La organización del Carnaval de La Tierra está intentando que las autoridades sanitarias del Gobierno canario autoricen un aforo de 3.000 personas en el parque de Santa Catalina, donde se celebrarán las 22 galas y concursos previstos entre el próximo 25 de febrero y el 20 de marzo.
Con el permiso actual, sólo 800 personas -o mil en el caso de que el nivel de alerta sanitaria baje al 3- podrían asistir a las fiestas carnavaleras, una cantidad que a juicio de la concejala de Carnaval, Inmaculada Medina, podría llegar sin problema hasta las 3.000 personas, dado que se trata de un auditorio a cielo abierto, en el que los espectadores estarían sentados, con mascarillas y cumpliendo el resto de medidas sanitarias.
«Los espectáculos», sostuvo la concejala, «cumplirán todas las medidas de seguridad en el parque de Santa Catalina, un espacio abierto en el que se puede utilizar todo el parque, porque si se hacen conciertos, se actúa en los teatros y en los estadios y centros de deporte, cómo no lo vamos a hacer en este parque» que, antes de la era covid llegó a acoger a 4.000 espectadores en las gradas.
A su juicio, «no tiene ningún sentido» que se restrinja tanto el aforo y así se lo va a hacer entender al Gobierno canario y a las autoridades sanitarias.
«Estamos esperando a que la Consejería entienda que estamos en un espacio abierto que contempla las medidas de seguridad. Para nosotros el Carnaval es cultura y todo lo que vamos a hacer son actos culturales», subrayó. Así, la organización del Carnaval está pendiente de la posibilidad de aumentar el aforo, una autorización que debería llegar como muy tarde el próximo 18 de febrero, el día que salen a la venta las entradas del pregón de las fiestas, a cargo este año del grupo La Trova.
Las gradas y la estructura del tinglado ya están levantadas y falta el 50% del decorado
Inmaculada Medina realizó estas declaraciones durante su visita, junto al alcalde Augusto Hidalgo, al montaje del escenario del Carnaval, que ya comienza a tomar forma, con su estructura y las gradas levantadas en su totalidad y sólo pendiente de la colocación de las piezas que le darán vida a la fantasía de este año.
«Como ven», sostuvo Hidalgo, «la instalación de escenario de este gran Carnaval de La Tierra va en tiempo y forma», un hecho que los carnavaleros viven con gran alegría tras el año en blanco sufrido por la pandemia.
El escenario toma el parque
Se trata de un escenario inmenso de 40 metros de ancho, cuya altura máxima alcanza los 18 metros, donde se celebrará un canto a la tierra que, según el regidor «llega en un momento especial. Este Carnaval no va a ser completo, pero por lo menos tendrá esas 22 galas».
«Esperamos», añadió, «que podamos disfrutar de estos espectáculos. Ya el mero hecho de que el escenario vuelva a invadir y a tomar espacio del parque Santa Catalina es una prueba de que el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria vuelve a estar aquí, no como quisiéramos, pero es una prueba de que empezamos a acercarnos a la normalidad o, mejor dicho, a cierta normalidad».
El diseñador del escenario, Sergio Macías, destacó que en estos momentos está montado y dándose los últimos retoques al 50% de las piezas del decorado que componen el gran puzzle del tinglado carnavalero. «Entramos ahora en la última fase de colocación de piezas escenográficas.
Ya están llegando los últimos contenedores con» los elementos «finales y los artistas están rematando las piezas para su construcción y colocación. Sólo quedaría pendiente la cuestión audiovisual. Vamos muy bien de tiempo y tenemos un espléndido equipo de profesionales que está cumpliendo con los requisitos del proyecto».
Como en el Carnaval de Los Libros, se ha vuelto a echar mano de la tecnología 3D que permite un proceso de construcción más cómodo, limpio y preciso de las piezas decorativas.
Un carnaval con mucho rejo
A medida que el escenario del Carnaval de la Tierra comienza a tomar cuerpo, arranca a dispararse una suerte de jiribilla, un tremendo desatino en la ciudadanía con alma carnavalera, que ya no puede parar de soñar con el arranque de las fiestas. En el tinglado de este año de Santa Catalina destaca el rejo gigante de un pulpo, una especie de kraken colosal llamado a tener gran protagonismo en el escenario durante las galas más estelares.
«Vamos a tener un escenario al que se le va a ver el rejo desde el principio porque es realmente llamativo y espectacular», bromeó el alcalde Augusto Hidalgo.
Además de pulpos y cetáceos, la fantasía de este año se vestirá de corales, caracolas, insectos, plantas, árboles y también se podrá viajar por los restos de civilizaciones y culturas perdidas, un destino parecido al que tendrá la tierra, advierte el interiorista Sergio Macías, si la humanidad no cambia. Como no puede ser de otra manera «el mar tiene mucho protagonismo» en el Carnaval de la Tierra, un planeta al que también veremos «como una estructura de tres metros de diámetro, sin océanos, petrificada. Si no cambiamos, así la veremos de lejos dentro de cien años», avisa Macías, quien resalta que se pretende aprovechar el tema de la fantasía para «hacer una crítica al ser humano» y su rastro destructor.
Israel Reyes, director artístico del Carnaval, considera que el tema es magnífico para «concienciar sobre la ecología y el medio ambiente. La temática del Carnarval debe aportar algo más que diversión. El Carnaval no sólo puede ser una excusa para disfrazarte».
Reyes destaca que la presencia de pantallas en red aporta al escenario «un lenguaje nuevo. Siempre ha habido pantallas en el escenario, las que denominábamos informativas, pero esta vez serán también decorativas y podrán recrear el fondo del mar o un paisaje de la Antártida» y también esfumarse.
Eduardo Ferrer, gerente de la empresa Tecnoson Canarias, es el encargado de que la infraestructura, el sonido y la iluminación funcionen a las mil maravillas. Con 55 trabajadores que, asegura, trabajan «con ilusión y ganas» y más después de ver el Carnaval en riesgo hace unos meses. «Todavía tenemos miedo de que pase algo por cuestiones sanitarias», confiesa.
