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Bruselas deja en el aire la legislación que hará viable la granja de pulpos del Puerto

La comisaria de Salud elude responder en qué sentido revisarán la normativa europea | Nueva Pescanova aspira a producir 3.000 toneladas en La Luz

Larva de pulpo de acuicultura. LP/DLP

Bruselas deja en el aire la legislación que hará viable la granja de pulpos que Nueva Pescanova quiere establecer en el Puerto de Las Palmas. La comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, apuntó en diciembre que la Comisión Europea «revisará la legislación existente sobre bienestar animal [...] y está preparando una evaluación de impacto», en referencia a un eventual veto a este tipo de acuicultura. Preguntada explícitamente por si baraja su prohibición, Kyriakides ha evitado descartar esta posibilidad. La empresa gallega aspira a producir 3.000 toneladas anuales de este cefalópodo en sus futuras instalaciones de la capital grancanaria, todo bajo una técnica de cultivo que califican de «sostenible y eficiente» con el medioambiente.

La Comisión Europea elaboró el año pasado un análisis inicial de impacto respecto de la nueva legislación comunitaria sobre bienestar animal. En ese documento, recuerda Kyriakides, «no incluían la prohibición de la cría de cefalópodos». Pero la chipriota no ha querido explicar ahora si la evaluación definitiva de la norma (la inicial se publicó el pasado verano) fijará límites a la acuicultura de pulpos. El periodo de consultas para la revisión de la ley de bienestar animal se cerró el 22 de enero; su respuesta por escrito, a una pregunta de la eurodiputada Izaskun Bilbao (PNV), es del 23 de marzo. «¿Es cierto que se plantea prohibir la cría de estos cefalópodos por razones de bienestar animal?», cuestiona la política vasca. Pregunta que la comisaria no ha querido zanjar por el momento.

Kyriakides: «Criar animales acuáticos carnívoros puede suponer una presión adicional en peces salvajes»

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El recelo de Bruselas a esta práctica radica en que la cría de pulpo, según su tesis, elevaría la presión sobre las poblaciones salvajes de peces por tratarse de una especie carnívora. «Cualquier tipo de cría de animales acuáticos carnívoros puede suponer una presión adicional sobre las poblaciones de peces salvajes si la alimentación necesaria para la cría depende excesivamente de los peces salvajes capturados», abunda Kyriakides en su contestación. De ahí que la Comisión haya instado a los Estados y a la industria a que apuesten por criar en granjas especies de bajo nivel en la escala trófica (moluscos, algas o peces herbívoros) o que no necesiten de alimentación animal para su desarrollo.

El desarrollo de este cefalópodo en cautividad ha sido un objetivo ambicionado por los científicos durante décadas y no fue una realidad hasta 2019. Ese año los investigadores de Pescanova lograron por primera vez que una hembra, bautizada como Lurditas, pusiera huevos y que estos se desarrollaran. Alcanzaron la meta y buscaron una ubicación idónea donde instalar la primera granja de pulpos del mundo. 

El proyecto de la granja de pulpos está pendiente del informe ambiental del Gobierno canario

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De esta manera, los gallegos eligieron el recinto portuario de Las Palmas de Gran Canaria y más concretamente en una parcela de 52.000 metros cuadrados junto al dique de La Esfinge. El proyecto, con una inversión cifrada en 65 millones de euros, se encuentra en estos momentos pendiente del informe de impacto ambiental por parte de la dirección general de Pesca y de la dirección general de Transición Ecológica y Lucha Contra el Cambio Climático. Tras un periodo en exposición pública deberá ir al Consejo de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Nueva Pescanova prevé poner en marcha la planta en 2023.

Grupos ecologistas ya se han manifestado en contra de esta práctica y de esta primera granja de pulpos del mundo, entre ellos la eurodiputada francesa de Los Verdes Caroline Roose. Organizaciones animalistas como PETA y partidos como PACMA han pedido al Gobierno de Canarias que «no siga adelante» y la organización AnimaNaturalis está recogiendo firmas para que la empresa gallega no siga adelante con el proyecto. Por otro lado, ha despertado un debate que ha dividido a la comunidad científica en torno al bienestar de estos animales.

El carácter solitario de los pulpos, su inteligencia o el desconocimiento de su bienestar en cautividad son los principales argumentos en contra de esta práctica por parte de la comunidad científica. Un informe elaborado por la doctora en Biología Marina Elena Lara establece que el octopus vulgaris es una especie «fundamentalmente inadecuada» para la acuicultura. El estudio habla de los problemas que supondría su cría en una granja. Y es que al ser un animal solitario, su masificación podría traer «riesgo de agresiones y territorialismo que lleve al canibalismo».

Para el gerente de la Asociación Empresarial de Acuicultura (Apromar), Javier Ojeda, el hecho de que la del pulpo sea una especie incipiente en el mercado acuícola es lo que genera los recelos de algunos grupos políticos y entidades medioambientales. «Pero negar su producción por ser una especie nueva no tiene mucho sentido. Como asociación productora, lo que es fundamental es producir animales que utilicen un mínimo de recursos naturales y mínima huella de carbono. Además de eso cuidar su bienestar». 

La acuicultura es cada vez más importante para el sostenimiento global del mercado alimentario, dado el agotamiento de los recursos naturales. Ante este controvertido debate, expertos como el doctor Eduardo Almansa han señalado que «si seguimos consumiendo pulpo de la forma en que lo hacemos, la pesca no va a dar mucho más de sí». En 40 años, las capturas de este cefalópodo se han duplicado.

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