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El Puerto de Las Palmas elimina los últimos obstáculos para construir el taller de megayates

Arranca la licitación del dragado del muelle mientras finaliza el desvío de una línea eléctrica

Vista del muelle de la dársena de los muelles Pesquero, del Refugio y Sanapú. ANDRES CRUZ

Los últimos obstáculos que han impedido iniciar la construcción del centro de servicio a embarcaciones náuticas de gran porte del muelle del Refugio, en el Puerto de Las Palmas, están a punto de desaparecer. La Autoridad Portuaria de Las Palmas simultanea durante estas semanas la finalización de los trabajos de desvío de un cable de media tensión que atravesaba la parcela con el inicio de los trámites administrativos para dragar la dársena que conforman el Muelle Pesquero y el Sanapú

Tras una prolongada tramitación administrativa que arrancó en 2016 con un concurso público, Rodritol no pudo iniciar las obras del taller de megayates una vez obtenida la concesión por parte de la Autoridad Portuaria de Las Palmas a finales de 2020. La presencia de un cable de media tensión atravesando la parcela impedía la ejecución de los trabajos, por lo que ha sido necesario desviar su recorrido. Tras levantar las aceras de la zona, ya está prácticamente colocada toda la nueva canalización. A finales de la semana pasada, solo quedaban por finalizar algunos remates y el enganche a la red por parte de la compañía eléctrica. 

La zona marítima donde se ubicará el taller de megayates también presentaba otro problema operativo que obstaculizaba su futura puesta en marcha. Los fondos de la dársena que conforman los muelles Pesquero, Sanapú y del Refugio tienen un calado limitado y además en la zona hay una baja que lo reduce incluso más, por lo que resultaba necesario un dragado que homogeneice el lecho. Tras obtener un informe de compatibilidad con el medio marino por parte de Costas –trámite imprescindible en toda obra que tenga lugar en el mar, aunque sea dentro de las aguas portuarias–, la Autoridad Portuaria ha iniciado la licitación del expediente para encontrar una empresa que se haga cargo de los trabajos. 

Siete metros

Los trabajos consistirán en aumentar el calado en la zona norte del muelle Sanapú hasta los siete metros, y en la parte sur, hasta los seis. La baja del Refugio también desaparecerá en parte, hasta los cinco metros de profundidad. La esquina con el Muelle Pesquero, donde está prevista la instalación del travelift para elevar los barcos desde el agua, requiere un calado mínimo de siete metros. La mayor parte de los materiales quedarán depositados en una fosa natural localizada en la propia dársena, que tiene más de 10 metros de profundidad y un hueco de 13.019 metros cúbicos. Sobre ellos se colocará una capa de grava. El resto de los materiales procedentes del fondo, que tienen la consideración de peligrosos por la presencia de biocidas utilizados como agente antiincrustante en la pintura de los barcos, por lo que deberán ser depositados en tierra para su posterior gestión por organismos autorizados. 

El proyecto de Rodritol para el muelle del Refugio contempla la construcción de una nave de 24 metros de altura –lo mínimo necesario para introducir el travelift y que la arboladura de los barcos no roce el techo– y 500 metros cuadrados de planta, así como otros dos edificios de menores dimensiones que albergarán distintas dependencias. El taller, denominado oficialmente «centro náutico de servicios de atención a embarcaciones deportivas de gran porte y otras profesionales análogas», ocupará en total una parcela de más de 17.000 metros cuadrados.

La construcción del taller de megayates es uno de los proyectos aún pendientes de conclusión en el plan Puerto-Ciudad. La ciudad tiene pendiente el traslado de las naves humanitarias al interior del recinto portuario, en la zona logística de La Isleta, para levantar en su lugar una zona verde que remate el entorno como zona de recreo. Mientras tanto, al otro lado de la dársena, en el Muelle Pesquero, avanzan otros proyectos también vinculados a la interacción entre La Luz y la urbe, como las nuevas dependencias de la Guardia Civil o las instalaciones que Frigoríficos Hispano-Suizos (Frisu) quiere dedicar a una fábrica de hielo con zona dedicada a la exposición y venta de pesca fresca. 

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