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SEGURIDAD

Los vecinos de Dr. Miguel Rosas: "Es imposible vivir en esta calle"

La Policía Nacional establece vigilancia permanente ante la antigua comisaría ocupada de Miguel Rosas tras la monumental pelea con palos y piedras del pasado sábado

Riña en la calle Doctor Miguel Rosas, donde los vecinos denuncian altercados protagonizados por okupas de la antigua comisaría

Riña en la calle Doctor Miguel Rosas, donde los vecinos denuncian altercados protagonizados por okupas de la antigua comisaría La Provincia

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Riña en la calle Doctor Miguel Rosas, donde los vecinos denuncian altercados protagonizados por okupas de la antigua comisaría Teresa García Santana

«Es imposible vivir en esta calle», clama una vecina de la antigua comisaría ocupada de Miguel Rosas, a dos pasos de Las Canteras, mientras otra se queja de que la vida en la zona se ha convertido en «un sálvese quien pueda.Entre ellos mismos se están matando».

Todos coinciden en no dar su nombre por miedo a represalias de las personas que ocupan el edificio abandonado, propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), conocido como el ‘banco malo’.

También se preguntan a qué están esperando el juez y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para desalojar y tapiar el inmueble ocupado desde hace más de cinco años, con peleas y escandaleras continuas que les impiden descansar, tráfico de droga, prostitución de menores y unos arranques violentos de tal calibre que les hace temer que un día ocurra algo grave.

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Aledaños de la antigua comisaría en Miguel Rosas Andrés Cruz

Hace algo más de un año se produjo un incendio en el inmueble lleno de basura, pero nadie movió un dedo para acabar con un grave problema que se ha enquistado.

La Policía Nacional ha montado desde el pasado lunes un dispositivo de vigilancia permanente en la zona, tras la monumental pelea que se desató el sábado anterior entre los ocupantes del edificio con piedras y palos.

Los vídeos de la bronca, con amenazas a los vecinos que grababan incluidas, se hicieron virales y llevaron al cuerpo policial a desplazar a la calle una patrulla fija para «garantizar la prevención y la seguridad».

El Ayuntamiento asegura que «recaba toda la información» para que el juez ordene el desalojo

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«Va a estar todos los días; mañana, tarde y noche hasta que se solucione el problema», informaron fuentes del cuerpo de seguridad.

 Por su parte, desde la Concejalía de Seguridad, que dirige Josué Íñiguez, se limitaron a decir que se «ha recabado todo la información» a través de la Policía Local y la nacional «para ponerla a disposición del juez y seguiremos recabando toda la que facilite el desalojo».

El Ayuntamiento ha abierto varios expedientes al ‘banco malo’ por el abandono en que tiene el edificio y Íñiguez aseguró el pasado martes que el juez paralizó una orden de desahucio, cuya reactivación está pendiente de la información que tiene que facilitar el Ayuntamiento.

Por su parte, desde el ‘banco malo’ insistieron en que se denunció la ocupación «y estamos a la espera de que el juez fije la fecha de desalojo. No podemos hacer nada respecto al estado del activo ni realizar ninguna acción de mantenimiento, dado que está ocupado y no podríamos ni entrar a hacer comprobaciones». En el vecindario se ha corrido la voz de que el desalojo es inminente.

«Esta gente está muy loca, muy pasada de rosca. Es imposible vivir en esta calle», advierten los vecinos, que exigen que se desaloje ya el inmueble

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Pero los vecinos que han padecido este sinvivir no se fían. «Todos sabemos lo que hacen. Es imposible vivir en esta calle seguros. Por el día también hay peleas. Gente chillando que quiere droga y no tiene dinero y vienen desesperados. Lo que no hay derecho es que esto se sepa desde hace años y no hagan nada. Hace dos años hubo un incendio y no hicieron nada. La policía se porta de maravilla, pero el asunto depende del juez. Todos saben que hay tráfico de droga y prostitución de menores. Parece que en esa casa todo eso está permitido», se desahoga una residente, quien destaca que la de anoche fue «la primera tranquila en mucho tiempo» por la presencia policial.

Yes que la bronca del pasado sábado, resaltó otro vecino «cruzó todas las líneas rojas. La pelea empezó por la mañana con varios de ellos superdrogados, armadas de palos y piedras y gritando. Estaban tan pasados, que cuando llegó la policía, siguieron gritando». Algunos vecinos les increparon y un grupo de ellos, siempre según la versión de los vecinos, entró por la tarde en un portal con palos a buscar al vecino que los había insultado.

"Esto hay que pararlo ya"

 «Al final no pasó nada, pero esto hay que pararlo, pero ya. Esta gente está muy loca, muy pasada de rosca. Hay vecinos que llevan años medicados por no poder dormir e intentando vender el piso», indicó uno de los afectados por las escandaleras, que añade que la policía les ha transmitido que «van a estar muy encima de esta gente. La pelota está ahora en el tejado del Ayuntamiento para que le haga llegar la documentación al juez y que este decida».

Los vecinos han comprobado que cada vez que sale alguno de los ocupas, los agentes les piden la documentación y les cachean.

Otra residente con hijos pequeños asegura que está pensando mudarse. «Me parece increíble tener que mirar las horas a las que sales a la calle. Osalir por la puerta del garaje porque hay peleas y follones. ¿Cómo le explicas a una criatura que hay personas ejerciendo la prostitución o drogándose? El otro día me preguntaba mi hijo qué pasaba, porque se oían unos golpes brutales en la puerta. Yo le dije que estaban haciendo una reforma y me respondía: ‘pero es que es muy tarde’». Buena parte de los locales comerciales de la calle Miguel Rosas están cerrados, porque la gente se resiste a montar un negocio en un lugar tan conflictivo. En la esquina con Nicolás Estevánez, otra casa abandonada y en ruinas fue vallada y la acera acordonada, pero alguien ha retirado los conos.

«No le deseo a nadie», señala otra vecina, «que viva lo que estamos pasando. Tenemos miedo de salir a la calle a las diez de la noche, por si  te sale alguien de esa gente. Ahora está supertranquilo con la policía. Esperemos que no sea como siempre, que estén dos días y después vuelta a lo mismo».

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