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Las Canteras es testigo de un nuevo mural de resiliencia y volcán

Lía Ateca y Shawna X llevan pinceladas de energía y color a una vivienda en ruinas en la esquina de la calle Numancia con el paseo capitalino

Una transformación cargada de color Juan Carlos Castro

Un volcán lila expulsa una mancha roja que se transforma en una amapola, de cuya hoja vuela un pájaro, con ojo de luna. Es una de las ideas de Lía Ateca en su nuevo mural en Las Canteras.

La diversidad, la alegría, elementos en torno a la energía, la renovación y la vida en sí. Pinceladas cargadas de color que parten de las manos y la mente de la artista Lía Ateca, y que han convertido una vieja casa en ruinas en la esquina de la calle Numancia con el paseo de Las Canteras en un mural que busca dar un mensaje de resiliencia y de tradición, en un marco incomparable. Una idea que busca focalizar a los transeúntes en las cosas buenas, en volver a empezar tras atravesar unos últimos años muy complicados, con una pandemia y una erupción volcánica por medio. 

La idea del mural partió de la artista neoyorquina Shawna X, contratada a su vez por una marca de bebidas para realizar un diseño especial. Tras abrir un proceso de selección en Canarias para llevar a cabo un mural en la playa de Las Canteras, Lía Ateca fue seleccionada para plasmar su boceto en uno de los lugares más visitados de Las Palmas de Gran Canaria. A partir de ese logo de marca, unas personas abrazadas que simbolizan familia y unión, la artista grancanaria tuvo cancha libre para transportar a las rugosas paredes de este lienzo gigante elementos propios de las Islas. Afloraron entonces volcanes, caracolas, pájaros, palmeras y olas. 

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Mural de Lía Ateca en Las Canteras Juan Carlos Castro

«Tenía muy de cerca el tema de la erupción del volcán en La Palma, algo que tocó mucho a mi familia porque mi abuela vive en Los Llanos y perdió su casa», comenta Lía Ateca, quien ha dotado a su creación de su toque único, muy cercano al de Shawna X, motivo por el que fue la escogida para llevar a cabo este trabajo. Su intención ha sido, en todo momento, que cada uno de sus elementos y formas orgánicas estén integradas, como una suerte de «energía que fluye toda a la vez, porque mientras un volcán erupciona, sigue volando un pájaro y creciendo las plantas». 

Así, en el centro del mural se puede ver una forma triangular de color lila, su particular volcán, del que emana una mancha roja hacia la izquierda, la lava, que termina transformándose en una amapola. Justo por encima de ese triángulo pasa un arco verde, el tallo de la flor, de cuya una de sus hojas va surgiendo un pájaro, que tiene como ojo una luna. Y es que «todo el tema de la erupción del volcán genera también una regeneración del paisaje», tal y como afirma Lía, que esta semana concluyó su trabajo después de ocho intensas jornadas en las que trabajó «de sol a sol» para terminar dentro del plazo que tenía el permiso de obra.

Lía Ateca en el proceso de creación del mural en Las Canteras

Lía Ateca en el proceso de creación del mural en Las Canteras LP/DLP

En el gran mural, también hay hueco para reivindicar una de las principales y más auténticas fiestas de la capital: el Carnaval. Gira también, según la artista, en torno a la resiliencia, ya que en estos años no ha podido celebrarse. «Es una idea de volver a empezar y pensar en las cosas buenas, intentar focalizar en la alegría tras una etapa tan chunga», asevera, para luego añadir que invita a la gente «a acercarse y ver cómo cada detalle está cuidado al máximo» en su creación.

Durante todo este tiempo, además, recibió el feedback de vecinos que pasaban por allí y la animaban y agradecían que le diera un cambio radical a una vivienda en estado de abandono -adquirida por la promotora Acosta Ramos para tirarla al suelo y crear viviendas vacacionales-. «Me encantaría que esta iniciativa la hiciera suya el Ayuntamiento y la llevara a más barrios de la ciudad donde también se necesita color», concluye.

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