La Semana Santa de Las Palmas de Gran Canaria vuelve este 2022 a recorrer el casco antiguo de la ciudad tras dos años de ausencia por la covid, con un programa que modifica algunos días de salidas e incluye nuevas formas de cargar los pasos, una procesión inédita que estrena imagen, la de La Resurrección, y una recogida de enseres para enviar a Ucrania.

Así lo han expuesto en una rueda de prensa el presidente del Consejo de Hermandades, Cofradías y Patronazgos de Las Palmas de Gran Canaria, José Joaquín Rocataliata, junto al consiliario Hipólito Cabrera, el pregonero de este año, Francisco Viejo, y los hermanos mayores de las cofradías del Santísimo Cristo del Buen Fin, Miguel Rodríguez; Nazarenos de Vegueta, Lino Chaparro; Nuestra Señora de los Dolores de Triana, José Luis Rivero, y el Santo Encuentro, José Manuel Olivares.

Por petición de fieles de la Iglesia ortodoxa rusos, búlgaros, griegos, franceses, suizos y ucranianos, que suelen celebrar una vez al mes ceremonias en la ermita del Espíritu Santo, el Consejo ha acordado comenzar a recabar de 17.00 a 19.00 horas y en su sede de la calle Toledo, 8 (en la trasera de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán), los enseres, medicamentos y útiles que se quieran donar a los desplazados por la invasión de Ucrania. Una ayuda que les hará llegar la Asociación de Ucranianos en Canarias, ha anunciado Miguel Rodríguez.

Con respecto al orden y los días de salida de las distintas procesiones de este 2022, que se prevé que congreguen a unas 65.000 personas, Rocataliata ha detallado que, para no hacerlas coincidir, como venía siendo habitual, la Hermandad de Nuestra Señora de Los Dolores de Triana pasará a procesionar el martes a las 19.30 horas, de forma que el miércoles a las 19.00 horas seguirá siendo la jornada del recorrido del Santo Encuentro.

Además, el hermano mayor de esta cofradía, José Luis Rivero, ha destacado que su imagen será cargada a hombros, pero desde fuera, es decir, con varales, como hacen en Málaga, lo que ocurrirá por primera vez en una procesión en Las Palmas de Gran Canaria en la que mujeres y presos de Las Palmas I, de Salto del Negro, formarán parte de los cargadores de este paso. Antes, el Domingo de Ramos, será el turno de la procesión del Señor de la Burrita por la mañana y de los Nazarenos de Vegueta, a partir de las 19.00 horas y con sus dos pasos portados por costaleros, mientras que el miércoles procesionará El Santo Encuentro para llegar a las 00.00 horas del viernes, cuando saldrá, como ocurre desde hace ochenta años, el vía crucis tradicional del Santísimo Cristo del Buen Fin, más conocido como El Silencio.

También el Viernes Santo tendrá lugar, por la mañana, la procesión de Las Mantillas, desde la Catedral de Santa Ana, y por la tarde, desde Santo Domingo, la Procesión Magna Interparroquial en la que, como ocurre cada cinco años, la Dolorosa de Triana cruzará el Guiniguada, según ha apuntado el representante de la Hermandad del Santo Encuentro, José Manuel Olivares. Ya desde la madrugada del domingo se incorporará una nueva procesión, la del Resucitado, que también partirá desde Santo Domingo, ha informado Hipólito Cabrera, quien ha subrayado que «los cristianos no pregonan la Semana Santa, sino que viven, anuncian y celebran la pasión, muerte y resurrección de Jesús».

El hermano mayor de la Cofradía de los Nazarenos de Vegueta, Lino Chaparro, ha detallado que sus pasos los cargan 80 costaleros y costaleras, a quienes acompañan, en dos sesiones, 150 nazarenos, de ahí que sea la procesión más numerosa de la ciudad, para cuya salida la agrupación se ha «autoimpuesto» medidas sanitarias extraordinarias con el fin de evitar contagios por la pandemia de coronavirus.

Preguntado por la presencia de la mujer en esta Semana Santa, Chaparro ha asegurado que «casi todas las cofradías canarias -que se han dotado hace cinco siglos de una democracia interna- no se plantean ningún tipo de tratamiento distinto» hacia las féminas en esta liturgia, de forma que ellas «ocupan puestos en la junta de gobierno y pueden ser nazarenas y costaleras», si bien ha admitido que solo una hermandad, la de La Soledad, cuenta con una representante y es «fundamentalmente femenina».