámica, utilizada también en los edificios colindantes ejecutados con posterioridad.

El dibujo realizado sobre cartulina con técnica acrílica por el arquitecto representa el diseño del futuro mural que se materializará sobre el muro señalado y se encuentra en el expediente municipal de obras, constituyendo un documento muy valioso complementario al resto de documentación tanto gráfica como escrita, no muy común para aquella época en expedientes para solicitud de licencia de obras.

Como anécdota, cabe señalar que el proyecto definitivo, que solicita el Ayuntamiento para proceder al inicio de las obras, tiene membrete del estudio de Marrero Regalado en Las Palmas, que gestionaba en ese momento el arquitecto Salvador Fábregas, fallecido en 2020, por lo que seguramente Oriol Bohigas volvió a recurrir a la logística de este estudio para formalizar los diferentes documentos que componían el proyecto final de ejecución, aunque el pie de firma de dicho proyecto aparezca solamente el arquitecto catalán como autor.

El resto de la propuesta de la instalación se resume en una plataforma de acceso de vehículos para el suministro de combustible y un pequeño volumen donde se aloja la zona técnica y oficina. El ayuntamiento también permitió que el lindero del edificio de viviendas hacia la estación pudiera abrir huecos y crear una segunda fachada, con el objetivo de no crear una medianera, tal y como la podemos contemplar en la actualidad.

A principios del año 1960 se inician las obras, que se concluyen al año siguiente, como lo corrobora el certificado final de obras, también suscrito por el arquitecto catalán el 26 de junio de 1961. En ese momento, ninguno de los edificios de viviendas cuyo diseño también está en manos de Bohigas se han iniciado. Por tanto, la «estación de suministro de combustibles» –qué tiempos aquellos en que las gasolineras eran solo eso, sitios para repostar combustible– es la primera obra que se construye y se pone en servicio con Oriol Bohigas como único autor, y aunque en relación a su otra obra construida en esa misma calle años después se corresponda con una propuesta poseedora de unos valores arquitectónicos más humildes y con una ‘vibración artística’ menor, se pretende desde estas líneas recuperar el proceso de creación y construcción de la misma, así como algunas imágenes que constatan, a través de toda la documentación estudiada, el tiempo y el esmero dedicado por el arquitecto a la solución finalmente materializada, y modestamente, recordar la figura y trayectoria de este notable arquitecto y urbanista.

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